Justo cuando acaba de adentrarse en la treintena, Amarna Miller puede presumir de haberse labrado una carrera como creadora de contenido digital, activista y comunicadora. Aunque nunca ha renegado de sus inicios como actriz de cine para adultos, ahora la joven trata de liberarse de esa etiqueta que, en muchas ocasiones, ha supuesto un estigma en su imagen pública.
En la actualidad, Amarna está al frente de Este es el mood, un programa emitido en el canal de Youtube de Badoo en el que se abordan contenidos como el sexo, el poliamor o la política desde una perspectiva de género.
Reconocidos invitados de distintos ámbitos como la cantante Soraya Arnelas (38), el torero Miguel Abellán (42) o la actriz Daniela Santiago (38) han visitado este espacio, que acaba de estrenar su segunda temporada. JALEOS ha charlado con su presentadora para conocer cómo está viviendo esta nueva faceta profesional.
¿Qué balance hace de su experiencia al frente de Este es el mood?
Estoy supercontenta. Me parece un programa muy necesario en el que hablamos de temas que todavía nos falta que estén en primer plano en nuestra sociedad. Hablamos de relaciones, de amor, de sexualidad... Siempre desde una perspectiva de género. Como experiencia está siendo supergratificante y siento que estoy creciendo mucho a nivel laboral.
¿Cómo ha recibido el público este nuevo formato?
La acogida ha sido impresionante desde el primer momento. Ha sido una sorpresa, teniendo en cuenta que es un nuevo formato y que se emite en una plataforma digital. Desde el primer programa conseguimos invitados increíbles y la respuesta de la gente ha sido muy buena. Una cosa que siempre me sorprende para bien es que la gente comenta, opina, se crea feedback y conversaciones en los comentarios de Youtube. Conseguir eso en las redes es muy complicado.
¿Hay alguna entrevista que le haya marcado?
Me ha gustado mucho el programa que hemos hecho sobre relaciones y política con Miguel Abellán y Eduardo Rubiño. Teniendo en cuenta cómo está el panorama actual y el clima político, me gustó mucho que se diese espacio a dos opiniones tan enfrentadas a priori y que hubiese un clima de empatía y de entendimiento.
Como feminista y vegana, ¿cómo fue dialogar con el torero Miguel Abellán?
Cuando me lo dijeron me pareció maravilloso porque es una perspectiva que yo no conocía. La verdad es que del tema de la tauromaquia no tenía ni idea, me pareció muy instructivo pese a que no estoy de acuerdo con sus palabras. Creo que mi labor como presentadora es poder entrevistar sin plasmar mis opiniones personales, simplemente dando un espacio para que me cuenten su historia, su realidad y su verdad.
¿Hay algún invitado que le encantaría tener en el programa?
Sí, me encantaría traer a La Zowi, a Bad Gyal, a Nathy Peluso y a C Tangana, porque me parece que tienen perspectivas de la vida interesantes. C Tangana, con toda la que está liando últimamente con sus singles, me parece un absoluto genio del marketing. Ellas, por su parte, son mujeres referentes en la música en España y a nivel internacional, cada una con su estilo, pero me gusta mucho su rollo y su identidad pública, me encantaría conocerlas más a fondo y poder preguntarles cosas.
¿Cree que hacen falta espacios como Este es el mood en la televisión tradicional?
Totalmente. De hecho, YouTube y las plataformas digitales son la punta de lanza para llegar a medios más mainstream como la televisión. Me parece tremendamente necesario que se hable de otros modelos de relaciones, de otras formas de vivir la vida y de transitar por el mundo. En Este es el mood se da la oportunidad de contar su realidad a un montón de personas con ideas diferentes.
A pesar de los avances, ¿el público sigue siendo un poco mojigato a la hora de hablar de sexo?
Creo que hay más bien un doble rasero, porque la mojigatería es algo que sucede sin querer, sin que formes parte activa de ese problema, pero creo que aquí hay algo activo, un doble rasero en el cual está bien hablar de ciertas cosas en algunos ámbitos pero no en otros. Siempre hay miedo a darle cabida en la tele a alguien para hablar del poliamor, porque creen que significa posicionarse dentro de alguna ideología, pero no, el mundo es diverso y el feminismo sigue haciendo un esfuerzo por conquistar esos espacios.
En su programa facilita un diálogo que muchas veces no se da en las redes. ¿Es tan difícil lograr ese entendimiento?
Creo que hay mucha polarización ideológica, las redes sociales son un reflejo y en algunos casos también son un detonante. Durante los últimos años, hay una tendencia a rodearnos de personas y a buscar únicamente cosas con las que estamos de acuerdo. Nunca nos paramos a escuchar de forma asertiva las opiniones contrarias, y eso crea un clima de mucha tensión.
Usted misma ha sido objeto de críticas en las redes por defender la prostitución.
Sí, he sentido mucha crítica no constructiva y mucha cultura de la cancelación. Esta idea de que si alguien dice algo mal de repente toda su obra, todo su trabajo del pasado no puede ser consumido ni entendido fuera de ese error o de esa polémica. Es un reflejo de esa polarización.
¿Se arrepiente de haber expresado abiertamente su opinión?
He tenido polémicas por algún tuit fuera de tono, porque era más joven y no pensaba las cosas dos veces. Pero tampoco es que me arrepienta, es un proceso de aprendizaje para comprenderte mejor y saber comunicarte mejor. Yo intento no cortarme, pese a que creo que existe un miedo a decir cosas que se salen de la norma o del pensamiento mayoritario, sigo diciendo lo que pienso aunque con más cuidado de en qué redes lo hago y de qué manera.
¿Se han convertido las redes en una dictadura de opinión?
Yo lo que veo todo el tiempo es mucho ego, que yo también lo tengo, pero estoy en proceso de trabajármelo. El ego te hace pensar que tú tienes la razón y que el resto está equivocado, entonces ya no debates, no escuchas, simplemente intentas convencer a los demás. Es un círculo vicioso en el cual de repente dejas de permitir el diálogo constructivo para pasar a una lucha dialéctica, que es en lo que se ha convertido Twitter. Es una lucha de 'zascas' a ver quién formula la frase de tal manera que te puedan hacer un escarnio público y a mí me da pereza.
En su programa se ha tratado el polémico asunto de las TERF (feministas radicales transexcluyentes). ¿Cómo se puede afrontar este conflicto desde el diálogo?
Es un muy buen ejemplo de falta de diálogo dentro del movimiento feminista. La idea de que no hay que escuchar a las personas de que no piensan como tú sino que hay que criticarlas hasta que no tienen espacio para hablar. A mí es algo que me chirría muchísimo. Obviamente yo no pienso que tenga cabida un movimiento dentro del feminismo que piense que las mujeres trans no son mujeres, pero siempre pienso que la solución está en el diálogo y en la crítica desde una perspectiva constructiva.
¿Le gustaría entrevistar a una TERF en Este es el mood y dialogar con ella?
Yo a nivel personal rechazo el discurso TERF y me parece terrible negar la identidad de una mujer trans por el hecho de serlo. Obviamente, como Amarna, no tengo ningún interés en dar voz al feminismo radical transexcluyente, para mí no debería ser un debate. Existen mujeres transexuales y no podemos debatir su identidad.
Lleva muchos años reinventándose y probando nuevas facetas laborales. ¿Qué se ve haciendo en el futuro?
A nivel profesional me está encantando la experiencia de presentar y de entrevistar. Me encanta comunicar y poder tener diálogos con personas cuya historia no conozco. También estoy dirigiendo un podcast que se llama 'Con voz de mujer' en el que hablamos con personas anónimas desde una perspectiva de género. Me veo presentando tanto en formato audio como vídeo, me encanta también escribir, pronto sacaré un nuevo libro sobre feminismo, que es un tema que me obsesiona bastante. Así que me veo por esos derroteros, comunicando a través de espacios audiovisuales, libros y con todo el trabajo que hago en redes sociales.
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