La empresaria Paloma Cuevas (48 años) siempre ha llevado a gala su admiración por sus padres, Victoriano Valencia y Paloma Díaz. Una hija entregada a sus progenitores desde siempre. Ellos han sido su ejemplo y su guía; en quienes se intentó reflejar durante su matrimonio de 24 años con el torero Enrique Ponce (49). El amor se vivía, puro, en su casa, intramuros. Su longevidad, también. Ellos, Victoriano y Paloma, han sido los principales apoyos de Cuevas tras su divorcio del diestro de Chiva.
Hoy, ellos viven con Paloma, quien los atiende, cuida y mima. Aquejados de salud durante un tiempo, ellos son su mayor prioridad, y también alegría junto a sus hijas. Hace unos días, Paloma posteaba desde su Instagram una tierna fotografía en blanco y negro de sus padres. El día de su boda 50 años atrás. El texto que la acompañaba decía así: "50 años bailando tan enamorados mientras la luna os tocaba. ¡Qué belleza vuestro amor! La caricia exacta al corazón. Os adoro con toda mi alma". Se refería a esa celebración de las bodas de oro.
Un evento que, según informan a EL ESPAÑOL desde el entorno de Paloma Cuevas, esta, junto a su hermana, ha supervisado hasta el último detalle. Sus padres se merecían disfrutar de un gran día. Ahora que, poco a poco, la Covid-19 está dejando cierta tregua al disfrute y la algarabía, los Cuevas se han reunido en un evento "íntimo y familiar", apunta una fuente bien informada. Estaban pocos, pero los necesarios.
Con un fotógrafo profesional que inmortalizara momentos claves, el matrimonio Valencia-Díaz pasó una de las veladas más especiales de su vida. Con beso incluido. "Hubo mucha emoción, sobre todo de Paloma hija. Se disfrutó mucho y se bailó también", explica alguien cercano a la familia. A la luz de las fotografías que ha compartido Paloma Cuevas en sus redes sociales, se puede ver cómo en la celebración no faltó ningún tipo de detalle; desde el centro de mesa hasta una tarta personalizada con los 50 años de amor y dedicación.
Tal y como se puede apreciar en Instagram, para la ocasión Paloma escogió un vestido liso en color turquesa con el cabello al aire. Esas fotografías pertenecen al pasado viernes 15 de octubre, justo el día exacto en que Victoriano y Paloma Díaz sellaron su amor en 1971. Lo hicieron en la iglesia la Concepción de Madrid. Una boda aquella que fue muy seguida por los medios de comunicación de la época, y a la que asistieron personalidades de la talla de Natalia Figueroa (82) y Lola Flores.
Fue a principios de año, en febrero de 2021, cuando Victoriano Valencia tuvo que ser hospitalizado durante dos semanas tras sufrir arritmias y un desequilibrio en los niveles de azúcar. El progenitor de Paloma, que ha cumplido este año 90 años, ingresó en el Hospital de La Zarzuela, en Madrid, y recibió el alta el pasado 12 de febrero. Fue Paloma Cuevas quien pasó las noches a su lado. Durante el día, su mujer, Paloma Díaz, y su otra hija Verónica se quedaban junto a él. Ese bache, afortunadamente, se superó.
La dura pérdida familiar
Hay que reseñar que Victoriano y Paloma Díaz lo pasaron francamente mal en 2014 cuando falleció su hijo, Victoriano Nano Cuevas Díaz, el hermano de Paloma Cuevas. Su muerte sumió en una profunda tristeza a toda la familia y, sobre todo, a sus padres. Nano, como lo llamaban cariñosamente, se vio aquejado de un principio de neumonía y desembocó en una parada cardíaca, como confesó su propio padre. En otro orden de cosas, Victoriano Valencia ha estado muy presente no solo en la vida personal de su hija Paloma, sino también en la sentimental.
Fue él quien se 'empeñó' en que su hija conociera a Enrique Ponce, después de posar sus ojos y su interés por José Ortega Cano (67) de forma infructuosa. A lo largo de los años, Victoriano ha despuntado en el mundo taurino a nivel empresarial. Los años sesenta fueron los de su mayor esplendor. Ha mantenido unos años muy boyantes a nivel taurino. Tomó la alternativa en la Monumental en la Ciudad Condal junto a Antonio Ordóñez como testigo de excepción.
Con los años, reza la historia, Paloma y su padre fueron a la plaza de Algeciras donde toreaba Enrique Ponce. Este no tuvo su mejor tarde y fue Paloma la que azuzó a su padre Victoriano para que ayudase a Ponce. Valencia se convirtió en su apoderado y ahí comenzó una estrecha y fuerte relación familiar que ha perdurado a lo largo de los años.
La ilusión de Paloma
Hace unos días, un medio informaba de la supuesta "nueva ilusión" que vive Paloma Cuevas en la actualidad. Decía la publicación que se trataba de un médico, alto directivo de una conocida aseguradora sanitaria. El rumor, según lo definía la propia publicación, está candente desde antes del verano. EL ESPAÑOL preguntó, y se le respondió lo que sigue: "Te digo que ella está viviendo un buen momento; sale con quien le apetece, se lo pasa bien, pero nada formal ni serio".
Conoce a personas y se las presentan. Ahora mismo, Cuevas "no tiene tiempo" para relaciones sentimentales. Sus prioridades son otras. Sí, está ilusionada, pero en general, con el trabajo y la vida que se le abre: "Es que hay que tener en cuenta que ha estado casada muchísimos años. Esta es una etapa nueva para todos y ella está viviéndola a tope, con ilusión a lo que venga".
[Más información: El dolor de Enrique Ponce lejos de sus hijas: su vida como padre separado y la felicidad de Paloma Cuevas]
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