En estos días tan convulsos por la pandemia del coronavirus, las personas que pertenecen al grupo de riesgo extreman aún más las medidas de prevención e higiene y optan por un autoaislamiento responsable en algunos casos. Así es como está pasando esta cuarentena María José Campanario (40 años), tal y como ha podido confirmar JALEOS a través de un buen amigo de la familia. En el momento en que se decretó el estado de alarma, Campanario "tomó la decisión de aislarse de los suyos por precaución".
Aunque está pasando estos días de confinamiento junto a su marido, Jesulín de Ubrique (46), y sus hijos, la odontóloga "decidió vivir más apartada", aunque en la misma casa. Lo que peor lleva es no poder abrazar a sus hijos, "verlos desde la distancia y no poder tocarlos". Hay miedo de que se la contagie, así como una "gran preocupación" en el entorno. Desde hace años la familia de Campanario vive con el temor de otra recaída en su enfermedad.
Y si antes de la llegada del coronavirus María José ingresaba a cada poco para ser tratada de fuertes dolores, ahora se le tiene pavor a una visita al hospital. En general, a salir a la calle. Por eso, ella misma se ha impuesto ese aislamiento que, de momento, se informa, está dando buenos resultados a nivel de salud, aunque algún disgusto que otro en lo mediático.
Y es que, existe un tema espinoso en el entorno de Campanario del que se evita hablar y con el que se es muy prudente: los vídeos que hace unos días ella misma colgaba en su red social Facebook hablando de sexo y de la utilización de juguetes sexuales. Vídeos que, por cierto, la red social eliminó. Se ha comentado que su familia no vio con buenos ojos estas publicaciones y que les recordaba a la peor recaída de Campanario hace algunos veranos. El hecho en sí de que se grabe vídeos hablando de estas cuestiones no sería tan chocante si no fuera porque "María José, en su día a día, es alguien bastante pudoroso en esas cuestiones". Dicho de otra manera, no suele hablar en esos términos.
Tal y como continúa explicando esa persona cercana a Campanario, "ella se tomó el tema a risa y no entendió el escándalo. Fue algo divertido que quiso publicar para hacer más ameno todo esto". Se desliza que ella es una persona que, pese a su enfermedad, y antes del Covid-19, se movía bastante, "muy inquieta y que le gusta andar de aquí para allá", y verse encerrada le está costando por momentos.
De ahí que quisiera "evadirse" un poco, como avanzaba Esdiario. Los suyos "únicamente le han advertido de que debe tener más cuidado con el tipo de contenido que comparte". Esta fuente, además, explica que "Jesús está al pie del cañón, como siempre. Cuida de su mujer, se preocupa por ella y se hace cargo de los hijos". Es un padre abnegado y un marido diez: "Vive por y para ella, día y noche pendiente de ella".
Alegrías en los tribunales
La batalla de judicial de María José con Telecinco se ha convertido en los últimos tiempos en la mayor alegría para la odontóloga. No deja de sumar victorias. La última de ellas, en diciembre de 2019. Se alzaba con el triunfo por cuarta vez en ese año, y la cadena era condenada en primera instancia a pagarle una indemnización de 168.000 euros. En la sentencia se dictaminaba que Mediaset había vulnerado el derecho al honor y a la intimidad de la esposa de Jesulín al publicar unas informaciones erróneas sobre su estado de salud en el programa Sálvame.
Con esta resolución judicial, ya suman cuatro las victorias de Campanario contra Telecinco. La primera sentencia favorable tuvo lugar en junio, cuando los tribunales de Arcos de la Frontera dictaminaron que Telecinco y José Antonio León habían cometido un delito de intromisión en su intimidad. La justicia los condenó a pagar 8.000 euros de forma solidaria, como informó entonces en exclusiva JALEOS.
La esposa de Jesulín de Ubrique decidió llevar a la cadena y al reportero a los tribunales a raíz de algunas informaciones que habían publicado sobre su estado de salud y su último ingreso hospitalario. Campanario opinaba que se le había adjudicado el diagnóstico de una enfermedad que era falso. Meses después, el 3 de octubre, la justicia volvió a dar la razón a la de Castellón y condenó a María Patiño (48) y a Telecinco por una intromisión en el derecho al honor y a la intimidad, por la que tenían que indemnizarla con 6.000 euros y publicar la sentencia en Sábado Deluxe. En este caso se juzgaba las afirmaciones de Patiño en Sálvame Deluxe, en las que aseguró que Campanario "había cogido por el cuello a su suegra".
La odontóloga también se ha enfrentado este año contra Kiko Hernández (43) y Mediaset, por un parte médico que se difundió en directo en Sálvame en 2015. En esta ocasión, el equipo jurídico de la esposa del torero se centró en que la salud de su clienta debía ser protegida y recalcaron que el hecho de que un personaje venda su vida personal en un momento determinado, no es una causa justificada para que se puedan tratar de dominio público aspectos tan delicados como su enfermedad.
En todos estos pleitos, María José Campanario ha confiado su defensa en el bufete de abogados Averum, una firma especializada en derecho al honor, la reputación corporativa y derecho digital. En concreto, los encargados de llevar su caso han sido los abogados Antonio González-Zapatero Dominguez y Mario Bonacho Cabellero.
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