El pasado 20 de noviembre, Alfonso Diez (71 años), el viudo de la recordada y añorada Cayetana de Alba, asistió a la misa funeral en memoria de su viuda, justo cuando se cumplen siete años de su deceso. Una fecha, y cita, muy especiales y sagradas para Diez año tras año desde aquel aciago 2014, pero a las que el año pasado se vio obligado a renunciar por primera vez. El motivo, causa mayor: su hermano Pedro estaba ingresado en el hospital.
Un revés que tan solo se sumaba a otro delicado momento. Meses antes, el exfuncionario fue víctima de la Covid-19; padeció la enfermedad "de forma asintomática", guardó la cuarentena pertinente y generó anticuerpos. No cabe duda de que fue una de las etapas más duras para Alfonso Diez y, tal y como pudo conocer EL ESPAÑOL entonces, supuso un antes y un después en Alfonso y su ánimo. "Le cogió mucho miedo al coronavirus. Si antes ya hacía poca vida social, desde entonces nada", confió la persona consultada.
No fue el pandémico año 2020 el único que se cebó con Diez: en 2017, la vida le dio su primer y duro zarpazo con la muerte de dos de sus 11 hermanos, fallecimientos que acontecieron en un lapso de 15 días. En la actualidad, tanto Alfonso como su hermano se encuentran totalmente repuestos y recuperados. Pedro Diez "salió a las pocas semanas del hospital recuperado. Hubo mucha angustia. Estuvo dos semanas entubado. Alfonso estuvo esos días con el alma en vilo y sin poder estar a su lado por las medidas sanitarias", informa la fuente con la que se contacta. Ahora, ambos están muy unidos. Los dos "recuerdan con frecuencia y mucha añoranza" la pérdida de dos de sus hermanos en un tramo de 15 días. "Aquello fue terrible", apostilla quien de cerca vivió la situación. La vida sigue, pese a todo, y Diez ha conseguido remontar el vuelo. Según aseguran a este medio, su día a día como jubilado no puede ser más pleno.
Lleva una vida de lo más austera, aunque "sin privarse de nada". Vive de dos pensiones. Aunque tras la muerte de la duquesa decidió volver a su 'piso de soltero', situado en el madrileño barrio de Chamberí, tiempo después adquirió otra vivienda en la misma zona en la que vive en la actualidad. Una casa de más de 200 metros que compró a finales de 2016.
Viaja mucho y frecuenta grandes amistades, como Paco Trujillo y Carmen Tello. No es Alfonso un hombre de alardes ni grandes lujos. Se mueve y maneja mejor en la discreción. Queda a comer con amigos, da paseos por las zonas nobles de Madrid y se deja maravillar por la cultura en general, desde un cine hasta un museo.
Explica una persona de su entorno más íntimo que cuando viaja a Sevilla renuncia a instalarse en el Palacio de Dueñas para hacerlo en el hotel Las Casas de la Judería, propiedad de un buen amigo suyo. Con respecto a la relación que mantiene Diez con los hijos de la duquesa, se confía: "Alfonso también sufre al ver la situación entre los hijos de Cayetana. No es fácil. Alfonso se lleva bien con todos". Y se aclara: "Con algunos más que con otros".
Tras enviudar en 2014, decidió retirarse de la vida pública, de los flashes y saraos de toda índole social. Se replegó. Optó en su lugar por centrarse en su discreta y modesta vida, de la que forman parte sus queridos perros, su familia y buenos amigos, y sus paseos al gimnasio o al cine, cuando se podía antes de la era Covid. Alfonso recuerda diariamente a Cayetana, la tiene muy presente y habla de ella en su día a día.
"Cayetana ha sido lo mejor que ha pasado en mi vida. Era una mujer en toda regla, maravillosa. Teníamos muchas cosas en común", aseguró Alfonso en 2018 en el programa Lazos de sangre de TVE. Entonces, embargado por la emoción, añadió: "Nos llevábamos unos años de diferencia, pero yo no lo notaba. Era muy divertida, inquieta. Quería saberlo todo. Me lo he pasado con ella como con nadie. Ha sido un placer estar con Cayetana".
Su polémica estética
Pese a su discurrir sereno y anónimo, en 2018 Alfonso Díez volvió a la más rabiosa actualidad, y se debió a su 'nueva cara'. Llamó poderosamente la atención su aspecto durante una corrida de toros en la Feria de San Isidro. Reapareció con una impactante nueva cara y unos protuberantes pómulos. Nada que ver con aquellas entendibles arrugas de expresión y con esas bolsas que lucía de manera natural cuando paseaba junto a Cayetana. Esos años parece que fueron sus últimos 'al natural'. La pregunta parecía obligada: ¿qué se hizo Alfonso?
Puestos en contacto en su momento con la clínica de la doctora Barba Martínez, este medio pudo conocer sus operaciones: "Según se puede apreciar,se hizo unliftingfacial -que cuesta alrededor de 5.000-6.000 euros-, una blefaroplastia de 4.000 euros para rejuvenecer la mirada, toxina botulínica, botox en arrugas, frente y patas de gallo de 300-500 euros". Con esta última intervención, Díez habría "rejuvenecido más de 15 años".
No se puede negar que el funcionario siente predilección por su aspecto y por lucir impecable. Fue a principios de ese año 2018 cuando Alfonso acaparó los primeros titulares con motivo de un sorprendente cambio en su cara. El marido de la fallecida duquesa de Alba lució un rostro totalmente diferente al que tenía acostumbrado hasta el momento en el concierto que Carla Bruni (53) recitó en el Teatro Nuevo Apolo en Madrid. Ni siquiera en aquel momento su supuesta estrecha amistad con la reina Sofía (83) logró eclipsar sus retoques estéticos.
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