Fabiola Martínez (48 años) y Bertín Osborne (66) comienzan a perfilar sus nuevas vidas por separado. La noticia de su ruptura ha sorprendido a propios y extraños y se ha convertido en la gran noticia de este 2021 recién estrenado. El todavía matrimonio, tras 20 años de relación y dos hijos en común, ha puesto punto final a su historia, pero, tal y como se han encargado ellos mismos de puntualizar, mantienen buena relación. Si bien la separación se ha conocido ahora, ambos llevan tiempo sin compartir techo; Bertín está instalado en su casa de campo de Sevilla, y Fabiola se ha quedado en el hogar conyugal de Madrid.
Eso sí, por poco tiempo. JALEOS ha podido conocer que la venezolana y sus hijos se van a mudar de casa en breve, "en cuestión de semanas". De hecho, de no haber existido la Covid, "ya estarían viviendo en su nuevo hogar". Hay que recordar que Bertín y Fabiola viven en la urbanización La Florida, en una imponente casa levantada sobre una parcela de 2.453 metros cuadrados. Ese ha sido el escenario de multitud de entrevistas que Osborne ha grabado para el espacio En tu casa o en la mía. Una propiedad, pues, que muchos españoles conocen y que el matrimonio acondicionó con ilusión y mucho esfuerzo, ya que la tuvieron que adaptar a la enfermedad que sufre su hijo Kike.
Pues bien, según se desliza a este medio, Bertín y Fabiola llevan mucho tiempo trabajando en la mudanza. El propietario de esta casa -viven de alquiler- la puso a la venta por 3,5 millones de euros, hace cerca de dos años. Desde entonces, la ya expareja comenzó a mirar casas, sin prisa pero sin pausa. No obstante, todo se ha ido demorando "por cuestiones ajenas a ellos" y, en los últimos meses, debido a la Covid-19, y a Filomena en última instancia. Con lo que ellos no contaban entonces, cuando pergeñaron su deseo de mudarse juntos, es que finalmente ese traslado se iba a producir en las circunstancias en que tendrá lugar: con la separación del matrimonio y solo Fabiola y sus hijos. Bertín, queda fuera de ese plan. La persona con la que ha consultado este medio sostiene que Fabiola "ya lo tiene todo listo", a falta del gran traslado de pertenencias. Bertín, pese a todo, ha estado y está muy pendiente de todo. De hecho, se aclara, que en la visita de esta semana del cantante al hogar familiar también se habló, entre otras cosas, de esta mudanza. Su nueva residencia está "totalmente equipada" para la comodidad de Kike y se desliza que actualmente de Osborne "quedan pocas cosas" en la casa, ya todo lo mudó a Sevilla. Más allá del dolor confeso que siente Fabiola, está "muy ilusionada" con el hecho de cambiarse: "Para ella es como empezar de cero, le va a venir muy bien. Quieras o no, esa casa guarda muchos recuerdos del matrimonio y a veces para avanzar no son buenos".
Una buena amiga de la venezolana sostiene en conversación con este medio que los últimos días han sido "muy duros" para ella. Ser un personaje público y tener que hablar de la vida personal y sentimental no es fácil cuando vienen mal dadas, pero Fabiola ha demostrado ser "una mujer estupenda, llana y cercana". Hay periodistas apostados en la puerta de su todavía casa, y Fabiola sufre por ellos y sus condiciones ante el frío que asola. Por eso, aunque no tenga mucho que añadir a lo contado, "se para y los atiende". Está siendo un ejemplo, al igual que Bertín. El cantante, se desliza, de momento no se plantea buscar casa en Madrid, tiene claro que su presente y futuro a medio plazo está en Sevilla. A Madrid solo viajará para ver a sus hijos y por motivos profesionales.
No habrá reconciliación
Ha habido una cuestión que, desde el minuto uno, ha sobrevolado al matrimonio: ¿se reconciliarán o esta separación es irrevocable? Fabiola lo ha dejado claro en las últimas horas: no habrá vuelta atrás. "Con esto no se juega. No es una cosa de que hoy me viene bien y mañana me viene mal y al revés, no. Esto es muy pensado, son muchas cosas, hay muchos sentimientos todavía que hay que poner en su sitio. Cuando te separas por un motivo gordo, como terceras personas o porque haya una movida súper gorda, el mismo dolor o la rabia o lo que sea te hace ser más fuerte, pero cuando dos personas se quieren, como es nuestro caso, y se respetan, ponen muchas cosas en la balanza, al final es mejor estar bien por separado que estar mal juntos".
Sea como fuere, parece que ningún problema se va a interponer en este adiós sentimental, del que este periódico conocía nuevos detalles hace unos días. La noticia se ha dado justo en el momento en que el matrimonio lo ha decidido. Todo ha sido "consensuado, desde el primer momento". Fue a mediados del mes de noviembre de 2020 cuando Bertín y Fabiola se sentaron a charlar. La cosa no iba bien entre ellos, demasiada fricción, mucha discusión que no hizo más que erosionar los cimientos de su relación. En esa conversación se tomó la decisión, dolorosa, pero necesaria. Se explica que la separación se ha hecho pública ahora porque "así se deseó, que pasara la Navidad y los días familiares".
Una vez estos festejos y días de Pascua quedaron atrás, había llegado el momento. Bertín y Fabiola han sido un matrimonio que se adoraba, que se admiraba y han intentado salvar su historia hasta el último momento. Una persona de su entorno asegura a este medio que ambos "llevaban ya bastante tiempo separados físicamente". Él, por motivos profesionales, afincado en Sevilla. Ella, en Madrid con sus hijos, en la casa familiar. No han sido meses fáciles, la Covid-19 tampoco ha ayudado, se apostilla: "Los meses confinados en Sevilla fueron duros".
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