Este pasado lunes, 29 de marzo, Mila Ximénez (68 años) ingresaba en el Hospital La Luz, en Madrid, el centro médico donde, desde el pasado mes de junio, recibe su tratamiento contra el cáncer de pulmón que le fue diagnosticado. La colaboradora, alejada de su puesto de trabajo y de las redes sociales desde hace tres semanas, llegó allí acompañada por su hermana Concha y por el marido de esta, tal y como se pudo ver en las imágenes publicadas por una revista del corazón esta semana.
Justo cuando se cumplen cuatro días de este ingreso, el cual le recomendó su equipo médico, Ximénez ha recibido la visita de una compañera de trabajo que, además, es buena amiga y uno de los mayores apoyos con los que ha contado durante estos duros meses enfrentándose a la enfermedad. Al filo del mediodía de este jueves, María Patiño (49) ha sido retratada por los reporteros gráficos llegando a la clínica, en cuyo interior Mila está recibiendo los cuidados facultativos oportunos.
Con gesto muy serio y con una bolsa en la mano, seguramente con algún encargo para su amiga o para esos familiares que no se separan de ella, Patiño entraba en el hospital para pasar un rato con Ximénez. La colaboradora está teniendo menos visitas de las que tendría en condiciones normales debido a las restricciones marcadas por la pandemia,que limitan el número de las mismas para reducir los riesgos de contagio. Máxime en un delicado caso como el de Mila.
Lo cierto es que, en las últimas horas, sus compañeros de Sálvame se han volcado con ella en las redes sociales, mandándole mensajes de ánimo de todo tipo. Entre ellas, Anabel Pantoja (34), con quien tiene una estrecha amistad y que aprovechaba para repostear en sus stories una imagen de arropo de su club de fans. "Eres una luchadora", se podía leer junto a un corazón. "A por todas, Mila", añadía la andaluza.
También Belén Esteban (47), que le mandaba todo su cariño con una foto que acompañaba con el tema musical de Manuel Carrasco (40), Qué bonito es querer; o Kiko Hernández (44), prometiéndole no soltarla de la mano y recordándole cuánto la quiere. Todos se han sumado a esa ola de apoyo para que Mila sienta la fuerza con la que están dispuestos a sostenerla en el trance más complicado de su vida.
Además, justo el mismo día del ingreso, cuando aún no había saltado la noticia a los medios, Belén se acordaba de ella en directo. Esteban expresaba: "También hay que mandar un beso muy fuerte y decirle que la echamos mucho de menos, y decirle: ¡Mila, te queremos todos un montón!". Carlota Corredera (46), conductora esa tarde del programa, apostillaba: "Te queremos mucho, Mila, te echamos mucho de menos. Tenemos muchas ganas de que vengas a darnos mucha guerra y nos digas: 'Ni Mila, ni milu, ni Mila'".
Preocupación en su entorno
Tras conocerse la noticia de la información, JALEOS se puso en contacto con el entorno de Mila. Desde el mismo se apuntaba: "La última vez que la vi, me impactó la imagen que mostraba y la lentitud a la hora de hablar". La misma fuente explicaba cómo nunca se ha escondido desde el momento en el que decidió hacer público el diagnóstico. Ni tampoco ha pedido a sus compañeros de trabajo que no hablaran sobre su enfermedad: si no se ha hecho -o no se ha hecho más- ha sido por ese cariño y respeto que hoy se respira en las redes sociales.
Ximénez, que tiene muy preocupado a su entorno -su hija, Alba Santana (36), no ha podido volar desde Ámsterdam, pero está en continuo contacto por teléfono-, fue muy clara cuando entró en su programa el pasado 16 de junio: "El lunes me dijeron que tengo un tumor, un cáncer de pulmón, ese es el diagnóstico. Tengo un cáncer. Me lo van a tratar, vamos a hacer quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia". Igual de sincera y cruda resultó unas semanas después, en Sábado Deluxe, cuando indicó que tenía metástasis en varios órganos.
Aunque, quizás, el testimonio más impactante fuera el que realizó en su última intervención en televisión, el 10 de marzo: "Quiero normalizar la situación. Cuando me tenga que ir, me iré tranquila. Es una reflexión que me estoy haciendo todos los días. Yo quiero morir bien. No tengo miedo. Si se acaba esto es una tranquilidad para mí. Me da más miedo despertarme y decir: '¿Qué me pasa hoy?'. Si esto me dura dos años, me muero a los 70 y es una edad muy elegante para morir".
Durante esa misma intervención explicó cómo tenían que realizarle un TAC y, en función de los resultados, tomaría una decisión: seguir o no seguir con ese tratamiento que llevó a la televisiva a estar un mes entero sin poder ni salir de la cama y que provocaba que, cada vez, le cueste más sacar fuerzas de flaqueza.
[Más información: Mila Ximénez, ingresada en el hospital]