Fue el pasado 10 de marzo del presente año cuando se estrenó en Telecinco La Campos Móvil, el espacio con el que María Teresa Campos (80 años) regresaba a la cadena de Fuencarral. Volvía de este modo a colocarse en circulación televisiva tras el cierre de su mítico ¡Qué tiempo tan feliz!. El deseo anhelante de Teresa por fin se cumplía tras un tiempo de espera y fidelidad a Mediaset. No obstante, el programa se estrenó, con Isabel Díaz Ayuso (42) como gran entrevistada, y nunca más se supo.
Vinieron semanas y meses en los que María Teresa insistía en que se estaban buscando nuevos perfiles para subirse a su camión de entrevistas. La cadena, en silencio. Ni una sola promoción del formato. El tiempo pasó y las esperanzas se desvanecieron. El discurso, muy sutilmente, comenzó a cambiar en el entorno de Campos. Teresa optó directamente por no hablar de trabajo y sus hijas han deslizado que la presentadora "está en su casa". Ya no está en activo, parecían decir Terelu Campos (56) y Carmen Borrego (55).
Ahora bien, ¿en qué situación está María Teresa Campos a nivel laboral? EL ESPAÑOL ha podido preguntar ante una posible jubilación de la que nadie quiere hablar. Este periódico ha podido conocer que en los últimos meses Terelu Campos ha cogido las riendas profesionales de su madre: todo pasa por ella. "Teresa ya no está trabajando", explica una persona de total solvencia, y añade: "De momento, no hay posibilidad de que vuelva y tampoco existe negociación alguna para algún proyecto".
Eso sí, la palabra jubilación es tabú. Es algo que "le duele" a la malagueña, ya que, en su opinión, "no se ha despedido del público como le hubiese gustado". Es Terelu quien supervisa las ofertas que le llegan a su madre, y declina la mayor parte. "Es muy consciente de que Teresa ya no puede soportar un directo como antes, ni el ajetreo de un plató. Es lógico y por eso la protegen. Si por ella fuera, iría a más sitios porque así está entretenida y porque se ve capacitada, pero la frenan bien aconsejada", informa una persona cercana al universo Campos.
Ya lo dijo Terelu hace unos días: "Bueno, las cosas ya no son como eran". Lo que sí retomará María Teresa cuando esté instalada en su nueva casa será el programa de Enredados, en YouTube. La que más la anima es su amiga Meli Camacho. "Esas cositas son más asumibles", apostillan. Explica la fuente consultada que María Teresa Campos se merece "homenajes bonitos" y programas alejados de toda polémica. Ella siempre espera y ya no desespera. Entiende que todavía puede hacer "alguna cosa" acorde a su situación. No pierde la esperanza, aunque su entorno opina bien distinto: "Se merece estar tranquila y disfrutar de su familia".
"El último programa en Telecinco, en el Deluxe, donde fue a defender a Rocío Carrasco (44), no gustó a su gente. Se vio una imagen de Teresa nada favorecida", se asegura al otro lado del teléfono. Hace unos días, unas alarmantes imágenes de María Teresa despertaban los rumores sobre su estado de salud. Ella, siempre tan pendiente de su afeite personal y de los detalles más nimios de su puesta a punto, se dejaba inmortalizar con canas, el cabello menos arreglado de lo normal, sin maquillar, malhumorada y cabizbaja. Una instantánea que, sumada a la demoledora reacción de Terelu y Alejandra Rubio (21) en Viva la vida, despertó la alarma.
Terelu rompió a llorar al ver el sufrimiento de su madre, al tiempo que sostenía intentando mantener a raya el llanto: "La habéis conocido durante muchos años, su personalidad... Bueno, las cosas ya no son como eran y ya está". Y añadía: "No me entendéis, desgraciadamente hay mucha gente que no me entiende y se me demuestra que no se me entiende. A mí lo único que me importa es su sufrimiento, no el mío. El mío me trae sin cuidado. Me da igual. Hay cosas que no han estado en mi mano, eso tenedlo por seguro. Que no han estado en mi mano. Y desde el momento en el que yo intento tener un mayor control, creo que no ha vuelto a ocurrir, ¿no? Ella tenía ese control, la responsabilidad es de ella".
Sin trabajo, sin ocupación, muchos disgustos a la espalda y habiendo cumplido 80 años. Según se informa, sus hijas "le han reñido" por dejarse ver con esa imagen de dejadez, tan impropia de ella en tiempos de mayor brillo y vigor. "Las propias hijas nunca habían visto a Teresa así. Para ella el pelo es sagrado y verle las canas y el pelo así fue un impacto", desliza quien bien conoce a Campos en la intimidad. En la falta de motivación está la clave de ese bajón anímico de Teresa: "Le cuesta arreglarse porque no tiene alicientes, antes lo hacía para la tele. Teresa no sale mucho, tampoco come fuera con frecuencia y dice que para qué va a llamar para que vayan a casa". Esa desidia "tiene preocupadas a sus hijas y a Gustavo". Por no hablar del ánimo en el día a día.
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