Era febrero de 2014 y España entera se paralizaba ante el televisor cuando empezaba la serie El príncipe. El drama romántico protagonizado por Hiba Abouk (34 años), Álex González (40) y Rubén Cortada (36) reunía cada semana a más de seis millones de espectadores.
Un récord para una ficción que desde entonces Telecinco no vuelto a superar con ninguna otra serie de producción propia. La última emisión fue en abril de 2016 y a finales de ese mismo año, el actor cubano Rubén Cortada se abría una cuenta oficial de Instagram con una única publicación. Hasta ahora. Tras años desaparecido del foco mediático, el intérprete ha concedido una entrevista para la revista Madmen Magazine y ha revelado dónde ha estado todo este tiempo.
"Estuve en Cuba. Paré de trabajar porque me fui por unos temas personales y cada vez se complicó más la cosa. Se me fue de las manos y no pude salir del país hasta casi pasados tres años. Fue una situación complicada. Pero he regresado con mucha fuerza. I am back. Con todo entendido, localizado, bien almacenado. Todo está bien compartimentado en mi cabeza. Hubo cosas que gestioné mal", ha confesado.
Han llamado especialmente la atención las palabras en las que Cortada admite no haber gestionado bien determinados aspectos de su vida personal e incluso admite que ha bajado a los infiernos. "Me fui muy abajo. Mal. Son procesos y todo el mundo los tiene. No es que yo sea especial por esto. Y estamos hablando de esto justamente porque ahora estoy bien. Pero nuestros demonios están todo el tiempo acechando, o por lo menos a mí me están dando todo el tiempo. En Cuba fue bajar al noveno círculo del infierno. Saludé a Dante: '¿Hola, qué tal?, ¿todo bien?, ¿qué tal te va por aquí querido?'. Hablamos ahí abajo, fue una conversación muy interesante", apunta con cierta ironía.
En este tiempo en su Cuba natal, Rubén Cortada ha seguido manteniendo aquel cuerpo fit que todos recuerdan, pero sí que es cierto que se ha dejado el pelo más largo y su grooming es muy distinto al que solía lucir cuando trabajaba en España. Una frondosa barba oscura cubre ahora su cara, aunque su sonrisa y sus ojos verdes siguen siendo su inconfundible carta de presentación.
"Eso fue por Cuba. Se me complicó mucho la vida y me dejé el pelo largo y la barba. También es verdad que cuando no trabajas, como actores no estamos obligados a tener una imagen fija o muy presentable obligatoriamente. Pasamos mucho tiempo solos. Yo ahí estaba solo, completamente solo. La barba era una forma de camuflarme", responde cuando se le pregunta por ese cambio de imagen que ha dejado ver a través de sus redes sociales.
Rubén Cortada llegó a la vida de todos los españoles como el conflictivo narcotraficante Faruq Ben Barek en El príncipe y después de aquel boom masivo tuvo otros roles en diversas series, aunque con menos trascendencia y éxito. Cortada participó en Olmos y Robles de Televisión Española o Lo que escondían sus ojos, donde fue protagonista junto a Blanca Suárez (32).
Aquella miniserie, basada en la novela homónima de Nieves Herrero (63) recreaba la furtiva historia de amor entre el ministro franquista Ramón Serrano Suñer y la marquesa consorte de Llanzol. Se grabó en el palacio de El Rincón, la joya de la corona inmobiliaria de Carlos Falcó, el fallecido marqués de fallecido cuyos propietarios hoy en día son sus hijos.
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