Hablar de Ana García Lozano (56 años) es hacerlo de periodismo, comunicación y televisión. Esta valenciana, sobrina del fallecido Manolo Escobar, lleva en el medio desde que empezó a enrolarse en las ondas en 1982. Hija de un guitarrista y una coplera, García Lozano supo desde bien pequeña que lo suyo eran los medios. Sin embargo, su popularidad alcanzó su punto álgido cuando llegó la televisión privada a su vida. En concreto, Telecinco en el año 1990. Fue contratada para realizar tareas de coordinación de los programas VIP Noche y VIP Guay, que presentaba por entonces Emilio Aragón (60).
Su suerte cambió de súbito. Congenió con Aragón a primera vista, quien la fichó para su productora, Globomedia, y continuó trabajando en la coordinación de los programas que el showman condujo en Antena 3 entre 1992 y 1994: Noche, noche y El Gran Juego de la Oca. Más tarde, vendría su salto como presentadora y años de éxito ininterrumpido; el rostro de Ana García Lozano se convertiría en un habitual para los españoles. Dando trompicones por las diferentes cadenas de televisión como conductora, productora y coordinadora, en 2013 estrenó el espacio Tenemos que hablar en TVE y fue el fin de su carrera televisiva al retirarse de la parrilla por escasa audiencia.
Ese momento fue un punto de inflexión para Ana, quien dio un golpe de timón en su trayectoria. Optó por alejarse de la televisión y probar suerte en otras lides tras su colaboración en De buena ley. Ya lo define su descripción de Twitter: "Periodista, mediadora y coach profesional, personal y ejecutivo". En los últimos años son muchos los proyectos solidarios que no ha dudado en secundar. Pero volvamos al pasado para entender mejor el presente. En 1994 se pone por primera vez delante de una cámara para conducir el espacio El programa de Ana, en Telemadrid. Este supone su despunte y referencia. Se trataba de un formato novedoso en España, aunque trillado en otros países.
Comenzaba entonces a desembalarse el concepto talk show o programa de testimonios, en el que personas anónimas se acercan al plató para narrar sus experiencias vitales. El programa de Ana alcanzó un gran éxito de audiencia y se emitió durante dos temporadas, marcando además la pauta a otros muchos espacios posteriores. Cabe recordar que los primeros años de los noventa fueron fundamentales en la vida de García Lozano a nivel personal, pues en 1995 contrajo matrimonio con su marido, Víctor García García, con el que tiene dos hijos, Pablo y Natalia.
Fue tal el éxito que cosechó en Telemadrid que pronto la cadena de Fuencarral, Telecinco, la volvió a fichar para ponerse al frente de Ana, un espacio similar al talk show que la encumbró. Con este programa estuvo hasta 1999 acumulando éxitos. En los años venideros vendrían otros espacios de gran calado y, tras un nuevo coqueteo con la radio, en 2013 se puso al frente de Tenemos que hablar, un programa que no funcionó en audiencia y que terminó desapareciendo de la parrilla pública. Tras esto, colaboró brevemente en el programa De buena ley, en Telecinco, y fue entonces cuando se centró en otros proyectos alejados de la tele.
Hay que decir en este punto que Ana García Lozano ha sido una mujer exitosa; ahí, fue galardonada con el Premio Antena de Oro 2006 de Radio, ha estado igualmente nominada al Premio TP de Oro como Mejor presentadora por el espacio Ana en los años 1996, 1997 y 1998. A lo largo de todos estos años, Ana se ha enrolado en un sinfín de causas solidarias a la vez que ejerce de coach. Además, colabora en la revista Corazón TVE.
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