Está a punto de cumplirse un mes del fallecimiento del cantante Camilo Sesto y todavía continúa generando titulares a cada semana que transcurre. Lo cierto es que en este tiempo, desde ese fatídico 8 de septiembre, han sido muchas las informaciones, y lucubraciones, que se han vertido sobre el hijo del cantante, Camilo Blanes Ornelas (37 años), y su madre, Lourdes Ornelas. Interés económico y pocas ganas de cumplir con las últimas voluntades del autor de Vivir así es morir de amor -tras cancelar Camilín el homenaje que estaba decretado en Alcoy para su padre- son solo algunas de las pinceladas que se han vertido en los medios de comunicación.
Sin embargo, cuando el pasado 30 de septiembre se abrieron las últimas voluntades de Sesto no cupo la menor duda: su hijo se convertía en el heredero universal de todos sus bienes. En total, el joven ha percibido alrededor de ocho millones de euros, entre derechos de autor, propiedades y efectivo en cuentas. Una cantidad que, a cada día que pasa, experimenta magnos aumentos por los derechos de autor de las canciones que creó Camilo en vida, cerca de 350. Una vez que ese dinero está en su poder, ¿cómo será la nueva vida del joven? ¿Cuáles serán sus planes a partir de ahora?
De momento, tal y como avanza Semana y ha confirmado JALEOS, Camilo Jr. descarta volver a hospedarse en México y ya organiza su vida en España. En concreto, en la casa que ya es legítimamente suya, en la que vivió su padre en Torrelodones. Se apunta a este medio que la estancia se estima larga y ya lo ha comunicado a su entorno. Además, a este medio llegan los inminentes planes que pergeña la madre de Camilín y la única mujer de Camilo, Lourdes Ornelas: "Lourdes está buscando una casa cerca de la zona donde vive su hijo". De este modo, se aclara, "estará cerca de Camilín y evitará de paso las críticas que tendría si se hospeda en el chalé de Camilo". Cabe recordar en este punto que cuando se publicó que, a su llegada a España tras la muerte de Sesto, se hospedó, con maletas, en el chalé, rápidamente salió al paso de la información asegurando que hacía vida en casa de una amiga. Sea como fuere, y pese a que a este periódico llegó la información de fuente fidedigna, lo que es un hecho es que el sueño de Lourdes "es tener una propiedad en Madrid".
Una vez esa inversión esté ejecutada, el objetivo de Lourdes es ayudar en todo cuanto pueda a su hijo "no solo a nivel personal, sino también profesional". Y es que, no hay que olvidar que Camilo Jr. probó suerte en el mundo de la música sin llegar a despuntar en exceso. Cuentan los que lo conocen que "no canta nada mal", pero le falta "cierta disciplina". Se desconoce si en el ánimo de Camilín está volver a cantar, aprovechando la coyuntura, pero lo que es innegable es que "las puertas de las discográficas ahora estarán más abiertas que nunca".
En otro orden de cosas, y como cierre, se informa a este medio que las cenizas del alcoyano "todavía no están en el ayuntamiento de Alcoy", como era la voluntad de Sesto. Pero, ¿dónde se encuentran en estos momentos?, se interpela. Se desliza que podrían estar ya en casa de Camilín o todavía en el cementerio madrileño de San Isidro, donde se depositaron en un inicio. "Lo que está claro es que aún no se ha cumplido con lo establecido", remarca una voz indignada. JALEOS se ha puesto en contacto con el consistorio y desde allí la respuesta es clara y escueta: "No sabemos nada de eso".
Eduardo y Cristóbal, los hombres de confianza de Camilo
Tras la apertura del testamento, ¿en qué lugar quedan los dos hombres de confianza del cantante, Eduardo Guervós y Cristóbal Hueto?, se preguntó este periódico hace unos días. Estos han estado día y noche al lado de Camilo, apoyándolo, ayudándolo, asesorándolo. Protegiéndolo, incluso, cuando las informaciones venían mal dadas o su salud no era tan buena. Ellos han dado la cara por su jefe y, sin embargo, amigo. Han hecho las veces de parapeto y de escudo para que Camilo no se viera salpicado en según qué acusaciones mediáticas.
Ambos, como reconocía hace unos días Guervós en conversación con JALEOS, han estado, férreos, hasta el último día de vida del artista. "Murió en mis manos", revelaba, desde la impotencia, su mánager Eduardo. E impotencia por cómo estaba gestionando la muerte el joven Camilín, no porque esperaran algún legado en la herencia. "Nosotros sabíamos que no recibiríamos nada", se aclara al punto. Y así ha sido: ni un euro ni una propiedad. Los claros perdedores en el testamento.
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