Tras una larga espera, el pasado sábado 11 de septiembre, Bianca (9), la hija menor de Paloma Cuevas (49 años) y Enrique Ponce (49), celebró su primera comunión en la finca La Cetrina. El especial evento suponía el reencuentro del ya exmatrimonio tras firmar su divorcio, una cita muy relevante que iba más allá de sus problemas sentimentales, pues aquel fin de semana la única protagonista fue su pequeña más preciada -con permiso de Paloma (13), su hija mayor-.
Bianca vistió de Rosa Clará para su sacramento y el ambiente se engalanó para la gran cita. Flores, luces, detalles decorativos de ensueño y por supuesto, no faltó una gran y bella tarta para aportar el toque dulce al evento. No fue un pastel cualquiera, la empresaria y el torero quisieron que su hija tuviera el mejor postre en su importante día, así que cuidaron cada detalle del mismo y decidieron personalizarlo para que no hubiera ninguna tarta igual.
Paloma Cuevas no dudó y acudió a la mujer capaz de hacer realidad sus deseos reposteros. La socialité ya había oído hablar de ella a sus amigos más vip. Se trata de Vanesa Pinedo, una pastelera que construye auténticas obras de arte con bizcocho y fondant. Ya han confiado en ella decenas de rostros famosos de este país. Paula Echevarría (44) y Miguel Torres (35) contrataron sus servicios para la baby shower de Miguel Jr; Romina Belluscio (42) y Guti (44) también la llaman cuando se acercan los cumpleaños o celebraciones de los pequeños de la casa; y Carlos Baute (47) y su mujer, Astrid Klisans (36), pasaron de clientes a amigos tras las innumerables veces que han solicitado sus tartas para sus fiestas.
Al conocer el éxito de la repostera entre las celebridades españolas, JALEOS se ha puesto en contacto con ella para conocer cuál es el secreto de su trabajo y por qué los famosos acuden a ella para que forme parte de sus eventos más íntimos.
Vanesa, felicidades por su trabajo y por su cartera de clientes vip.
Gracias, sí, tengo muchos clientes y entre ellos muchos rostros famosos, porque es un producto que les gusta mucho, son tartas artesanas, muy personalizadas y les encantan.
¿Cómo llegan a usted los personajes famosos?
Es por el boca a boca. Los primeros a lo mejor llegaron a través de las redes sociales, pero yo creo que ha sido más bien por el boca a boca. Ha dado la casualidad de que tuve algún personaje conocido al principio entre mi clientela y le gustó lo que había hecho para su boda o cumpleaños o celebraciones y a partir de ahí llegó el boca a boca.
¿Los famosos le dicen el diseño que quieren en las tartas o lo dejan a su elección?
Pues depende, a veces me mandan fotos de varias tartas y me dicen: 'Mira, pues este estilo me gusta' o 'Dos pisos como esta, pero los colores de esta otra' o directamente me dicen 'Pues la quiero de animales de la selva' o 'Va a ser de la granja' y yo se lo hago. Y los que se fían mucho de mí, lo dejan en mis manos.
Por ejemplo, en la comunión de Bianca, hija de Paloma Cuevas y Enrique Ponce, ponía su nombre en la tarta...
Claro, sí, todas las tartas son personalizadas y llevan el nombre del protagonista.
¿Cómo fue trabajar para Paloma Cuevas en un día tan importante para ella y su hija?
Paloma es una persona supercariñosa, superentrañable... yo no la conocía, me vino por otra clienta mía, y la verdad que ha sido una sorpresa increíble el tipo de persona que me he encontrado, supercariñosa. Y bueno, no hay más que ver lo bella que es, lo elegante. La verdad es que ella se dejó muy bien aconsejar, y dejó bastante en mis manos. Me dijo un poco 'Mira, estas son las flores y los colores que le gustan a Bianca' y yo hice lo que me pareció. Quedó supercontenta.
¿Tiene alguna anécdota con algún otro famoso que recuerde con especial cariño?
La verdad es que cariño les tengo muchísimo a todos. Pero otro a los que más cariño le tengo es a Carlos Baute, que le llevo haciendo tartas desde su boda. Fue justo cuando empezaba. No hice la de su boda, pero sí la mesa de dulces para los niños y luego ya todos los cumples de sus peques, que son superbonitos. Somos ya amigos, es un encanto.
Todos ellos le agradecen su trabajo, ¿no?
Sí, todos son superagradecidos. El que repite es porque de verdad le ha gustado. Y además casi todos me nombran en sus redes o publicaciones sin yo pedírselo ni nada. Les sale de buena gente que son, porque no tendrían por qué hacerlo.
¿Cuál es la tarta más difícil de hacer que recuerde haber realizado para un famoso?
La de Paloma sí que han sido muchísimas horas, porque todo lo que lleve flores son muchísimas horas de trabajo. Y en cuanto a dificultad, yo creo que la de Paula Echevarría fue una de las que más. Y otra de Frozen que hice de unos siete pisos con lucecitas incorporadas para una gran fiesta.
¿Cuál ha sido la tarta que más tiempo le ha llevado?
Pues no lo sé, 20 horas puedo estar perfectamente con una tarta, por lo menos, sí. No lo he contabilizado, porque si no, quizá no me dedicaría a esto (ríe). Si cuento las horas que no duermo por hacer tartas...
¿Cómo comenzó su andadura como repostera?
Pues yo era bailarina, de ahí el nombre de mi perfil (@dulce_bailarina). Entonces dejé de bailar porque quise formar una familia y tuve a mi primera hija, hace trece años, y cuando fui a celebrar su primer cumpleaños, busqué por internet y vi unas pedazo de tartas que a mí me encantaron porque se llevaban mucho en países extranjeros, en Estados Unidos, Venezuela... allí estaban ya muy de moda y aquí no encontré a mucha gente que las hiciera, y como siempre me ha encantado la cocina, pues empecé a hacerlas yo, por mi hija. Para hacerle en los cumples a mi hija. De ahí me vio una mamá que tiene un catering de boda y me dijo: 'Uy, esto lo quiero para mi catering' y a partir de ahí se fue corriendo la voz. Yo al principio trabajaba en casa, luego monté un obrador y ya por fin me montaron mi local, una cafetería-pastelería.
¿Qué precio tienen más o menos las tartas que realiza?
Depende, del modelo de tarta, de si lleva más muñequitos o menos, de si lleva flores... como es totalmente personalizado, y los precios también. No es lo mismo una tarta sencillita, plana, a una que lleva muñequitos y figuras. Pero sí es verdad que no es asequible a todos los bolsillos. Yo de hecho empecé un poco por eso, porque veía que de lo poco que había eran precios altos que había que pagarlos. Es una cosa que lleva muchísimas horas de trabajo y eso se paga. No es asequible para todos y por eso tengo mucha de mi clientela que son personajes conocidos.
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