Este domingo María Teresa Campos (78 años) se vuelve a ver las caras con Toñi Moreno (46) después de una primera reconciliación en Canal Sur hace unos meses. Estuvieron tiempo sin hablarse por un tema profesional y ahora entonan otro 'pelillos a la mar' mutuo y, se espera, definitivo. Moreno entrevistará a Campos en su nuevo programa Aquellos maravillosos años, en Telemadrid. Sin embargo, justo cuando da la sensación de que María Teresa se reconcilia con su pasado y expulsa de su vida todo lo negativo, vuelve a cobrar empaque otro enfrentamiento que vivió en el pasado. Esta vez con Emma García (45).
Lo cierto es que hace unos días la propia Emma abría la espita y deslizaba en su programa de fin de semana, de forma sucinta, que cuando aterrizó en Telecinco en 2002 no recibió, precisamente, una cálida acogida por parte de María Teresa. Un comentario que pasó inadvertido en ese momento -ante una muda Terelu Campos (54)-, pero que JALEOS ha querido ahondar en él viajando al pasado y apoyado en declaraciones. ¿Qué pasó realmente entre ambas presentadoras?
Todo se remonta a cuando Campos presentaba Día a día en las mañanas de Telecinco, siendo 'la reina' de la televisión, y de los magacines. La etapa de vinos y rosas de María Teresa. En la antípoda, Emma, la nueva de la casa. Ocupaba la franja de tarde con A tu lado. En ese momento, Teresa contaba con una gran repercusión en su programa y abordaba casi diariamente las tramas sobre Gran Hermano, que en ese momento se vivía con especial fervor entre el público. Tanto Teresa como sus colaboradores, incluso, se atrevían a valorar si algún concursante debía abandonar.
Tal era la magnitud que Teresa ha reconocido en más de una ocasión que, cuando se vertía alguna opinión desfavorable de algún concursante, los votos se desplomaban. Lo cierto es que esas opiniones tenían un importante impacto y eran muchos los familiares que se enfadaban con Campos. De hecho, de ese malestar de los familiares contra la malagueña vino el primer gran desencuentro entre ella y Emma. El punto de inflexión. Y es que, un buen día una madre llamó al programa de Emma y descargó toda su ira contra Teresa.
Una tensa situación que Emma, según la versión que arroja Teresa en la intimidad, "nunca frenó y consintió". Algo que molestó sobremanera a Campos, quien le retiró la palabra de súbito al considerar que debía haber parado en seco a esa persona. Hay que recordar en este punto unas palabras de la malagueña en el programa Chester in love de Risto Mejide (44) que cobrarían especial significado y darían luz a su forma de ser y de pensar: "A mí me llamaban al programa para hablar mal de Javier Sardá (61) y yo, que tengo una relación estupenda con él, siempre les decía a esas personas que lo llamasen directamente a él y no conmigo".
Quizás, ante esa línea de pensamiento, Teresa habría esperado algo similar por parte de Emma. Un detalle, un gesto de compañeras. Un guiño de apoyo que nunca llegó y que las distanció. Teniendo en cuenta la importancia que tenían ambas figuras en ese momento, alguien aconsejó a la entonces presentadora de A tu lado que se reconciliara con Campos con su ramo de flores. Así se hizo, aunque las relaciones nunca volvieron a ser las mismas.
Sobre todo, después de que, además, Emma García realizara una entrevista en ETB en la que no hablaba "demasiado bien" de María Teresa. En ella, analizó su llegada a Telecinco así como el trato que le dispensó Teresa. Ella admiraba a la malagueña, la consideraba, y considera, una reina de la comunicación. De ahí, el dolor que sintió ante su trato. "Lloré. Lloré porque era una niña, era sensible y esperaba cariño de una persona a la que yo admiraba y no me lo dio. Que tampoco tenía por qué dármelo".
El caso es que el tiempo ha pasado y Teresa y Emma solo se han vuelto a ver ante las cámaras durante una visita puntual de García al extinto programa Qué tiempo tan feliz. Casualidades de la vida, años más tarde, tras la cancelación de ese espacio y la etapa de Toñi Moreno en Viva la vida, Emma terminaría ocupando el hueco en la parrilla que lideró Teresa durante ocho años.
Así, no cabe duda de que se trata de una relación, la de Teresa y Emma, marcada por el distanciamiento forzoso. En esa línea, se apunta a JALEOS que Teresa "nunca se sentaría en Viva la vida para conceder ninguna entrevista". El motivo oficial, se esgrime, es el dolor que le produce esa franja. Otros señalan directamente a ese tira y afloja que han librado ambas durante estos años. De entrada, Emma solo guarda hoy buenas palabras para Teresa. ¿Puente tendido?
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