El pasado mes de enero saltaban todas las alarmas. Un llamativo anillo que Tamara Falcó (39 años) lucía en su dedo anular hizo creer a muchos en la proximidad de su boda con Íñigo Onieva (31). Pero no fue así, al menos, de momento. El enlace nupcial que sí tendrá lugar y al que asistirán la marquesa de Griñón y su novio como invitados vip es el de dos grandes amigos de la pareja, Casilda Aguilera y Yago Antón. Los futuros cónyuges son profesionales de los medios de comunicación y se codean con personalidades de renombre dentro del mundo televisivo, empresarial, aristócrata y también del mediático universo de los influencers. Por lo que se avecina una gran boda repleta de artistas, poder y, sobre todo, mucho glamour.
Los contrayentes, que se han comprometido esta semana en Dubái, son reporteros de Televisión Española en programas tan afamados como Españoles en el mundo o MasterChef. La futura novia también ha ejercido de presentadora en Non Stop People, canal de Movistar+. Es por ello por lo que en el enlace no faltarán compañeros de profesión, periodistas, productores y rostros afamados de algunas de las cadenas más vistas de nuestro país como Telecinco o Antena 3.
A pesar de sus trabajos y su entorno, la pareja que se dará el 'sí, quiero' siempre ha vivido lejos de los paparazzi y de las apariciones en revistas de la prensa rosa, pero en los últimos meses, tras confirmarse el noviazgo de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, han tenido que verse en algunas publicaciones del corazón debido a su estrecha amistad con la hija de Isabel Preysler (70) y su pareja, con los que han salido a comer, cenar o ir al cine juntos incluso en el Día de San Valentín.
Casilda y Yago conocen a Íñigo desde mucho antes que a Tamara. Y es que ambos hombres pertenecen al mismo grupo de amigos desde hace años y Onieva estuvo saliendo con una de las mejores amigas de Casilda, la actriz Lucía Guerrero (27). Su rostro es conocido en la pequeña pantalla por participar en series de éxito como Águila Roja o El Cid, y películas como Truman o Grupo 7. De ahí que a la boda estén invitados varios nombres muy conocidos del séptimo arte.
Lucía Guerrero, Íñigo y Tamara coincidieron en el mes de enero de 2020, cuando su amiga en común Luisa Bergel celebraba su cumpleaños. Precisamente Luisa es una de las más fieles amigas de la hija de Carlos Falcó y es quien 'intermedió' para que Tamara e Íñigo se encontraran.
Bergel es vicepresidenta de Operaciones de Payflow e hija de un gran inversor y businessman, un ejemplo del poderoso grupo de amistades que rodean a los novios de la citada boda. Empresarios y aristócratas que conocieron durante su época estudiantil en las universidades más prestigiosas del país estarán en la lista de distinguidos invitados, por tanto, muchos herederos de la jet set española.
Además, los futuros marido y mujer adoran viajar y comparten en sus redes sociales las bellas fotografías captadas en los idílicos destinos que visitan. Estas aventuras por el mundo son muy atractivas para el público y hace que acumulen miles de seguidores en Instagram, entre ellos algunos influencers, con los que entre 'me gusta' y 'me gusta' han entablado una amistad. Por lo tanto, los selfies y las fotos más cool no faltarán en esta boda en la que la pareja de moda -con permiso de los novios- será la formada por Tamara Falcó e Íñigo Onieva. ¿Se atreverán a ser los siguientes en dar el 'sí, quiero'?
El amor de la marquesa
La historia de amor entre Tamara e Íñigo comenzó de forma discreta y en pleno confinamiento. La última pareja conocida de la hija de Isabel Preysler fue el biólogo Iván Miranda Álvarez-Pickman (42), con el que rompió su relación en mayo de 2019, tan solo tres meses después de hacerla pública. Pero el amor volvió a llamar a la puerta de la socialité mientras el planeta vivía una pandemia.
El hombre que entró en el corazón de la marquesa de Griñón es Íñigo Onieva, un madrileño de 31 años que se dedica a diseñar vehículos; además, es hermano de la actriz Alejandra Onieva (28) con la que mantiene una estrechísima relación.
Tamara e Íñigo se conocían desde hace mucho tiempo porque comparten amigos en común y fue precisamente gracias a una de esas amistades por la que empezaron a hablar después de que una 'celestina' de su círculo (Luisa Bergel) les dijera que hacían muy buena pareja y los presentara. Tras unos mensajes mutuos durante el confinamiento domiciliario y breves citas en la desescalada, fue realmente el pasado verano cuando afianzaron su historia sentimental.
Íñigo, además, llegó en un momento muy relevante para socialité. Tamara perdió a su padre, Carlos Falcó, una semana después de proclamarse en estado de alarma en marzo de 2020; en septiembre fallecía repentinamente su cuñado, Jaime Carvajal, y a las pocas semanas, su tío, el marqués de Cubas. Por eso, su novio se convirtió en su apoyo fundamental y el que la ayudó a volver a sonreír en los días más tristes.
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