La sexta entrega de Maestros de la costura traspasó la sencilla línea de programa blanco para encender las luces más sensuales de discoteca y lanzarse al striptease: Borja no dudó en quedarse en calzoncillos y confeccionar así las piezas de la primera prueba.
Su habitual falta de memoria volvió a jugar una mala pasada al aprendiz bilbaino que olvidó coger de la mercería las telas con las que confeccionar el primer reto de la noche. Como recurso, no dudó en desprenderse de su propio pantalón y los calcetines que llevaba puestos para confeccionar un look a Xiaona, modelo ocasional de su compañero, que no estaba muy de acuerdo con las piezas que debía lucir.
"Nos falta empatía", señalaba el aprendiz vasco, que llevaba al límite su desencuentro al calificarla como "la persona más egoísta de la tierra" al no colaborar con él para facilitarle el trabajo.
"Rabillos de pasa vas a tener que tomar. Siempre se te olvidan cosas", le reprendió el diseñador Alejandro Gómez Palomo (28 años) a Borja.
Una prueba con la que Margarita regresó al taller tras la repesca, igual que en su día le sucedió a Eduardo Navarrete, participante de la primera edición de Maestros de la Costura, que este año ha desfilado por segunda vez en el marco de la semana de la moda madrileña, con una colección divertida y muy colorida.
Siempre desenfadado, el exaprendiz, que ya ha abierto tienda propia, animó a los nuevos concursantes a realizar prendas deportivas, lo más actual en el streetstyle de este momento, pero con códigos del hip hop de los 90.
Una época en la que "hasta Rocío Jurado llevaba chándal, de Escada, pero chandal", apuntó rotundo Navarrete, que no dudó en lanzar los mejores calificativos para la costura de Joshua y también sobre su físico, provocando una divertida situación de flirteo.
Pero tras las bromas y las risas de jurado llegó la segunda prueba, la de equipos, una de las novedades de esta edición al proponer, por primera vez, la confección de dos modelos clásicos de calzado de una de las empresas españolas de mayor antigüedad en el sector, Camper.
Nervios, tensión y enfrentamientos salieron a relucir en la prueba grupal en la que los egos de cada concursante luchan por prevalecer, una prueba en la que aquellos que aparentemente aparecen como ganadores no siempre llegan a serlo y desembocaron en la prueba de expulsión: Laura, Begoña, Margarita y Borja.
Un momento que les llevó al límite en la confección de una chaqueta de punto masculina, a partir del diseño del considerado como "el renovador de la sastrería de punto", el diseñador Archie Alled-Martínez, galardonado con el premio LVMH Graduate Prize.
Una prueba en la que Begoña ha estado más nerviosa que de costumbre y de cuyo resultado confesó que no se sentía "satisfecha".
Palomo resaltó la "desorganización" de Borja, la tónica habitual de su trabajo, y a pesar de su buena actitud Laura no supo elegir el mejor tejido, un neopreno, que la condujo directamente a la expulsión. "Tu trabajo tiene una cosa buena, pero muchas cosas malas", le ha dijo Lorenzo Caprile (52) sobre su chaqueta.
Cuando oyó su nombre, Laura no pudo evitar las lágrimas, "pero son de agradecimiento. Estoy muy agradecida al trabajo, mis compañeros han sido mis maestros, cada uno me ha aportado algo. Tenéis una amiga aquí para lo que queráis", ha terminado diciendo la aprendiz.
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