Rafael Amargo (45 años) es incendio, terremoto, tsunami, aguacero y vendaval. Los cinco elementos de la naturaleza eclosionan en este artista de Granada que, por pasión congénita o por herencia indirecta -o quizá por ambas cosas- ahora se encuentra al frente de una revisión más que especial de Yerma, obra cumbre de su paisano, el inmortal y eterno maestro Federico García Lorca.
Para conocer todos los detalles de esta nueva producción, JALEOS de EL ESPAÑOL se cita personalmente con el bailaor en el Teatro La Latina, el lugar que acogerá este espectáculo del 3 de diciembre al 31 de enero.
Hable de Yerma, como si todavía hubiera algo que decir...
He pasado la pandemia pegado al teléfono con LLL, Luis Libertad Lara, que es el compositor musical con el que he hecho todo. Esta obra está hecha entre él y yo. Es un espectáculo que no se queda en silencio en ningún momento. Siempre hay unas notas, un colchón armónico que sostiene a la voz del actor o la actriz porque considero que cuando el teatro se queda en silencio y alguien declama, se queda muy denso. Hemos hecho una banda sonora y unos números musicales especiales para las piezas. Es la obra de Lorca, evidentemente, como Lorca la cuenta, sin modificar sus palabras, pero en este caso lo cuenta Federico. Federico tiene una entrevista con un erudito de la época y, claro, empieza a decir unas cosas fantásticas al periodista. ¿Qué temas le interesa al pueblo? Lo social y lo sexual. Y Federico eligió lo sexual. Él quería remover las tripas del espectador. Imagínate a ese hombre, con esa edad, en 1928 diciendo eso. Mucho más moderno que nosotros ahora. Federico se basa siempre en historias que son reales, historias que ha escuchado por el pozo colindante de la casa de sus padres o en la casa de mi abuelo, donde se escondía todas las tardes para escribir El Romance del Amargo, por eso me llamo Amargo...
Por artista o por granadino, ¿se siente conectado a Lorca?
Me siento conectado a Lorca porque nací ahí, puerta con puerta, pared con pared. Mi abuelo Rafael era su cartero, era su confidente. En la época de la guerra no llegaban tantas cartas, pero a Federico le llegaban muchas. Nuestro pueblo se llamaba Asquerosa y en 1942, mi abuelo, que era el alcalde, cambió el nombre y le puso Valderrubio, Valle del tabaco rubio, porque a Federico le daba vergüenza que sus amigos le escribieran a su casa de Asquerosa. Federico le decía, "Rafael, como me da mucha vergüenza que ponga Asquerosa, voy a poner Apeadero de San Pascual", que era el apeadero donde el tranvía paraba. Entonces, por ese dato, mi abuelo ya sabía las cartas eran para Federico. Mi abuelo las dejaba en mi casa y decía: "Niño, ven, que ha hecho la Antonia una comida muy buena" y entonces iba allí a leer las cartas.
O sea, que su relación familiar con el poeta era directa. Casi como un heredero.
Mira, cuando yo tenía 14 años fui con los reyes Juan Carlos y Sofía a una recepción a Túnez y me tenían que presentar. Yo me llamo Jesús García y allí pensaron que no era un nombre muy flamenco. "Tienes nombre de banquero", me dijeron, "tú tienes que tener un nombre gitano, fuerte". Me dijeron: "Vas a ser Rafael, como tu abuelo, y Amargo porque eso se escribió en tu casa". Tú sabes que los gitanos te lo ponen y te quedas con el nombre. Entonces, después de lo de Túnez me lo quité porque no me gustaba. Y cuando llegué a Madrid, una noche, en un bar que se llamaba La Gloria, con Pedro Almodóvar, Quentin Tarantino y Uma Thurman, que habían venido a verme bailar al Café de Chinitas y con quienes después me fui de copas, me dijo Pedro: "Qué nombre más feo, Jesús García". Y le dije: "De chico me llamaban Rafael Amargo" y me dijo: "Ya está. Ese es tu nombre, Rafael Amargo". Mi nombre de hoy me lo reconfirmó Peter Almodóvar.
¿Y quién era el Amargo?
Antonio El Amargo era un gitano guapísimo que había en el pueblo y que Federico estaba enamorado de él. Federico se ponía todas las tardes a mirarlo por las rendijas del visillo de la casa de mi abuela. El gitano amarraba el caballo en las rendijas de mi abuela y Federico le decía: "Ay, Antonia, qué guapo es el Amargo...". Y mi abuela le decía: "Anda, anda, quítate de ahí que te van a dar un palizón que te van a matar en el pueblo por maricón". Entonces Federico le escribió aquello de... El veinticinco de junio, le dijeron al Amargo, ya puede' cortar si quieres, las adelfas de tu patio...
En Yerma se habla del "deseo personal y el mandato social de ser madre". ¿La sociedad nos presiona a, en general, llevar vidas convencionales? ¿Casarnos? ¿Ser madres?
Existe ese estigma, sí. Pero, qué complicado... Bueno, hay parejas que deciden no tener hijos. Ahora también hay hombres casados con hombres que quieren tener hijos, mujeres con mujeres que también. ¡Yo a lo mejor tengo otro hijo!
Pero ¿solo o con una mujer? ¿Recurriría a la gestación subrogada?
Yo, yo, yo. Como Miguel Poveda. Bueno, te pongo a Miguel como ejemplo de persona que está soltera y que no ha querido desvelar el nombre de su pareja. Hasta hace poco no sabíamos de quiénes eran los hijos de Miguel Bosé. Lo de la gestación, a ver, yo soy muy chapado a la antigua. A mí me gustaría tenerlos como de toda la vida, copulando, pero también sería una opción. Pero todavía voy a terminar de criar a los que tengo y luego ya después...
¿En qué momento personal está usted?
Yo he corrido mucho, he hecho de todo en la vida: me he casado cuatro veces, me he separado siete (se ríe), he tenido historias con hombres, con mujeres... y todas han sido verdad. Pero las más de verdad no las he contado. Soy muy egoísta para lo mío. Cuando una cosa la siento y es fuerte, eso tiene que quedar con uno y llevárselo a la tumba. Que no sepa mi mano derecha lo que haga la izquierda.
Usted se ha declarado abiertamente bisexual. ¿Por qué todavía hay tanto prejuicio con esa orientación?
El que tenga un prejuicio hoy en día con la bisexualidad es que es un cínico. Todo el mundo debería mirar hacia adentro... Los hombres se van por ahí de fiesta, de putas, y son muy machos... Tenemos que normalizar las cosas. Es como lo del Día del Orgullo Gay. ¿Por qué no celebramos también el Día del Orgullo Hetero? ¿Porque no es normal? ¿Estamos quitándole normalidad al hecho de que dos personas del mismo sexo puedan tener una relación?
¿Está en contra de esas reivindicaciones?
No. Lo que creo es que ya deberíamos rendirnos y darnos cuenta de que entonces habría que celebrarlo todo. Lo que no podemos es castrar una cosa, el Orgullo Gay una semana de... ¿Y durante el año no se celebra? Durante el año sigue siendo gay y sigue siendo tu hija. Te digo esto, pero también te digo que hoy estamos más atrás que hace tres o cuatros. Hace tres o cuatro años parecía que íbamos embalados hacia una libertad increíble, pero no sé si la gente está ahora con miedo...
En estos años es cuando ha habido una incursión política fuerte de un grupo de extrema derecha.
Esa gente también los tiene en sus casas. A mí me dan miedo las etiquetas. Es como lo de los artistas, siempre tienen que ser de izquierdas. Pobre Norma Duval cuando dijo que era de derechas. Hoy en día está todo invertido: la derecha es mucho más abierta que la izquierda. La izquierda se está volviendo un poco... Mira, ahora está la izquierda. Pero antes, que estaba la derecha, éramos más modernos. Hace tres o cuatro años no había tanta represión como ahora, que vamos para atrás en vez de ir para adelante, y estaban los del PP. Yo no soy de ningún partido porque ninguno me convencen. Pero si tuviéramos que romper el estigma, los de izquierda han demostrado que son todos más pro todas estas cosas que estamos hablando y se ha demostrado hace años que los del PP son más modernos que los de izquierdas.
Además de bailaor, usted ha hecho mucha tele.
Hombre, para mantener 20 nóminas, ¿cómo lo hago? Con dos pies no me da.
Su nombre sonó hace poco para un reality, ¿se ve?
He estado tres años en Italia haciendo un programa llamado Ballando con le stelle con Milly Carlucci. Ahora quiero irme a Univisión a hacer Mira quién baila All stars en México y en Miami. Uno en Univisión y otro en Televisa. Mientras que pueda hacer realities en Italia... Allí está bien visto. Hacer un reality en España es estar de por vida crucificado. Y luego si quieres hacer series de televisión, ese estigma te persigue. Un artista también puede hacer un reality. Yo he querido hacer aquí televisión como actor y me he tenido que ir a hacer ficción a Argentina porque aquí en un casting me ve como Rafael Amargo el bailaor de flamenco que salía en el ¡HOLA! con su familia. ¡Pues, coño, igual que Penélope Cruz que también es la de las campañas de L'Oréal!
¿Algún proyecto que le apetezca más allá del teatro?
Ficción. Estoy escribiendo una serie autobiográfica que ya la ha cogido, de hecho, un grupo y tenemos que ver qué pasa. Es una comedia, una catarsis de lo que sería un personaje acabado, que ha tenido éxito y se le va de las manos. De repente se inventa otra profesión para ser algo... Es muy gracioso porque es como las vedettes estas que se han quedado ancladas en el pasado.
Este teatro, este ambiente, es muy de vedette también.
Mira, cuando llegué a Madrid estaba Lina Morgan en este teatro. Me quería muchísimo y yo la quería horrores. Tenía un carácter... fuerte. Rocío Jurado, Lola Flores... ya eso no hay.
Cuénteme algo de su experiencia como bailaor de Lola Flores.
Lola era Lola. La más grande. Yo siempre la llevaba cogida del brazo así y siempre me decía: "Tú ponte aquí y que nadie me toque en este lado". Era el lado donde ella tenía su cosa mala -el cáncer- y yo no sé si es que ella pensaba que eso se pegaba o simplemente no quería que nadie le rozara su cosa mala... Yo tenía 16 años.
Ya no quedan Lolas, ¿no?
Ahora las Lolas son de otra manera. Personas que sean así de arrolladoras, ¿quién hay? ¿Arrolladora, fantástica y que sean lo que son sin tener que ponerse ni quitarse una peluca?
¿Isabel Pantoja?
Evidentemente, es la última folclórica. Luego tienes a Pastora Soler, Diana Navarro, Pasión Vega... pero bueno... las hay de casta y las hay de casting. Y Lola era de casta. Ella se puso ahí, se lo comió, se lo bebió, se lo defendió, se lo peleó, se lo autorizó, se lo personalizó.
¿Siente nostalgia?
Hombre, es que ahora... por ejemplo en el baile. Se baila bien, pero... chiquillo, no cuaja la raíz. Haz algo, cáete de la pirueta, échate una novia, échate un novio, que pase algo, ¡aporta algo!
Tiene usted mucha energía, el confinamiento encerrado en casa habrá sido...
He estado bien atadito en corto, triki-triki, traka-traka. Fue suerte. Se dijo: "Todo el mundo encerrado, les pille como les pille". Y justo en ese momento un amigo salía por la puerta de casa y le dije: "Tú te quedas aquí". Sabía que no iban a ser tres horas, que esto iba a ser cinco meses. Él decía que se quería ir y yo le decía que iba a llamar a la Policía, que no se podía.
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