Paz Padilla y su hija presentan su nuevo proyecto en un casón rural: sabemos cuánto han pagado

Paz Padilla (52 años) se mostró emocionada este lunes al compartir con sus seguidores de Instagram el lanzamiento de la nueva colección de su firma No Ni Na, empresa que creó junto a su hija, Anna Ferrer (24). Por sorpresa -pues no hicieron previamente demasiado hincapié en que estuvieran creando nuevos productos para la marca-, madre e hija han decidido poner a la venta su nuevo catálogo apenas 10 días antes de que se inicien las fiestas navideñas.

La humorista ha aprovechado, precisamente, la cercanía de los festejos de fin de año para presentar su nuevo proyecto por todo lo alto y con una reunión muy especial. Padilla alquiló una majestuosa casa rural en Segovia e invitó a varios de los influencers patrios más famosos de las redes sociales, entre ellos destacan, Marta Pombo (29), Marta Lozano (26) o Teresa Andrés Gonzalo (27).

El lugar escogido para la gran cita fue el Casón de la Pinilla, un imponente hotel rural situado en el pueblo de Cerezo de Arriba que cuenta con una finca privada con amplio jardín y vistas hacia la estación de esquí de La Pinilla. Un enclave idílico que la propia Paz Padilla decoró con motivos navideños para adelantarse en las señaladas fechas. Además, sorprendió a sus invitados vip no solo con los nuevos productos de su firma, sino también con una cena digna de Nochebuena celebrada en una extensa mesa en la que se dispusieron todos los huéspedes como si de una gran familia se tratara.

Algunas estancias del Casón de la Pinilla, la majestuosa vivienda que ha alquilado Paz Padilla.

Paz y Anna crearon una fiesta llena de emotividad y diversión, algo muy característico en ellas, y por eso durante la larga noche no faltaron los mensajes llenos de amor, los detalles y regalos para sus amigos, así como bailes y coreografías conjuntas que compartieron en TikTok.

A la presentadora le fascinan este tipo de reuniones y pese a que es dueña de una casa rural en Girona, ha querido alquilar esta preciosa vivienda en Castilla y León para el lanzamiento de la colección más cuidada de No Ni Na. El casón en el que ha tenido lugar la celebración fue en su día una vaquería donde se elaboraba queso de forma tradicional y se acondicionó en el año 1983 como alojamiento rural convirtiéndose en uno de los primeros de España.

Tanto en el exterior como en el interior del casón se puede apreciar el estilo rústico y tradicional segoviano fusionado con una decoración elegante con toques modernos. Así es el hotel rural, que solo tiene la opción de alquiler completo para su uso exclusivo tanto para grupos privados como empresas, por eso es perfecto para eventos como el que han llevado a cabo allí Paz Padilla y su hija.

La casona dispone de 10 habitaciones dobles con baño, amplío salón con chimenea, recepción, comedor para 20 comensales, terraza de invierno, sala de billar, sala de reuniones o conferencias, servicio de cocina, parking privado… Pero además, existe un equipo humano dispuesto a ayudar y asesorar a los huéspedes en todo lo que necesiten durante su estancia.

Anna Ferrer con uno de los bolsos de la nueva colección de No Ni Na. IG @annafpadilla | Foto: Marcos Plaza Retamosa

Según ha podido conocer EL ESPAÑOL, el precio del alquiler del hotel rural completo es de 150 euros más IVA por cada habitación doble y 115 euros más IVA por cada habitación individual, y se establece un mínimo de reserva de seis habitaciones, cupo que superaron Paz Padilla y Anna Ferrer con el número de invitados a su especial evento -pues eran 11 inquilinos en total-. Por lo que el alquiler completo del hotel les habría costado en torno a los 1.200 euros por noche, y el alojamiento exige un mínimo de dos noches.

Todas las reservas cuentan con desayuno incluido, así como servicio de bar y de limpieza durante la estancia. Por su parte, las comidas y cenas tienen un coste de 25 euros más IVA por persona con bebidas incluidas, pero este servicio debe hacerse bajo petición. Sin embargo, la humorista optó por los manjares de Fogón de la Casona, de Madrid, y por el cochinillo segoviano de Mesón de Cándido, para deleitar a sus jóvenes comensales.

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