Pasan los meses y la situación no mejora para Isabel Pantoja (65 años). A los problemas familiares, pues sigue sin tener una relación fluida con su hijo Kiko Rivera (37) pese a su reencuentro, se suma una nueva preocupación financiera. A la artista se le acaba de sumar una nueva deuda que pesa sobre el 52,4% de Cantora, la finca del conflicto y en la que lleva recluida desde hace años.
Una nueva piedra en el camino de Isabel que no solo la pone en un nuevo aprieto financiero sino también familiar pues bien podría empeorar la situación con su hijo. Kiko podría llegar a perder la herencia que le legó su padre, la propia finca Cantora, que se ha convertido en el principal punto del conflicto entre ambos.
Según desvela la revista Lecturas, fue el pasado 9 de noviembre cuando la Agencia Tributaria sumó un nuevo embargo preventivo a nombre de Isabel Pantoja de 75.263,98 euros sobre la parte de la finca andaluza que está a su nombre. Una cantidad a la que hay que sumarle otros 414.080 euros en embargos que el fisco reclama también a la tonadillera.
Pero el baile de cifras no termina ahí ni mucho menos para la cantante. Según el citado medio, Cantora está además gravada a favor de la Hacienda Pública por una cantidad de 1.514.080 euros. Para poder hacer frente a esta deuda, en el año 2015 Isabel hipotecó parte de la propiedad, también la perteneciente a Kiko, por 1.100.000 euros que no ha devuelto.
Si bien la idea era que desembolsara unos 11.500 euros al mes en concepto de hipoteca, lleva sin pagarla desde abril de 2020, es decir, desde hace 20 meses, por lo que la situación es ya límite y la subasta de Cantora es inminente.
A esta enorme cantidad que ahoga a la viuda de Francisco Rivera 'Paquirri' hay que sumarle otra deuda que tiene contraída con una entidad bancaria y que pertenece a la sociedad Pantomar S.L., de la que es administradora, y que hasta el 11 de noviembre asciende a 1.295.208 euros.
Aunque una buena solución podría ser colgar el cartel de "se vende" de la propiedad, ni aun así podría Isabel Pantoja resolver sus apuros económicos. De hecho, si se vendiera por unos 4 millones de euros -cifra en la que se tasó en el año 2015- aún le faltaría medio millón de euros para sanear sus cuentas.
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