Este pasado sábado, día 13 de junio, se cumplía un mes exacto del fallecimiento de Álex Lequio. Como ya es costumbre desde que sucediera aquel trágico acontecimiento en la familia García Obregón, los cuatro hermanos de Ana Obregón (65 años), Celia, Amalia, Juancho y Javier no se separan ni un solo momento de ella. 

Son tiempos difíciles para toda la familia y los amigos del joven empresario, pero no por ello dejan de lado sus diversas laborales profesionales. Este jueves por la mañana, los hermanos de Ana se han reunido en la empresa familiar, donde trabajan todos, y han tenido una extensa reunión que ha durado hasta mediodía.

Celia García Obregón, a la salida de su puesto de trabajo junto a todos sus hermanos, ha atendido amablemente a los medios de comunicación que se apilaban en la puerta y ha desvelado cómo se encuentra su hermana Ana. 

Hola, muy buenas. ¿Qué tal están?

(Gesticula con la cabeza)

¿Qué tal está Ana?

Hecha polvo.

Animándola, todo el rato con ella y acompañándola, ¿no?

Animándola, pero está hecha polvo. Normal...

¿Irán a Palma estos días?

Eso esperemos No sé cuándo, pero eso esperamos.

Bueno, mucho ánimo y mucha fuerza para ella también.

Gracias.

El dolor de una madre

El dolor de Ana Obregón queda patente no solo en las duras y discretas declaraciones de sus hermanas sino también en sus redes sociales. Tan solo horas después de conocerse la muerte de Álex, Ana publicó una preciosa fotografía en la que aparecía junto a su hijo acompañada de un texto revelador. Cuatro palabras que definían perfectamente sus sentimientos en aquel instante: "Se apagó mi vida". 

15 días más tarde, Ana recuperaba algo de fuerzas para volver a utilizar sus redes sociales. En esta ocasión para publicar una hermosa carta donde explicaba lo orgullosa que estaba de haber tenido un hijo tan impecable como Álex. 

"Mi guerrero de la eterna sonrisa a pesar de los dolores, meses de hospitalización , y sufrimiento. Para mí ha sido un honor estar a tu lado de la mano en esta batalla sin descanso, pero también viéndote sufrir sin una queja ha sido la lección de vida más cruel que una madre puede soportar", decía un fragmento de aquella misiva.

Y continuaba así: "¿Qué puedo decirte, hijo? Que eras / eres mi vida y ahora ya no hay nada. Que perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir. Y tú querías vivir, casarte algún día y tener cinco hijos. Muchas noches en el hospital pedimos juntos a Dios que te curara y no nos hizo ni caso. Ahora solamente le pido que pueda volver a abrazarte muy pronto porque te echo insoportablemente de menos".

Hasta el momento, Ana Obregón está viviendo su dolor y su luto en la intimidad, arropada constantemente por los suyos: sus cuatro hermanos, sus sobrinos y sus íntimos amigos. Aunque hay algo que tiene claro. La actriz pretende hacer un gran funeral para Álex Lequio, el homenaje que merece el que para ella fue el hombre de su vida y al que apenas un reducido grupo de personas pudo despedir el pasado 16 de mayo en el Tanatorio de La Paz - Tres Cantos en Madrid.

Debido al estado de alarma y las medidas de protección sanitarias implantas por la crisis del coronavirus, al entierro del joven de 27 años solo acudieron sus padres, Ana y Alessandro Lequio (60), la esposa de éste, María Palacios (43), dos de sus tías, Amalia y Celia, su prima Celia (27), dos íntimos amigos, Nacho Fernández de Ansorena y Borja Palacios; y su novia, Carolina Monje (27). 

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