El cantante Antonio Carmona Amaya (56 años) volvió a nacer en diciembre de 2017, cuando cayó en coma inducido a causa de una infección tras un implante dental que le obstruyó la respiración. Desde ese día, se bebe la vida a grandes sorbos; disfruta de su gente, de su familia, y sabe qué es lo importante en la vida.
Cuando se está a punto de acariciar la muerte sin remisión, aprendes a vivir de otro modo. La vida te da un mandoble necesario. Es lo que le pasó a Antonio Carmona. Hoy, está atravesando un momento excelso a nivel personal y profesional y él, lejos de ser comedido, lo grita y pregona.
Así lo ha hecho constar el de Granada a EL ESPAÑOL este pasado miércoles 18 de mayo, al filo del mediodía, en el céntrico y exclusivo hotel Santo Mauro de Madrid. Carmona, como embajador de la marca de coches Citroën, ha prestado su imagen a la nueva creación de la casa francesa, el C5X, y este periódico ha podido entrevistarlo en la intimidad.
El cantante flamenco se ha confesado como nunca; de sus inicios, de su familia, de sus miedos, de sus triunfos, pero también de sus hijas, Marina y Lucía Fernanda, la generación de artistas que viene pisando fuerte. Antonio comienza a disfrutar del éxito a través de sus hijas y se siente orgulloso de reinventarse, como hizo con C. Tangana (31) y su concierto en directo mano a mano.
Este próximo sábado 21 de mayo cumple 57 años y lo celebrará trabajando, pero después le espera una gran fiesta con amigos, entre los que se encontrarán Rosario Flores (58) y Manzanita. "¡Vienen muchos amigos! Cumple 57, voy a tomarme mi tiempo con mis amigos, a comer bien, a darle gloria bendita. Tampoco es todo currar. Hay que disfrutar mucho", asegura el nuevo y renacido Antonio Carmona, ilusionado.
Ahora arranca una gran gira por España...
Empezamos el 21, que es mi cumpleaños, en Cataluña. Allí siempre nos han dado muchas expectativas para el trabajo. Y luego ya hago gira por toda España. Estaremos en muchos sitios y daremos el saltito al extranjero. Este año es muy diferente con respecto a todos los años atrás. Se ve mucha alegría, la gente tiene muchas ganas de juntarse y de ver a los Carmonas. Los Carmonas están ahora en un buen momento. Con mis hijas y con todo. Estamos disfrutando.
¿Qué planes tiene para su cumpleaños?
Currar, que lo trabajo. Luego, el 22, pues me voy a Cádiz. Vienen muchos artistas a verme; Manzanita, Rosario Flores... ¡vienen muchos! Cumple 57, voy a tomarme mi tiempo con mis amigos, a comer bien, a darle gloria bendita. Tampoco es todo currar. Hay que disfrutar mucho.
La pandemia ha cambiado a las personas, pero usted tuvo su participar pandemia en 2017...
¡Por eso te estoy diciendo! A partir de lo que me pasó he aprendido a ver la vida de otra manera. En cuanto te ves un mes entero en un hospital, una semana en coma, sin saber nada... es alucinante. De las experiencias más locas que he tenido en mi vida. Sí que es verdad que luego reapareces con unas ganas de vivir, de cuidarte... ganas de darle besos y abrazos a todo el mundo.
Incluso a los enemigos...
¡Incluso darle un abrazo a los enemigos! Y darles la mano, tenderles la mano. Te dices tú 'qué gilipollas soy'. ¿Estar mosqueado con alguien? Prefiero humillarme y seguir para adelante, porque Dios me ha dado otra oportunidad.
¿Fue usted consciente de algo esos días?
La semana del coma fue muy loca. Vi a mi padre, vi a Ángel Nieto, vi unas figuras, unos ángeles y unas cosas por ahí... Era alucinante. Todo eso pasó y me recuperé. Me pasó por un exceso de trabajo, estaba en el estudio metido. Pasé muchas horas ensayando, preparando la gira... No me cuidaba demasiado bien y eso fue lo que me pasó. Un bajón. El cuerpo me dijo 'hasta aquí' por no cuidarme.
El cuerpo se manifestó
¡Se manifiesta! Claro que sí. Hasta luego, Lucas. Menos mal que di con unos profesionales buenísimos y supieron sacarme de ese marrón que tenía.
¿Qué planes tiene para el verano?
Trabajo y trabajo. Cuando llega el verano, ni Mariola, ni Marina ni Lucía ni yo pensamos en vacaciones. Ahora me estaban diciendo que querían ir, un poquito más para adelante, terminando el verano, a Lanzarote. Es un sitio que me encanta y tenemos buenos amigos allí. Si les preguntas a Alejandro Sanz (53) o a Pablo Alborán (32) también te dirán que el verano es trabajar. Ese es nuestro disfrute. Porque luego llega el invierno, y es más duro.
Usted es de esos artistas que ha sabido reinventarse y fusionarse y no estancarse. ¿Qué experiencia guarda de su trabajo con C. Tangana?
Cada día que me levanto hago algo en la guitarra, una rueda de acorde o escribo algo. Ese es mi día a día. Siempre escribo o saco alguna armonía con la guitarra. Eso es inspiración, eso es trabajo, eso es oficio. Te tienes que reinventar. Al principio de Ketama hice dos discos y nos pusimos número uno en Inglaterra.
Esa fue la forma de dar un vuelco a la música. Ahora, el tema con C. Tangana ha sido también un encuentro tan bonito, tan sencillo, tan bueno... Empezamos a hablar de las cosas que la gente quiere. Juntarse y empezar a tocar las palmas. Tomarte un vinito. Disfrutar de la vida después de la pandemia. Ese tema ha sido un himno porque la gente se quería juntar y disfrutar. La gente quería olvidarse y pasárselo bien. Ese tema ha tenido una repercusión impresionante.
Ahora sus hijas están trabajando con él...
Sí, las dos, Marina y Lucía, están con él. Juanito también. Van los tres con él. Alternan cosas también conmigo.
Marina sacará un disco ahora, ¿no?
Marina tiene ya para hacer un disco. ¡Ha sacado tantos singles que tiene para sacarlo! Para cada día también se obliga. Ayer vino, por ejemplo, con una melodía preciosa en el estudio y ha venido con una especie de maqueta. Aquí de lo que tenemos muchas ganas es de que se muestre nuestra música. ¡No tenemos esa ansia de llenar el Wizink! No, no. Queremos sacar lo que llevamos dentro; esos somos nosotros.
Está rodeado de mujeres y ha dicho hace poco que son las que mandan en casa...
¡Son el poder, totalmente! Eso de que las mujeres estén en su casa yo creo que ha cambiado. Se lo merecen. También se merecen sacar lo que tienen dentro. La cuestión es que seamos todos iguales. La comunidad gitana, la gay... ¡Todos somos iguales! Si no, esto va a dar una explosión. Que nos respeten. Para mí es fundamental que me respeten y sepan de dónde vengo. Es igual para el colectivo, para los árabes...
Ha viajado mucho y ha visto mundo, ¿se considera un hombre con suerte?
Por ejemplo, todo el tiempo que me he pegado en América me ha abierto la mentalidad. Yo vengo del flamenco, de mi música, de los orígenes. Soy muy inquieto y eso me lleva a hacer música por todo el mundo. Si te digo yo de cantaores y de música que no llegaron a ningún lado... Sin embargo, he tenido la suerte de poder tocar con Prince, fuimos teloneros de Frank Sinatra, hacer discos... Esa suerte no la tuvieron otros en mi gremio. Casi todos se diluyeron. Estuve en el momento adecuado y con los amigos adecuados.
También hay que decir que se atrevió, que no tuvo miedo
Desde que tengo 14 años soy un buen comodín. ¡Me puedes tocar con música escocesa y saco mi guitarra! Me pones con un hindú y me defiendo. Gracias a Dios tuve un padre que me abrió esa visión... Él me trajo muchas músicas de todo el mundo.
¿Considera que ha sido muy criticado en la profesión?
Los primeros que me dieron caña fueron los puristas. ¡Me dieron una caña que iba de lado a lado! Luego empezaron a reconocernos un poco, pero los principios fueron muy duros. Ahora el peso lo llevan mis hijas... ¡Esas me dan más miedo! En el buen sentido, porque no sé qué va a pasar con ellas, porque yo tuve mucha suerte. Espero que tengan aunque sea la mitad de mi suerte.
¿Les ha dado algún consejo?
Esfuerzo, mucho esfuerzo.
¿Cuáles son sus artistas de cabecera?
Paco de Lucía y Camarón. Eran muy reservados. Eran artistas que pasaron mucha soledad, estudiando en su casa. Paco de Lucía, desde los 14 años, estuvo en una habitación y no socializaba con nadie para tocar como tocaba. Era gente de otro nivel.
Por último, ¿ha renunciado a algo por estar donde está?
¡Lo único, a mirarme al espejo! Con 57 años... que todavía sigamos haciendo giras, que todavía podamos hacer discos. Eso es maravilloso, esa es la vida: hacer lo que a ti te gusta. Renunciar creo que no hemos renunciado. Aquí somos muy guerreros todos. Mi mujer es una guerrera y mis hijas, ni te digo.
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