Gran Hermano 14. Durante una de las muchas pruebas semanales, los concursantes tenían que realizar un escrache para pedir cosas al 'Súper'. Cuatro de ellos, entre los que se encontraba Argi Gastaka (28 años), hablaron sobre su participación en manifestaciones y movilizaciones ciudadanas. Todo en tono de broma, cuando no jacarandoso, hasta que un comentario provocó un silencio sepulcral. "Yo solo he ido a la manifestación para que vuelva ETA". Esa frase la pronuncia Argi y todos enmudecen. Son conscientes de la gravedad que revisten sus palabras, donde no cabía el chascarrillo.
A los segundos, Gastaka se da cuenta de que no ha estado correcta, de que sus palabras habían sido pronunciadas en un reality seguido por millones de espectadores. "Es una broma", se excusa al punto. Sus compañeros la secundan y, mirando a cámara, aseguran que estaban hablando de cachondeo. Los acontecimientos se precipitan, a Argi la llaman al confesionario, las redes arden, vociferan su expulsión. Sus minutos en la casa de Guadalix están contados. Una broma pesada, sin duda. Una frase que le terminó costando muy cara. No solo por la expulsión, sino por lo que estaba por venir: el destierro de la cadena.
Pero antes de ahondar en ese delicado pasaje, viajemos un tiempo atrás. Argi Gastaka nació el 13 de agosto de 1992 en Vizcaya. La tele siempre le gustó y por eso, cuando se vio adulta y con independencia, ni se lo pensó a la hora de participar en la edición 14 de su, se entiende, programa predilecto, Gran Hermano. El lunes 11 de febrero de 2013 fue un día muy importante en la vida de Gastaka. No sabría ella hasta qué punto y alcance. Le había hecho creer que tan solo sería reserva del reality, pero le informaron, por sorpresa, que estaba dentro, que era concursante oficial. En su vídeo de presentación, confesaba ser audaz y saber lo que quería, se definía fan de la comida rápida y aseguraba no tener vergüenza para nada y conseguir todo lo que se proponía.
Una mujer hecha a sí misma, qué duda cabe. Con arrojo y arrestos. Desde un primer momento mucha gente se volcó con ella, la red social Twitter ardía en favor de Argi semana tras semana conforme avanzaba el concurso. Esa misma red que, tras aquella broma, pediría su cabeza. Gran amiga de Susana -haciéndose llamar 'Susargi'-, la que realmente ganó la edición, muchos consideraron, hasta el escándalo y también post comentario, que Argi fue la ganadora moral. Pudo haber sido, pero no fue. Volvemos al momento de marras. Ese que todo lo precipitó. Argi volvió una y otra vez a entonar el mea culpa.
No obstante, las disculpas no impidieron que la frase corriera como la espuma por Internet. Nadie podía parar aquello. Tanto internautas como las plataformas de víctimas del terrorismo reclamaron a Telecinco y a la dirección del programa medidas disciplinarias para la concursante. En Twitter, por ejemplo, la AVT -Asociación de Víctimas del Terrorismo- escribió: "Esperamos que la dirección Gran Hermano y Telecinco actúen de manera inmediata y expulsen a una concursante por pedir la vuelta de ETA". Tras el desafortunado comentario, Argi sospechaba lo que se le venía encima: "Lo malo es que lo estoy diciendo por la tele. A ver, que lo he dicho de broma, que evidentemente no se me ocurre meterme en... Joder, no tenía que haber hecho ni la broma. Imagínate que lo sacan".
"Perdón, perdón, perdón, perdón. No era mi pensamiento", barbotó en el confesionario cuando le enseñaron las imágenes de su metedura de pata. La vizcaína se echó las manos a la cabeza. "Entiendo todo el dolor causado. No sé qué puedo hacer. ¿Qué más puedo hacer?", dijo la concursante, arrepentida y desconsolada. De nada sirvieron sus palabras: la dirección la expulsó. Tras comunicárselo el Súper, Argi solo alcanzaba a decir: "Mi pobre familia", mientras su compañera Susana lloraba desconsoladamente. "Pero si perdiste perdón...", le decían. "Es por un comentario, uno feo que hizo daño a mucha gente, pero fue de broma, que os lo cuente luego Susana, ahora no me hagáis hablar del tema", añadía Argi.
Esa noche de la expulsión, en contra de lo que viene siendo habitual en el funcionamiento del programa, Argi Gastaka no pisó el plató de Gran Hermano. Ella siempre rechazó cualquier invitación. Tan solo el día de la gran final accedió a visitar el espacio, presentado entonces por Mercedes Milá (69). A partir de este momento no ha querido saber nunca nada más de Telecinco y ha sido colaboradora del programa El conquistador del fin del mundo de la cadena ETB 2. A los pocos días de su expulsión, Argi conectó en sus redes sociales y dio su versión de los hechos. Gastaka sostuvo entonces que ese día de la expulsión estaba "cagada y muerta de miedo. Me imaginaba que era lo peor del mundo entero y que me iban a tirar tomates fuera por donde fuera".
En aquellas declaraciones, aseveró que "verdaderamente no sé las razones de mi expulsión", aunque admitió que "el programa se ha portado muy bien conmigo en todo momento y me han cuidado mucho. Desde el primer momento, mi psicóloga y los redactores estuvieron ahí". Este pasaje le sirvió para darse cuenta cabal de que "la repercusión tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. Lo bueno es que luego puedes salir y darte cuenta de en qué te has equivocado".
Apartada de los medios, Argi sorprendió hace unos días tras reaparecer, ocho años después, en el programa El Conquistador de El Caribe, de la televisión vasca. El motivo de su regreso televisivo fue ir a defender a su chico, actual concursante del reality de aventura vasco. De inmediato, las redes sociales comenzaron a llenarse de capturas de Argi en su intervención televisiva. Y es que, pese a que han pasado ocho años, Argi sigue siendo muy recordada por su excelente paso por el reality.
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