El pasado 11 de diciembre Manolo Santana fallecía a los 83 años, una pérdida terrible para el mundo del deporte y que además de sentir toda la familia, dejaba huérfanos a muchos jóvenes talentos que tenían como ejemplo su figura. Su viuda, Claudia Rodríguez pedía entre lágrimas en su último adiós que todo el mundo le recordara por la gran persona que era y así está ocurriendo.
Este sábado 5 de marzo ha tenido lugar un homenaje a Manolo Santana en el Club Puente Romano de Marbella, organizado por la Real Federación Española de Tenis y también se han dejado ver por allí grandes personalidades como Bjorn Borg, Nicola Pietrangeli, Jan Kodes e Ion Tiriac. Allí se ha podido ver a su viuda muy emocionada y arropada por una de las hijas del tenista, Bárbara, que también se mostraba visiblemente afectada.
Claudia, vestida completamente de blanco con un traje de chaqueta, lucía en su cuello un collar con una gran inicial 'M' en color plata, en honor a su fallecido marido. Durante varios momentos del homenaje, sobre todo tras escuchar las palabras de aquellos que le conocieron, Claudia se ha derrumbado y ha roto a llorar. Miraba al cielo con los ojos vidriosos como mandándole amor a Manolo hacia el cielo.
Desde que falleciera el consagrado deportista no se ha vuelto a saber nada sobre la vida que lleva Claudia, a la que la fama siempre le ha jugado una mala pasada, pero ella fue la única que estuvo al lado del tenista en todo momento, acompañándole hasta su último minuto.
A pesar de las polémicas que ha habido a lo largo de estas semanas sobre la herencia de Manolo, este homenaje ha sido de lo más especial porque se ha recordado a un hombre que abrió camino a tantos nombres conocidos que a día de hoy son grandes tenistas de nuestro país.
El íntimo último adiós
El pasado 14 de diciembre Manolo Santana fue incinerado en un tanatorio madrileño y, en pocas horas, sus cenizas pondrán rumbo a su adorada Marbella, ya que su último deseo fue reposar en la localidad en la que vivió buena parte de su vida y donde pasó sus años más felices.
Una ceremonia que se llevó a cabo en la más estricta intimidad tras un pequeño responso y al que asistieron tan solo la viuda del tenista, Claudia Rodríguez, y sus hijos Bárbara Santana Oltra y Borja Santana Dopeso, llamando la atención la ausencia en este último adiós de tres de los hijos de la leyenda del tenis, Manolo (por motivos de salud) y Beatriz - fruto de la relación de Manolo con Fernanda Dopeso - y Alba, la hija que el deportista tuvo con la desaparecida Mila Ximénez.
Escenificando su nula relación con la última mujer que ocupó el corazón de su padre, Alba ya aseguró días antes, durante la capilla ardiente del tenista, que no estaría presente en su incineración. Al igual que la joven, tampoco Beatriz ni Manolo - que se encontraba enfermo y de ahí su ausencia- asistieron a esta despedida definitiva de su progenitor.
[Más información: El blindaje de Claudia, la viuda de Manolo Santana, sobre sus bienes: la herencia que lo separó de su familia]