Christian Gálvez y Almudena Cid, su otro acuerdo de divorcio y por qué él se negó a la pensión compensatoria

Christian Gálvez (41 años) y Almudena Cid (41) ya son oficialmente dos personas libres. El exmatrimonio ya ha firmado el acuerdo de divorcio y su relación de 11 años de casados queda totalmente disuelta, con la ley en la mano.

Ahora, sólo les quedan los recuerdos. Por fin pueden pasar página, tras unas semanas convulsas a nivel sentimental y mediático. 

Esta rúbrica llega tan sólo días después de que la exgimnasta recogiera sus últimas pertenencias de la casa de Gálvez, en Boadilla del Monte.

Cabe recordar que fue el domicilio conyugal, pero lo compró el presentador antes de casarse con Cid en régimen de separación de bienes. Fue el último tramo de un doloroso momento; su mudanza más difícil. EL ESPAÑOL conoce nuevos y exclusivos detalles de esa firma de divorcio entre Christian y Almudena. 

La expareja en un evento público en septiembre de 2016. Gtres

La firma la avanzó en exclusiva el espacio Madrid Directo Flash y este periódico ha podido conocer, a través del entorno de Christian, que ambos formalizaron su separación a finales de la semana pasada, "por separado" y en compañía de sus respectivos abogados.

Tal y como sostuvo el citado espacio, Gálvez ha cedido a su exmujer un loft -valorado en 225.000 euros-, dos plazas de garaje, un coche de alta gama y una furgoneta. 

Explica a este medio quien bien quiere a ambos que Christian ha actuado con una "generosidad tremenda". Tenía claro que lo último que deseaba era enzarzarse en guerras absurdas. Cid ha quedado "más que satisfecha, aunque esas cosas no se las pidió ella, salieron de él".

En esa línea, este medio ha podido confirmar en exclusiva dos puntos, desconocidos hasta la fecha, de ese acuerdo de divorcio. Por un lado, se hace constar que ambos han llegado a una suerte de acuerdo de cordialidad.

El alcance del mismo tan sólo lo conocen los protagonistas, pero se desliza desde el entorno del mítico presentador de Pasapalabra que bien podría significar un mayor "decoro" de cara a los medios.

Puntualiza el informante: "No por ellos mismos, sino por el entorno. Controlar de alguna manera las informaciones que dan de ellos". Renglón aparte merece la negativa de él a concederle a Almudena Cid una pensión compensatoria por los años de matrimonio, como era el objetivo inicial de ella, según el periodista Saúl Ortiz.

Tal y como explican a este periódico, ese "no" por parte de Gálvez nada tendría que ver con su falta de generosidad o con temas económicos: "Él se asesoró bien y llegó a la conclusión de que lo más fácil y práctico era eso. Ella también lo comprendió. Para una pensión de ese tipo se necesita más papeleo y una sentencia judicial en firme y demás".

Gálvez y Almudena Cid en una imagen del pasado de sus redes sociales.

Christian Gálvez habría querido, además, evitar así un proceso judicial y alargar aún más este trance personal, ya de entrada lacerante y doloroso. 

Por último, la fuente con la que se contacta sostiene que hay una cuestión que le ha dolido especialmente a Christian en los últimos días: que se diga que él pidió activar las cámaras de su casa para grabar la mudanza que realizó Almudena.

En ningún caso fue así. "Conociéndolo, y más o menos estando al tanto de las cosas, te digo que nunca llegaría a ese nivel la cosa. Eso no es verdad", se asevera. 

En lo que respecta a Gálvez y a Patricia Pardo (38), sostiene a este medio quien está capacitado para hacerlo que él ha estado viviendo "de continuo" en su casa de Boadilla del Monte, y que últimamente ha pasado "más de una noche" en casa de Patricia. Eso sí, de momento seguirá haciendo vida en su casa. Nada de convivir. 

Una tensa ruptura 

Confirmaban hace unos días que ha existido tensión entre Christian y Almudena. Tanto, que han estado días sin comunicarse. Ella ha estado profundamente dolida por cómo ha actuado él.

Cierto es que cuando saltó la noticia del amor entre Gálvez y Patricia Pardo el matrimonio "ya estaba roto" desde hacía meses, pero el entorno de la expareja entiende que todo ha sido demasiado "precipitado".

Mención aparte se merecen las palabras de amor que le dedicó él a Pardo en su programa de radio. "No ha tenido ninguna sensibilidad ni decoro", sentencian. 

Por su parte, Christian "no sale de su asombro" ante las declaraciones que ha hecho la familia de Almudena en prensa. Por duras y, sobre todo, por injustas palabras que, según los que rodean al comunicador, no se ajustan del todo a la verdad.

En los sentimientos de cada persona nadie manda, pero se insistió muy mucho en que "las cosas se hicieron con la mejor de las intenciones y sin engañar". Los tiempos "no son los contados", y todo se hizo, según el entorno de él, como se debía, teniendo en cuenta lo delicado de la situación cuando una de las partes deja de sentir.

Por último, sostuvieron fuentes de total solvencia que Almudena no aprobó que su familia hablara, y habría tenido una conversación con algunos familiares: "No quiere dar pena ni lástima por nada". Ella hubiera preferido el silencio y que sólo los actos hablasen. Ahora, sólo desea Cid que el tiempo escampe y que la tranquilidad y el anonimato vuelvan a su vida. 

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