Este pasado martes 10 de mayo de 2022 fallecía el mítico periodista Jesús Mariñas, a los 79 años de edad, a causa del cáncer de vejiga que padecía. La triste noticia enlutaba los corazones de los profesionales de la prensa del corazón -para los que Mariñas fue guía y espejo-, de sus amigos y familiares.
Su ánimo fue titánico y optimista hasta el final, pero no pudo ser. Según la información que maneja EL ESPAÑOL, en los últimos días tuvieron lugar una serie de complicaciones en su salud que terminaron siendo irreversibles. El mismo Jesús Mariñas, y su entorno, estaban al tanto de que el desenlace iba a ser inminente.
Tal y como se hace constar, la semana pasada -y, en concreto, el fin de semana- fue determinante. El periodista lo asumió con estoicismo y entereza, y demostró un gran pragmatismo. Tuvo tiempo de despedirse, uno por otro, de todos sus seres queridos, bien físicamente -algunos de sus más allegados se desplazaron al hospital San Rafael de Madrid- o por conversación telefónica.
"Jesús pudo irse habiéndose despedido de toda su gente, de sus buenos amigos y también de Elio. Con todos tuvo su conversación", informa una fuente de contrastada credibilidad. La despedida con Elio fue especialmente dura y estuvo cargada, sobre todo, de sobreentendidos. No les hizo falta verbalizar lo que sentían.
Y añade esta persona, que conoció a Mariñas hace más de 30 años: "Sólo tuvo pensamientos para el bienestar de Elio, que él estuviera bien y que se le arropara y se estuviera pendiente de él".
No sólo esto: hasta donde conoce este periódico Jesús organizó su despedida y dejó "todo muy bien atado". Lo que pidió encarecidamente es que no se le hiciera un velatorio ni que su último adiós fuera radiado en televisión: "Quien conocía a Jesús sabía que eso lo detestaba. Nunca le gustaron ese tipo de espectáculos y creía que la gente iba por figurar y hacerse la foto".
Para evitar esa escena, Mariñas dijo adiós a las personas que más le importaban. Dejó dicho lo que quería que pusiera en su epitafio -"Viví para vivir", como informa ABC-, y dónde deseaba que descansasen sus restos mortales: junto a su madre, en su tierra natal, Galicia.
Sostiene la fuente que Mariñas murió "en paz y con absoluta serenidad". En su caso, fue verdad y literal que estuvo trabajando hasta el final: "No dejó de dictarle las crónicas a Elio hasta la semana pasada. La última persona de la que escribió fue de Isabel Pantoja (65)".
Con respecto al traslado de hospital, EL ESPAÑOL ha podido conocer que se debió únicamente por una cuestión práctica: "En San Rafael estaba mejor tratado para su situación".
Eso sí, confía la persona consultada que tanto Jesús como Elio "no tuvieron ni una sola queja" del hospital Ramón y Cajal, centro de confianza de Mariñas y donde tuvo a sus médicos de siempre.
Como dispuso en vida, y EL ESPAÑOL pudo confirmar, los restos mortales de Mariñas han sido incinerados. La cremación tuvo lugar este pasado miércoles 11 de mayo en el Tanatorio de Tres Cantos, Madrid. A continuación, Jesús será trasladado hasta La Coruña, de donde era originario, para que pueda descansar junto a su madre, a quien estaba muy unido.
Su última imagen pública
Desde que Jesús Mariñas ingresara en el hospital, donde permaneció más de 40 días, este medio se interesó por su salud, manteniendo contacto directo con su esposo. Al conocer la triste noticia de su fallecimiento, este periódico ha intentado comunicarse con él, aunque sin éxito.
El gallego ha fallecido a los 79 años en el hospital de San Rafael de Madrid tras más de un mes ingresado a causa del cáncer de vejiga que padecía desde hace tiempo.
Fue el pasado 31 de marzo cuando el también célebre colaborador de televisión, uno de los emblemas del periodismo del corazón, era hospitalizado por complicaciones derivadas de la enfermedad que sufría y que, finalmente, ha acabado con su vida.
Al poco de conocerse la noticia de su fallecimiento, las redes sociales se han llenado de mensajes de despedida. Rosa Villacastín, Jesús Manuel Ruiz o Víctor Sandoval han sido algunos de los rostros conocidos que han lamentado su pérdida en publicaciones cargadas de emoción.
También Aurelio Manzano, que fue su compañero en el programa Tómbola, le ha dedicado unas emotivas palabras: "Viviste y exprimiste la vida a tu manera, querido Jesús. Te encantaba viajar, ahora ya puedes hacerlo eternamente".
El pasado 21 de abril, el día que Elio cumplía años, decidía comprar chocolates, uno de los snacks favoritos de marido, y una tarta para soplar juntos las velas de su gran día. Aquella tarde de júbilo, Valderrama publicaba una fotografía que hacía saltar todas las alarmas.
Una impactante instantánea -teniendo en cuenta lo presumido que siempre ha sido Mariñas con su imagen y afeite personal- que hacía constar el mal momento que atravesaba.
"21 de abril. Mi cumpleaños. Apago la velita en compañía de Jesús Mariñas y Ana Parrilla. Muchas gracias al restaurante José Luis por su estupenda tarta de cumpleaños, y a César por hacerla llegar a tiempo. Y a mis amigos, que les tengo guardado un trocito", posteaba Elio, aludiendo a Paloma Barrientos, Beatriz Cortázar o Daniel Carande, tres de los grandes apoyos de la pareja.
Ellos, junto al resto de amigos, son quienes arropan al fotógrafo en estos duros momentos en los que se tiene que despedir del gran amor de su vida y comenzar una nueva etapa sin él a su lado.
[Más información: Jesús Mariñas y Elio Valderrama, la historia del atípico matrimonio que se amó hasta el último aliento]