Hace unos días unas alarmantes imágenes de María Teresa Campos (80 años) despertaban los rumores sobre su estado de salud. Ella, siempre tan pendiente de su afeite personal y de los detalles más nimios de su puesta a punto, se dejaba inmortalizar con canas, el cabello menos arreglado de lo normal, sin maquillar, malhumorada y cabizbaja. Una instantánea que, sumada a la demoledora reacción de Terelu Campos (56) y Alejandra Rubio (21) en Viva la vida, despertó la alarma.
Terelu rompió a llorar al ver el sufrimiento de su madre, al tiempo que sostenía intentando mantener a raya el llanto: "La habéis conocido durante muchos años, su personalidad... Bueno, las cosas ya no son como eran y ya está". Tras aquella imagen, EL ESPAÑOL charló con una buena amiga de Teresa, quien no dudó en aseverar: "Para ella el pelo es sagrado y verle las canas y el pelo así fue un impacto". Ahora, María Teresa Campos ha reaparecido y lo ha hecho de forma muy significativa: acudiendo a la peluquería.
Acompañada de su hija Carmen Borrego, Campos desmiente los rumores que apuntan a que está destrozada tras la exclusiva en la que Bigote la tacha de "mentirosa" y "agresiva", la presentadora reaparece en la peluquería con su hija Carmen Borrego, muy pendiente de su madre en estos complicados momentos. Tras las últimas imágenes en las que Terelu Campos y Alejandra Rubio se sorprendían y preocupaban a partes iguales por Teresa Campos al verla más descuidada de lo que están acostumbradas, la veterana presentadora ha decidido pasar por la peluquería para ponerse guapa. De lo más cariñosa y cómplice con su hija Carmen, y con un look de lo más cuidado para la ocasión con un conjunto morado de estampado geométrico, la periodista deja claro que la relación con sus hijas sigue siendo maravillosa, ya que, siempre que pueden, tanto Carmen como Terelu intentan pasar tiempo con su madre. Alejada del foco mediático desde el regreso de Edmundo Bigote Arrocet (71) a España, la presentadora ha dejado claro que no habrá un reencuentro con el chileno.
Buenas tardes, María Teresa, qué guapa sale. Luego dicen que no se cuida y sale usted estupenda. Además, con su hija, que dicen que no la visitan...
Teresa: Todo mentira.
Está con su hija, sale de la peluquería, pues una vida normal, ¿no?
Carmen Borrego: Como todas las personas.
¿Con ganas de mudarse, María Teresa? Estar cerca de Terelu es una alegría.
Teresa: Sí, vamos a ver porque todavía no la tengo.
Pero la otra sí la ha vendido.
Teresa: Sí.
Se encuentra bien.
Carmen Borrego: Está muy bien, gracias.
María Teresa, ¿habrá reunión con Edmundo que es lo que él reclama?
Teresa: Sí, vamos, en eso estaba pensando.
Sigue siendo el difunto, ¿verdad, Carmen?
Carmen Borrego: Es que no nos acordamos de él, aunque no lo creáis.
La salida que hizo llorar a Terelu
Este pasado fin de semana, el 2 de octubre, en el programa Viva la vida, veían la luz las últimas imágenes de Teresa. Al ser preguntada por la exclusiva que dio Bigote, en la que aseguraba que le había prestado 50.000 euros, Teresa esquivaba el micro: "Contéstales, Gustavo". Y sostenía, mientras su chófer la ayudaba a entrar en el coche: "Mejor no contestar a esa... ni creo que lo haya dicho (Bigote). Me da lo mismo, que diga lo que quiera".
Una vez sentada en el vehículo, la malagueña insistía en que hablase su 'segundo hijo': "¿Sabéis lo que tenéis que hacer? Decir que vaya este señor a hablar... Pero no en la calle, en la calle no". El aludido, Gustavo, no descartaba defender el honor de su jefa: "Lo mismo, sí hablo". "Por supuesto que sí, porque él sabe absolutamente todo de la relación", daba Teresa por terminada la conversación.
A la vuelta del vídeo, Terelu Campos rompía a llorar: "No me entendéis, desgraciadamente hay mucha gente que no me entiende y se me demuestra que no se me entiende. A mí lo único que me importa es su sufrimiento, no el mío. El mío me trae sin cuidado. Me da igual". Sobre cómo se puede parar este alud mediático, la colaboradora mostraba su impotencia: "Yo no lo sé, ojalá tuviera armas, porque las emplearía. La estáis viendo, ¿qué más puedo decir?".
En ese momento, su hija, Alejandra, salía al paso y ayudaba a su madre: "Mi abuela tiene 80 años, fin, se ha acabado. La habéis visto, ¿no? Basta ya con la broma, que sí, que aquí estamos todos en la televisión, pero un poco de respeto. Ella no ha dicho nada, ha dicho que no tiene nada que decir de ese señor". Terelu sostenía al cabo, a modo de reflexión: "Hay cosas que no han estado en mi mano, eso tenedlo por seguro. Que no han estado en mi mano. Y desde el momento en el que yo intento tener un mayor control, creo que no ha vuelto a ocurrir, ¿no? Ella tenía ese control, la responsabilidad es de ella. Me parecería injusto hacer responsable a alguno de nosotros porque la habéis conocido durante muchos años, su personalidad... Bueno, las cosas ya no son como eran y ya está".
[Más información: Teresa Campos, la verdad de su preocupante imagen y la negociación de su chófer para hablar de Bigote]
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