Anne Igartiburu (53 años) es una orgullosa madre de tres hijos. Pese a su gran fama en el ámbito nacional gracias a las décadas que lleva trabajando en televisión, la presentadora ha conseguido mantener alejados los focos más mediáticos de su núcleo íntimo. La comunicadora ha creado una diversa familia a lo largo de los años, primero acudiendo a la adopción para experimentar la maternidad y más tarde de manera natural.
Noa (21) fue la primera en cumplir el sueño de Igartiburu de convertirse en madre. En el año 2001, la vizcaína decidió, en consenso con Igor Yebra (47) con el que entonces mantenía una relación, adoptar una niña de la India. Tres años más tarde, el bailarín y la presentadora se casaron, el 15 de septiembre de 2004, y en esa misma fecha llegó al hogar la pequeña Noa, que ya tenía 3 años cuando aterrizó en España. De esta forma, la menor completó la felicidad del reciente matrimonio.
Tiempo después, en una entrevista en prime time, la propia Anne aclaró que las adopciones de sus dos hijas -Noa y Carmen (11)- las hizo en solitario: "Adoptar como madre soltera es una aventura y más en países con India o Vietnam, donde la ley cambia todo el rato. Una mujer sola en esos países así es duro", confesó. Su tercer vástago, Nicolás (6), es, sin embargo, su único hijo biológico, fruto de su matrimonio con Pablo Heras-Casado (44).
En la actualidad, la primogénita de Igartiburu es toda una mujer, pues en su etapa veinteañera está tomando el rumbo hacia su futuro y encontrando su camino profesional, y lo está haciendo con mucho arte. Literalmente. La joven, que lleva a cabo su día a día de forma discreta pese a que es muy consciente del reconocimiento público que posee su madre, tiene un talento sorprendente para las artes pictóricas.
Noa ha encontrado la forma de dar a conocer su don para el dibujo sin tener que exponerse y sin que nadie pueda identificarla como la hija de la mítica presentadora de TVE. La joven tiene una cuenta personal en Instagram que mantiene totalmente privada para que los ojos más curiosos no puedan acceder a ella; pero también dispone de un perfil abierto en la misma red social.
Bajo un nombre en inglés, Noa comparte sus obras artísticas en una cuenta pública que creó expresamente con la intención de dar a conocer su habilidad para el dibujo. En esta cuenta ha publicado ya 106 dibujos con los que demuestra su amplio don con el uso de un simple lápiz, con carboncillos, bolígrafos o rotuladores de colores en papel, pero también con pinturas acrílicas y acuarelas en lienzos.
Este perfil de Instagram existe desde abril de 2020, al inicio de la pandemia por la Covid-19, en los primeros días del confinamiento domiciliario. Noa se centró en su dote artística para amenizar las interminables horas de encierro en casa; y aprovechó la intensa producción de esos días para crear una cuenta y reunir sus obras en un mismo lugar, a modo de expositor.
Sin embargo, tras finalizar el periodo pandémico, la actividad de la joven Igartiburu en las redes no ha cesado, y ha seguido compartiendo nuevos dibujos. En los últimos, además, ha introducido la baza tecnológica, ayudándose del retoque digital, lo que demuestra que su dominio del arte gráfico va evolucionando. Lo cierto es que de momento solo dispone de un discreto número de seguidores, entre los que se encuentran sus padres.
Igor Yebra y Anne Igartiburu le dan 'me gusta' a cada post que comparte su hija, y a menudo también dejan algún comentario, normalmente, se trata de emojis de aplausos o corazones rojos, con los que le demuestran lo orgullosos que están de ella.
Gracias a que Noa tiene este perfil abierto al mundo, no solo se puede comprobar su talento, sino también la cercanía que demuestra con sus seguidores y el apoyo continuo de sus progenitores. Además, cuando publica sus obras suele identificar la ubicación desde la que lo hace, y siempre la sitúa en la Comunidad de Madrid, donde vive su familia. También a través de sus redes se ha podido observar cómo la joven domina la lengua natal de sus padres, pues escribe mensajes de agradecimiento a sus followers tanto en euskera como en castellano.
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