Karlos Arguiñano materializa un ambicioso proyecto de la mano de su hija Amaia: los detalles
El cocinero ha lanzado al mercado uno de los productos "más especiales" de la empresa vinícola que gestiona una de sus hijas.
14 marzo, 2023 01:30Karlos Arguiñano (74 años) ha sabido convertir su profesión en un imperio gastronómico que le permite disfrutar de las diferentes facetas del sector. Es cocinero, pero también presenta un programa culinario en Antena 3, gestiona un hotel-restaurante en Zarauz y cuenta con una bodega de vinos que acaba de lanzar uno de sus proyectos más ambiciosos.
Después de seis años, finalmente, se ha puesto en venta Kaiaren 2016, el vino "más especial" de BodegaK5, según explican en sus redes sociales. Se trata de un producto edición limitada de 6739 botellas, cuya particularidad reside en su largo tiempo de crianza sobre lías, que junto con la acidez tan característica de la variedad permite que sea una bebida con gran potencial.
Aunque acaba de lanzarse al mercado, su historia se remonta a 2016, "un año con grandes contrastes térmicos", en el que "se consiguió alcanzar una maduración lenta pero excepcional en el mes de octubre", tal y como explican en el portal de la empresa vinícola de Arguiñano. "Estas características junto a la experiencia de conocer la gran capacidad de guarda de las añadas de K5 en botella y la incorporación de una segunda generación con ganas de innovar, hacen que la bodega decida apostar y confiar en separar una pequeña parte de la producción para elaborar un vino único e irrepetible", exponen.
[La visión de negocio de Amaia, hija de Karlos Arguiñano, para aumentar los ingresos de la familia]
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Después de 48 meses de crianza sobre sus lías finas y una vez confirmada su excelencia, en marzo de 2021 se embotelló el vino y comenzó su proceso de maduración. Este último paso tuvo una duración de 24 meses, hasta que se decidió presentar en el mercado por un precio de 37 euros.
Kaiaren es un vino monovarietal de Hondarrabi Zuri, elaborado exclusivamente a partir de mosto flor y tras una maceración pre-fermentativa en frío. Llega para ampliar una pequeña propuesta, también formada por dos vinos con Denominación de Origen Getariko Txakolina, K5 y KPilota, que mantienen la esencia de la bodega: "suelo, clima, uva viticultura y enología".
Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, Karlos Arguiñano no ha estado solo. Desde la página web de la bodega aseguran que la empresa cuenta con un equipo que "trabaja cada día para llevar un txakolí excepcional a todos los rincones del mundo". Mientras unos se encargan de la tierra y las vides, otros se desempeñan en el interior de la bodega. Es el caso de Amaia, una de las hijas del cocinero.
La joven es ingeniera y especialista en telemetría de profesión, pero ahora es la responsable de la bodega de su padre, gestionando de principio a fin el proceso de creación del vino e incluso, desarrollando actividades que permiten rentabilizar al máximo la empresa. En 2021, por ejemplo, Amaia Arguiñano ideó una atractiva propuesta para los amantes del yoga, haciendo sesiones en el campo de la bodega.
K5 se encuentra en Aia, a 300 metros de altitud frente al Mar Cantábrico y muy cerca del parque natural Pagoeta. Un enclave privilegiado de 30 hectáreas, de las cuales 15 son de viñedo y el resto, caminos y bosques.
Karlos Arguiñano comenzó en el negocio de vinos hace casi 20 años. En 2005 nacieron los viñedos, en 2010 la bodega y la primera añada, y en 2015 K Pilota. Es un proyecto que, según explican en la página web, "es el sueño cumplido de un grupo de cinco amigos enamorados de la tierra y el vino". La idea, según la información que proporciona el sitio online de la bodega, surgió "alrededor de una mesa y entre risas", con el fin de "dejar raíces duraderas".