Mila Ximénez ha fallecido este miércoles 23 de junio a los 69 años. La colaboradora de televisión no ha podido superar el cáncer de pulmón que se le diagnosticó hace justo un año, en junio de 2020. Se ha ido "tranquila y sin miedo", como ella siempre aseguró que lo haría. Según ha podido saber JALEOS, la periodista sevillana ha fallecido en su casa del centro de Madrid, muy cerca del Bernabéu, rodeada de todos sus seres queridos.
Hace más de una semana, el día 11 de junio, la tertuliana recibía el alta hospitalaria tras varios días de ingreso en la Clínica de la Luz, donde ha sido tratada de su enfermedad desde el principio. Su única hija, Alba Santana (37), volaba hace unos días desde Ámsterdam, donde vive, a Madrid, para pasar los últimos momentos junto a su madre. Una de las hermanas de Mila también viajaba este jueves desde Sevilla a Madrid momentos antes de su final.
Todos han permanecido en el domicilio de la andaluza arropando a Mila estos últimos seis días, momento en el que su estado de salud se complicó. De hecho Alba, en todo este tiempo, no se ha separado ni un momento de la cama de su madre.
El pasado mes de marzo, el equipo médico responsable de su caso decidió ingresarla para someterla a unas pruebas y comprobar la evolución de su enfermedad. Tras los estudios pertinentes, Mila Ximénez regresó a casa donde continuó con un nuevo tratamiento que finalmente no ha logrado el resultado esperado. Tras un año de intenso sufrimiento, ha fallecido.
Cáncer inoperable
Cuando los médicos descubrieron el tumor de Mila Ximénez ya era demasiado tarde. La tertuliana tenía extendida la enfermedad por diferentes órganos de su cuerpo, según desveló ella misma en una llamada en directo a Sálvame para contar la razón de su ausencia en el programa: "Sufría grandes dolores de espalda y fui al médico. Me dijeron que tenía un tumor en el pulmón con metástasis. Está en los pulmones, en el hígado y más partes. Me han explicado que cuando un cáncer está localizado se le dispara y punto, pero a este no se le puede disparar".
A partir de ese momento comenzó una lucha infatigable por parte de la tertuliana, que se sometió a un tratamiento de quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia en la madrileña clínica La Luz. Aunque en algunas ocasiones quiso abandonar la batalla nunca lo hizo. Por su hija Alba (fruto de su matrimonio con el tenista Manolo Santana) y por sus nietos. A ellos les prometió que jamás se rendiría y así lo hizo.
Su familia siempre ha sido el motor de la vida de Mila. No se han separado de ella durante su dura enfermedad. Especialmente Alba ha sido su principal apoyo. Es su única hija y ambas siempre han estado muy unidas a pesar de la distancia, ya que la joven vive en Ámsterdam con su marido y sus dos hijos. Sin embargo, desde que su madre fuera diagnosticada, Alba no ha dudado en pasar temporadas junto a Mila en su casa de Madrid para cuidarla.
Sus hermanos, Manolo y Concha, también han estado junto a ella. Ambos además son conocedores de esta dolencia pues como en el caso de Mila los dos han sufrido cáncer. Una familia, que por desgracia, ha estado muy marcada por esta enfermedad.
En 2015, Mila Ximénez se enfrentó a otro tumor de más de ocho centímetros en el útero. Se lo detectaron en una revisión antes de ir a Supervivientes como concursante. En esta ocasión el diagnóstico fue favorable, ya que tras la operación para extirparlo el resultado fue un tumor benigno.
Sus restos mortales serán velados por sus familiares y amigos en el Tanatorio de la M-30 en Madrid.
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