Los poco más de 8.000 habitantes del concejo de Pravia, en Asturias, conocen a la perfección una de sus viviendas más emblemáticas. En la pequeña localidad presumían hasta hace tres años de una de sus vecinas más ilustres, la marquesa de Casa Valdés, Beatriz Valdés y Ozores, quien falleció a los 92 años en febrero de 2019. Ella era la suegra de Esperanza Aguirre (70 años) y dueña del palacete más famoso de la parroquia asturiana.
Tras su fallecimiento, sus herederos -los familiares políticos de la expresidenta del Partido Popular- pusieron a la venta su gran casona. Entonces el precio inicial propuesto para su compra se acercaba al millón de euros, concretamente se dispuso en 980.000 euros, pero tras unos primeros meses sin modificaciones en su valor, el pasado septiembre se produjo una bajada hasta situarse en los 950.000 euros. Y no quedó ahí la rebaja.
Solo unas semanas más tarde, en octubre de 2021, se llevó a cabo una nueva y drástica reducción en el precio, llegando hasta los 899.000 euros. Este cambio brusco en el valor del desembolso ocurrió de manera abrupta y en un mismo mes, por lo que parecía que la tendencia iría a la baja de ahí en adelante. Pero no ocurrió así.
Siete meses después de la última modificación en el precio, y cuando acaba de cumplirse el año y medio exacto desde que se colgara el cartel de 'Se vende', la majestuosa vivienda no pretende sufrir más fluctuaciones en su estimación económica.
La empresa inmobiliaria que gestiona la venta del inmueble es Alonso y Asociados, sociedad que mantiene activo su anuncio del palacete en su página web oficial. Debido a la inacción por parte de los potenciales compradores, la inmobiliaria actualiza el informe del palacio de forma esporádica. Y es que el precio de la casona, a pesar de las rebajas, sigue requiriendo una importante inversión, y la familia no desea hacer más cambios. Según ha podido conocer este medio, los propietarios no quieren reducir más el precio, por lo que "se mantendrá así cueste lo que cueste encontrar un comprador. No quieren entrar en negociaciones a la baja, de momento", se desliza.
Esta decisión rotunda de la familia política de Esperanza Aguirre se debe a que la vivienda es sin duda una de las mayores joyas de su patrimonio. No solo por su valor económico, sino también por los recuerdos que atesoran esas cuatro paredes. La propia exministra de Educación y Cultura ha pasado periodos estivales en esta casona junto a su marido, Fernando Ramírez de Haro (72). El inmueble posee todas las comodidades para una amplia familia y se encuentra dentro el área de Avilés, una de las zonas más visitadas del Principado.
Pese a que la fachada desprende un aire antiguo, sigue una línea minimalista muy fácil de mejorar con una simple capa de pintura. Y los interiores disponen de grandes dimensiones, esplendorosos espacios y una capacidad envidiable. Esos son los valores más fuertes de la casona.
La vivienda cuenta con cuarenta habitaciones que se reparten en once dormitorios, nueve baños, dos cocinas, cinco salones y un comedor. También dispone de varios detalles claves que la convierten en un auténtico tesoro asturiano: dos patios interiores, una torre, un mirador, y garaje. Además, completan la interminable lista dos antiguas caballerizas y dos edificaciones más a las que se accede desde el exterior.
Llaman la atención detalles como los descomunales techos de más de cuatro metros de altura decorados con molduras pintadas de forma artesanal, así como los frescos de las paredes de algunos salones y los suelos originales de castaño. Entre planta y planta reina una imponente escalera de mármol que une cada piso.
La fallecida marquesa vivió ligada a este palacete durante su juventud y su edad adulta, pero según entró en la veteranía y requería de mayores cuidados, convivió durante los últimos años de su vida en la gran casa que Esperanza y su esposo poseen en el madrileño barrio de Malasaña. Por este motivo, la expolítica siempre mantuvo una relación muy estrecha con su suegra, la matriarca de la casona más conocida de Pravia.
[Más información: El palacio asturiano de la suegra de Esperanza Aguirre, a la venta por casi un millón de euros]