El mes de abril de 2022 está marcado en rojo en la familia de la aristócrata Naty Abascal (79 años). Mes horribilis. En concreto, en la vida de su hijo menor, Luis Medina (41), desde que la Fiscalía Anticorrupción pusiera el foco en él.
El motivo de esta investigación obedece a las cantidades millonarias que podría haber cobrado Luis Medina por su intermediación en varios contratos sanitarios para el Ayuntamiento de Madrid, en el peor momento de la pandemia de coronavirus.
La Fiscalía denunció a Luis Medina y a su socio, Alberto Luceño Cerón, por delitos de estafa agravada, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales. La justicia los acusa de inflar los precios de forma injustificada para cobrar comisiones millonarias por el material importado de Malasia.
Todo un escándalo mediático, judicial y también social que ha salpicado indirectamente a Naty Abascal. La socialité ha revivido con esta trama su peor pesadilla: el "bochorno" público y el ver a su familia señalada. Cabe recordar que tres décadas atrás, su marido, el difunto duque de Feria, fue condenado por corrupción de menores.
Según ha podido conocer EL ESPAÑOL, a través de una amiga íntima de la sevillana y modelo de Alta Costura, Abascal está "abochornada" y tiene claro que sólo cuando la Justicia hable y su hijo quede exculpado, retomará su actividad social. Incide la informante que ese bochorno nada tiene que ver con que Naty no crea a pies juntillas el testimonio de su hijo o que existan rencillas entre ellos, como se ha publicado.
Nada que ver. "Ella no ha dudado ni un momento de la versión de su hijo. Lo conoce y sabe sus defectos, pero también sus virtudes. Ella piensa que todo se aclarará y saldrá la verdad y el culpable", se asegura, categórica y contundentemente. "Ni ella ni Rafael Medina (43) ni nadie que conoce a Luis le ha dado la espalda", se subraya.
Naty Abascal continúa "pasando el chaparrón" en Portugal, en la isla de Tavira, donde la familia tiene una casa. "Ella viene y va, atiende sus compromisos en Madrid y demás, pero no soporta el seguimiento de estos días y allí pasa muy inadvertida y vive con más calma", se informa. Han sido varias las renuncias a las que Naty ha tenido que hacer frente en estas aciagas semanas.
Eventos, desfiles de moda, compromisos sociales y, por ejemplo, la Semana Santa y la Feria de Abril. "A la Semana Santa y la Feria le ha costado faltar especialmente. Quienes la conocemos, sabemos lo que le importan a ella", se apunta. Día a día, Naty cuenta con llamadas estimulantes de fieles y escuderos amigos. Personas que la consuelan y calman, que le hacen ver que todo pasará y que todo escampará.
Se desliza a este medio que no la dejan sola en ningún momento. Amigos como Nieves Álvarez (48), Blanca Suelves (54), Pedro Trapote (81) y su mujer, Begoña García- Vaquero, están al quite. Mención aparte se merece su íntimo, Valentino Garavani (89).
La discreción de Rafael
Rafael Medina se ha intentado desmarcar, a nivel público, de la polémica que rodea al menor de los Medina-Abascal. Quien sí ha hecho algún comentario de lo sucedido ha sido la cuñada de Luis, Laura Vecino Acha (43).
Muy respetuosa y sin querer ahondar en cuestiones que desconoce, la mujer de Rafael Medina ha respondido a algunos de los comentarios que ha recibido en su cuenta de Instagram.
"Ni mi marido ni yo hemos tenido conocimiento hasta ahora de todos estos detalles. No podemos estar más disgustados. Pero somos únicamente responsables de nuestros actos", comentó junto a uno de sus post. "El juzgado resolverá y espero que cuanto antes. En cualquier caso, nosotros en el tema del juzgado no tenemos absolutamente nada que ver", añadió.
Laura Vecino llegó a la familia Medina-Abascal tras contraer matrimonio con Rafael en 2010. La pareja comenzó su relación en 2003, pero en 2005 tomaron caminos separados. La ruptura no fue definitiva y en 2008 retomaron su historia de amor, para finalmente darse el 'sí, quiero' dos años más tarde en la capilla San Juan Bautista del Palacio de Tavera con 700 invitados de testigo.
En 2012 los duques de Feria se convirtieron en padres de los mellizos Rafael y Laura, quienes nacieron en Madrid. Dos años después se mudaron a Barcelona después de que el hijo de Naty Abascal fichara por Inditex.
No regresaron a la capital hasta el verano de 2020, cuando Rafael anunció en sus redes sociales que emprendía nuevos proyectos. Se trataba de su fichaje como Head of Couration de WOW, entonces un marketplace online y, desde el pasado 12 marzo, una tienda física en la Gran Vía madrileña.
Rafael Medina, que ha llevado a cabo este proyecto de la mano de Dimas Gimeno (46), expresidente de El Corte Inglés, ya tenía gran experiencia en el sector de la moda. Desde 2007 y hasta 2014, cuando asumió el cargo de responsable del área de sastrería masculina en Inditex, el aristócrata trabajó en Scalpers, la marca que fundó junto a sus amigos Borja Vázquez y Alfonso Vivancos.
En sus 12 años de matrimonio, Laura y Rafael han estado enfocados en su familia y su carrera. Pese a formar parte de una las familias más importantes del país y ostentar títulos nobiliarios -él es el décimo duque de Feria con Grandeza de España y posee el título de marqués de Villalba- no suelen estar en el foco mediático.
Al contrario de Luis Medina, apodado como el "el soltero de oro" de la jet set y quien hoy copa gran parte de los titulares por su supuesta estafa al Ayuntamiento de Madrid.
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