En el ecuador de la tercera edición de Maestros de la Costura, el programa ha conseguido que los concursantes pasaran de la alegría al llanto al volver a ver a los aprendices expulsados, que compitieron para regresar al talent. Un honor que le ha correspondido a Margarita (51).
En la segunda prueba, los concursantes expulsados en los programas anteriores Helen (38), Marc (32), Arantxa (19) y Margarita competían por conseguir de nuevo plaza en el taller. Pero el regreso de Margarita no ha evitado la expulsión de Fran (30), uno de los aprendices más queridos, como ha demostrado el cálido abrazo con el que se ha despedido de él Raquel Sánchez Silva (47).
Como era de esperar, Margarita, la última expulsada, consiguió que la repesca le devolviera al taller gracias al diseño de una falda y un chaleco, utilizando para ello cuatro prendas de segunda mano. "Esta ha sido la mejor repesca de las tres temporadas", ha confesado Lorenzo Caprile (52) al ver los diseños terminados. "Estoy muy contenta, muy feliz", ha dicho la aprendiz al conocer que volvía a ser una más del equipo.
Con la intención de acercar la moda sostenible y sus posibilidades a los aprendices, se trasladaron a la sede central de Humana, ONG pionera en la recuperación y reutilización de textiles que, desde su creación en 1987, ha recogido más de 300.000 toneladas de ropa y residuos textiles en España.
Una prueba que ha puesto de manifiesto la tensión entre los componentes del equipo naranja compuesto por Fran, Borja (25), Xiaona (28) y Laura (38), que ha terminado en batalla campal entre las dos concursantes. Un enfado que ha zanjado con un "¡Me tenéis harto!" de Caprile que ha dejado mudos a los cuatro.
En la primera prueba, la nadadora Ona Carbonell (29), la mujer con más medallas en mundiales en la historia de la natación, diseñadora de los bañadores del equipo español de natación sincronizada, y estudiante de cuarto de la Escuela Superior de Diseño de Sabadell, les invitó a confeccionar un conjunto completo de ropa interior deportiva.
"A la gente le gusta quejarse porque es gratis, si pagáramos todo el mundo estaría 'callao'", esgrimió con gracia Fran, cuando Raquel Sánchez Silva les hizo intercambiar telas y patrones a los pocos minutos de comenzar la prueba.
Borja fue uno de los primeros en protestar y en aceptar peor las críticas. "Se me han juntado los tres demonios", dijo en referencia a los tres miembros del jurado y a los comentarios negativos sobre su diseño.
A Joshua no le quedó más remedio que seguir la recomendación de Caprile y de la deportista, y recortar su prenda al ser excesivamente grande. "No llores Joshua y ponte a ello", le dijo sin piedad el modista.
La última prueba de la noche, la de expulsión, convirtió a Palomo en adalid de "Napoleón", con un complemento de diseño excesivo, muy adecuado al look que vestía el diseñador. El modisto optó por un atrevido y elegante sombrero negro de ala ancha, levantada hacia arriba, con grandes plumas rosas que sobresalían en la parte de atrás, y que él mismo confeccionó en el taller. Un homenaje a la diseñadora de tocados y sombreros Candela Cort, pionera en este tipo de confección, invitada en el taller.
Jurado y aprendices siempre ofrecen la noche del lunes un popurri de frases memorables. En el último programa, Laura consiguió el podio a la frase de la noche al lograr el segundo puesto en la primera prueba y comentar, quizá llevada por los nervios: "Le queda como anillo al guante". Eso sí que es darle una segunda oportunidad a un refrán.
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