Este miércoles 29 de septiembre, la vida de Ana Martín Villegas se apagó. La madre de Isabel Pantoja (65 años) perecía en la cama de su habitación de la emblemática finca de Cantora y lo hacía acompañada de tres de sus cuatro hijos: Juan, Agustín (57) y la niña de sus ojos, su Maribel.
Ese durísimo momento en que sus vástagos tuvieron que despedirse para siempre de su madre no es siquiera comparable al dolor que Ana, a la que todo el mundo conocía cariñosamente como doña Ana, tuvo que sentir cuando vio con sus propios ojos cómo dos de sus cuatro hijos tuvieron que ingresar en prisión.
Bernardo en la cárcel
A principios de los 90, en uno de los máximos momentos de popularidad de Isabel Pantoja, su hermano Bernardo saltaba a los medios de comunicación salpicado por varios escándalos. El primero de ellos se remonta a marzo de 1991, cuando el padre de Anabel Pantoja (35) era detenido como presunto autor de un delito de robo de documentos bancarios y estafa. Por estos hechos ingresó en prisión.
En aquella ocasión se vio implicada una mujer que trabajaba en una empresa de limpieza y que era la encargada de sustraer innumerables cheques que, siempre según la acusación, Bernardo Pantoja se encargaba de falsificar para intentar cobrarlos.
Pero la justicia volvería a poner los ojos en la figura del hijo de doña Ana tan sólo cinco años después. Bernardo era detenido, en esta ocasión, acusado de un presunto delito de abuso sexual a una menor de 14 años que dijo que le había realizado tocamientos en plena calle. Aquel caso se archivó.
En marzo de 2006, el hermano de Isabel Pantoja fue apuñalado en un bar del barrio de Triana, en Sevilla, donde ha vivido siempre y donde sigue viviendo junto a su actual esposa, una mujer de nacionalidad japonesa llamada Junco. En el verano de 2017, el problema de diabetes que lleva arrastrando años desencadenó en el peor final posible: la amputación de su pie derecho.
Isabel en prisión
Ana Martín era la clásica madre pantera, protectora de sus hijos, sufridora con los sufrimientos de quienes nacieron de ella. De su matrimonio con el artista Juan Pantoja 'Chiquetete' al mundo vinieron cuatro: Juan, Bernardo, Isabel y Agustín. A pesar de su absoluta debilidad y devoción por su niña artista, la que fuera bailaora dedicada después al cien por cien a la carrera de Isabel, también tuvo que capear con el hecho de ver cómo su Maribel era juzgada y condenada a dos años de prisión.
El 21 de noviembre de 2014, la intérprete de Marinero de luces ingresó en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaira para cumplir una pena de dos años por una pieza separada dentro del caso Malaya. Su delito fue blanqueo continuado de capitales, dinero procedente de las actividades delictivas de su expareja, el exalcalde de Marbella Julián Muñoz (73), entre los años 2003 y 2008.
Además, Isabel Pantoja tuvo que hacer frente a una multa en calidad de responsabilidad civil de 1,14 millones de euros. Los primeros 140.000 euros los pagó en cuanto conoció la sentencia y el millón de euros restante los fraccionó en cinco pagos de 200.000.
Agustín, ¿podría acabar entre rejas?
En noviembre del año pasado, Kiko Rivera destapaba la caja de los truenos y demostraba con documentación la presunta mala gestión que Isabel Pantoja, su madre, había hecho con la herencia que su padre, el torero Francisco Rivera Paquirri había legado en él, su hijo pequeño.
Esa insaciable búsqueda de documentos durante meses llevaron al DJ a recodar que, en un momento determinado de su vida, cuando vivía atormentado por la situación judicial de su madre en prisión y el infierno de las adicciones, él firmó un poder de ruina o poder general con el que daba todos sus poderes a su tío y a su madre.
Según el código civil, el poder de ruina otorga a otra persona el derecho de sacar dinero, comprar, vender, invertir o hipotecarse por nosotros mismos. Es decir, tanto Isabel como Agustín habrían tenido total libertad para hacer y deshacer con el dinero de Kiko como si hubiera sido el propio. Entre ello estaría, presuntamente, la hipoteca de 1,2 millones euros por su parte de Cantora para pagar una deuda que tenía su madre.
Ahora, seis años después de aquello, Rivera ha interpuesto una querella contra Agustín donde se contemplan tres delitos: estafa, apropiación indebida y administración desleal. Estos delitos prevén penas que oscilan entre uno y cuatro años de prisión por estafa, entre seis meses y tres años por apropiación indebida y de uno a seis años por administración desleal y multa de seis a 12 meses cuando concurran ciertas circunstancias.
[Más información: Kiko Rivera, Isa y Anabel, abatidos, llegan a Cantora para apoyar a Isabel Pantoja tras la muerte de su madre]