Miguel Bosé (64 años) y su expareja, el artista Nacho Palau, han comparecido este lunes 19 de octubre en los Juzgados de Pozuelo de Alarcón en Madrid. El cantante y quien fuera su razón de amor durante 26 años han protagonizado el que parece será, con total seguridad, uno de los juicios más mediáticos del año en España. El litigio judicial entre Bosé y Palau dictará precedente en los casos de filiación de los hijos entre parejas del mismo sexo que no hayan sido reconocidas legalmente por ambos en el momento de su nacimiento.
Y es que, después de una larga lucha por parte del escultor, este lunes por fin será un juez el que dilucide la doble filiación de los cuatro hijos que el cantante y él tuvieron durante su amor de casi tres décadas: Diego (9), Tadeo (9), Ivo (8) y Telmo (8). Palau busca judicialmente -tras la negativa de Bosé a alcanzar un acuerdo privado por el buen de sus pequeños- que los cuatro niños sean declarados legalmente hermanos e hijos de ambos.
El valenciano defiende que sus hijos Ivo y Telmo son hermanos de los dos hijos de Bosé, Diego y Tadeo, aunque no compartan los mismos genes ni los mismos apellidos y por lo tanto tienen los mismos derechos y se merecen crecer juntos como hermanos. Confiando en la justicia y mucho más tranquilo de lo que cabía esperar ante su reencuentro con Miguel Bosé, Nacho Palau llegó a los juicios de Pozuelo acompañado por su abogado, José Gabriel Ortolá, sin hacer declaraciones pero saludando sereno a los medios de comunicación y ocultando una ligera sonrisa bajo la mascarilla, obligatoria a causa de la Covid.
Con atuendo informal y el pelo bastante más largo que en sus últimas apariciones, el escultor se muestra confiado en que la justicia le dé la razón y, a partir de ahora, tanto él como el cantante sean, legalmente, padres de los cuatro niños. Por su parte, su expareja, Miguel Bosé, ha logrado burlar a los medios de comunicación accediendo por el parking de los juzgados, como ya hiciera Cristiano Ronaldo (35) en julio de 2017 en el mismo edificio.
Desde el despacho que defiende a Bosé, Aranzadi, Ríos & Bengoechea, tuvieron que pedir una solicitud expresa de permiso a la gerencia del edificio Ática, ubicado en la vía de las Dos Castillas en Pozuelo, que gestiona el alquiler de los inmuebles a varias empresas y a la sede judicial. Esta autorización se solicita y se concede exclusivamente por motivos de seguridad o, en el caso de Bosé, para que los medios no puedan hacer fotografías a la entrada y la salida de los tribunales.
La madre y la hermana de Nacho
Lola Medina, madre de Nacho Palau, ha sido uno de los testigos que han declarado en el juicio que enfrenta al escultor con Miguel Bosé por la doble filiación de sus cuatro hijos. La valenciana, visiblemente nerviosa, abandonaba los juzgados algo después de las 12 de mañana tras contar su testimonio al juez. Poco acostumbrada a las preguntas de los medios de comunicación, ha confesado que lo único que quiere es que salga "la verdad. Porque la verdad es la verdad siempre y es lo que tiene que llegar. Nada más".
Enfadada, ha negado que se haya reencontrado con el que fue su yerno durante 26 años, Miguel Bosé: "¿Qué reencuentro? ¿Qué reencuentro?" y ha bromeado irónica con el encuentro al preguntarle si se habían saludado: "Sí. Hola. ¿Cómo estás? y cómo te ha ido, no? Dejadme en paz, estoy nerviosa, por favor".
Resignada, Lola ha contado que "todo ha ido bien. Y ya decidirán los jueces" y ha confesado qué es lo que pretende Nacho Palau, que no es otra cosa que los cuatro hermanos estén juntos: "Ojalá todo se solucione de la mejor manera y sin tanta tontería". Otro de los testigos, llamados por parte de la defensa de Nacho Palau, ha sido la periodista María Eugenia Yagüe, quien a la salida de la sede judicial ha respondido a las preguntas de sus compañeros, los medios de comunicación, interesados en conocer qué había pasado en sala.
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