La crisis sanitaria provocada por el coronavirus está haciendo que las cadenas de televisión tomen medidas excepcionales. Con menos personal y una necesidad imperante de mantener informada a la sociedad, los grupos de comunicación tienen que hacer malabares para satisfacer las necesidades informativas de la ciudadanía en estos momentos extraordinarios. Por eso, Mediaset ha tomado la decisión de 'reciclar' a sus reporteros y que trabajen para más de un programa a la vez.
Es por ejemplo el caso de la periodista de Cuatro al día, María López, que en los últimos días ha ofrecido cobertura mediática a otros espacios como El programa de Ana Rosa o el de Ya es mediodía.
Hay que tener en cuenta que entre las medidas tomadas por muchas cadenas está la reducción del personal y evitar los desplazamientos innecesarios, por lo que no entra en sus planes mandar a un trabajador a cubrir una información puntual a Sevilla u otras ciudades.
Así, esta reportera ya ha aparecido en los últimos días en varios espacios informando, con micrófono de Cuatro al día mano, sobre cómo está viviendo la capital sevillana esta pandemia.
La decisión ha sido tomada por Mediaset, pero son los reporteros del día a día los que micrófono en mano están saliendo a la calle, con el riesgo que eso conlleva en la actualidad, para informar. Un gesto que ya quiso alabar hace unos días la propia Ana Rosa Quintana durante una conexión con los periodistas, elogiando casos como el de la reportera María López o el de Carmen Bérgamo en Donosti.
"Es una compañera que habitualmente trabaja para Cuatro al día pero que en estos momentos de solidaridad todos los programas nos estamos apoyando unos a otros, y además intentamos que los reporteros estén en sus lugares de residencia, y no estén viajando por España, tal y como nos han recomendado", explicó la presentadora.
Especial importancia están teniendo los reporteros de los informativos Telecinco, espacio que de por sí cuenta en plantilla con periodistas en distintos puntos de España a los que recurrir para determinados eventos informativos. Son a ellos a los que ahora están recurriendo programas como El programa de Ana Rosa, Ya es mediodía o incluso otros enfocados tradicionalmente a temas del corazón, como Viva la vida o Sálvame.
Estos se han convertido en las últimas semanas en verdaderos estandartes de la información, y han pasado a dedicar grandes franjas de su programa a tratar sobre cómo está afectando el coronavirus a España y las medidas que se recomiendan para evitar su contagio, entre otros. Una cobertura para la que también se han apoyado en los reporteros de los informativos o incluso de otros programas más enfocados a la actualidad diaria.
Medidas extraordinarias
Lo cierto es que Mediaset fue una de las primeras cadenas en tomar medidas para evitar la propagación del coronavirus. Ya a comienzos de marzo, cuando el gobierno todavía no había decretado el estado de alarma, tomó su primera decisión: emitir los programas sin público.
Espacios como Mujeres y Hombres y viceversa, Sálvame o El programa de Ana Rosa mostraron entonces una imagen insólita: las gradas completamente vacías y donde antes había sonoros aplausos ahora imperaba un gélido silencio.
Sin embargo, este solo sería el comienzo de una serie de normas que se radicalizaron a medida que la situación en España empeoraba. Entre el actual plan de contingencia de la cadena destaca la toma de la temperatura a todos aquellos que quieran acceder a las instalaciones con un termómetro de infrarrojos; la colocación de gel antisépticos en distintos puntos estratégicas para desinfectar las manos; o el cierre de la cafetería, entre otros.
Estas medidas también han afectado a la forma de trabajar de los programas. Desde hace semanas se ha suspendido las reuniones previos a la emisión, y lo que se hace es que los los temas se envían a través de WhatsApp o email; los responsables de sonido van equipados con guantes y mascarillas pero ellos ya no se encargan de colocar los micrófonos, sino que son los propios tertulianos los que se lo ponen; se ha reducido el personal en plató y en todos los programas se debe respetar la distancia mínima.
De todas ellas, hay una que es la que más ha sido comentada y sobre la que más han bromeado los presentadores y los colaboradores: la falta de maquilladores y de peluqueros, y es que ahora son los propios tertulianos los que tienen que venir ya arreglados de casa.
Medidas que, más allá de lo anecdótico, están enfocadas a evitar el contagio y la propagación de un virus que mantiene en vilo a España y que ya se ha cobrado la vida de más de 14.000 personas.
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