Nueva etapa para uno de los colaboradores más carismáticos de Sálvame. Kiko Hernández (44 años) ha decidido cambiar de hogar y se ha mudado, junto a sus hijas, a un cómodo chalet con el objetivo de obtener mejor calidad de vida.
Según publica la revista Diez Minutos, Hernández, aquejado de artritis psoriásica -una dolencia que ataca a la movilidad- se le hacía complicado moverse por su anterior vivienda, ubicada a las afueras de Madrid y distribuida en diferentes plantas. Esta habría sido la causa que ha provocado la mudanza.
El nuevo hogar de Kiko es un chalet de unos 3.000 metros cuadrados de parcela y 700 metros cuadrados construidos, en los que el televisivo dispone de todo lo necesario para su día a día, junto a sus hijas Abril y Jimena (4), sin moverse de la planta baja. En esta estancia principal se encuentran el salón, comedor, cocina, baños y habitaciones, mientras que la planta superior está diseñada para un uso supletorio. Por su parte, el sótano acoge los suministros de la casa y las dependencias del servicio. La propiedad también cuenta con jardín, piscina cubierta y con garaje, mediante el que se puede acceder a la casa directamente desde el exterior. La vivienda está tasada en un precio de 2,5 millones de euros en el mercado actual.
En la citada publicación se puede ver como el colaborador ha estado supervisando la mudanza a su nuevo hogar. Varios camiones de mudanza han acudido a la que hasta ahora ha sido la residencia de Kiko, ubicada en Valdelagua, a las afueras de Madrid, y han recogido sus enseres y los de sus hijas entre los que se han podido ver una bicicleta, un castillo de princesas, un cartel en el que estaban representados sus compañeros del programa de televisión o una terrorífica máscara de miedo. Para todo ello fueron necesarios nada menos que cinco camiones de la empresa de mudanzas.
Además, según apunta la citada publicación, desde su nueva casa Kiko Hernández tiene "mucho más cerca" el colegio de sus hijas. El colaborador fue diagnosticado de esta dolencia, que le obliga al cambio, a los 35 años. Es una patología degenerativa que ya le afecta a las manos y las piernas, por lo que una vivienda en la que necesitara subir y bajar constantemente escaleras no era la opción más adecuada para él.
El colaborador siempre se ha mostrado muy celoso de su intimidad, aunque parece que en los últimos tiempos este hermetismo se ha abierto tímidamente. Recientemente, ha decidido compartir su imagen más personal en las redes sociales. Se trata de una fotografía en pijama, disfrutando de su desayuno y en interior de su casa. Un paso que nunca antes había dado Kiko. ¿Está dejando de lado la protección absoluta que ha llevado de su intimidad desde que saltó a la televisión? Quizá estos movimientos sean el inicio de una nueva era en la vida mediática de Hernández.
A principios del año pasado, JALEOS conocía que el colaborador daba otro paso en sus negocios inmobiliarios y ponía a la venta una de sus propiedades en Madrid. El piso, situado en la zona de Chamberí, salió a la venta por un precio de 795.000 euros, aunque poco más tarde, se rebajó 70.000 euros, quedando a la venta por 725.000 euros.
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