El pequeño Hugo Molina se ha alzado con el triunfo de la quinta edición de Got Talent gracias a su sorprendente talento con el tambor, convirtiéndose en el ganador más joven de la historia del formato. Con tan sólo dos años, el niño dejaba boquiabiertos a los miembros del jurado y a todos los espectadores por su destreza, impropia de un artista de su edad.
La corta edad del aspirante obligaba al programa a grabar su actuación dos horas antes de la emisión en directo para que pudiera irse pronto a la cama. Como ha hecho en sus dos anteriores números, el niño aparecía imperturbable junto a su padre y hacía que su destreza pareciese algo común.
Para esta ocasión, Hugo había aprendido una canción totalmente distinta al registro al que está acostumbrado, preparándose una magistral versión del villancico Campana sobre campana.
Vestido de traje, con un decorado navideño, un coro y hasta nieve artificial, el pequeño Hugo Molina volvía a conquistar a todos los presentes con su carisma y su indudable arte. Aunque ha sido una de las finales más competitivas, ha sabido derribar a todos sus contrincantes en la final: Ismailah, el Magodelucasss y Leví y Estrella.
Además, el pequeño Hugo recibió una emocionante invitación desde el Vaticano para tocar el tambor frente al Papa Francisco y conocerle en persona. Luis Argüello García, obispo auxiliar de Valladolid y secretario general de la Conferencia Episcopal España, era el encargado de transmitir el mensaje al niño.
De esta manera, Got Talent ha cerrado su quinta edición en plena forma con la gala final más vista de su historia, arrasando con 2.978.000 espectadores y un 29% de share.
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