Dos años y medio después de la sonada ruptura entre María Teresa Campos (80 años) y Edmundo Arrocet (71), los ecos de aquel fulminante final aún siguen resonando en las vidas de los aludidos y en la prensa del corazón. Las versiones contrapuestas de los protagonistas y las últimas declaraciones del chileno durante su participación en Secret Story hicieron estallar de nuevo la guerra entre las dos partes. Pero este miércoles, una persona clave que fue testigo de excepción de la relación entre la presentadora y el humorista ha roto por fin su silencio.
Gustavo Guillermo, el chófer de María Teresa Campos desde hace décadas, ha concedido su primera entrevista a un medio de comunicación. Lo ha hecho para dejar claro cuál es la realidad entre las opuestas versiones de cada bando de la historia. Tanto Bigote como Teresa le señalaron a él como el que mejor conocía la verdad, y al fin ha querido contarla. Y según las palabras del chófer, el mayor culpable de todo tiene nombre y apellido: "Teresa Campos no puede quedar como una mentirosa. El mentiroso es Edmundo Arrocet", desvela en su entrevista exclusiva a Semana.
A lo largo del extenso reportaje, el chófer, que entró en la vida de María Teresa recién cumplidos los 18 años, asegura que la verdadera cara del humorista es muy distinta a la que muestra en público. "Edmundo es un profesional del amor y de la lágrima, un actor de melodrama, pero no es creíble", dice de forma rotunda. En cuanto a cómo sucedieron los hechos en el momento de la polémica ruptura, Gustavo confirma que Edmundo la dejó mediante un mensaje de texto y que tiene la prueba que lo acredita de forma contundente.
Tras más de 30 años al lado de Teresa Campos, su chófer y fiel compañero de vida la conoce a la perfección y era consciente de que la presentadora "estaba muy enamorada". La vio llorar en multitud de ocasiones por la actitud del humorista, y Gustavo, que acompañaba al chileno a menudo, quiso advertirla sobre lo que estaba viendo desde fuera, pero no quiso hacerla daño.
Sin embargo, el conductor ya era conocedor de la estrategia de Bigote desde los inicios del noviazgo con Teresa. Gustavo asegura que él lo que quería era que su relación se hiciera pública desde el principio para "empezar a hacer negocio". Pues, según revela en su entrevista, cuando la madre de Terelu (56) y Carmen (55) le conoció, él no tenía un duro y todas sus tarjetas de crédito estaban bloqueadas.
Con esta reveladora información de boca del mayor sabedor de lo que ocurría de puerta para adentro de la gran mansión de María Teresa, la versión de la comunicadora toma peso y coloca a Edmundo en una posición aún más complicada que la que ya tenía.
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