No es la primera vez que se pasan por El Hormiguero pero sí que había cierta curiosidad por saber cómo están llevando esta etapa de confinamiento dos personajes públicos bastante destacados en sus respectivos ámbitos. Por ejemplo, Antonio Orozco (47 años) ha vuelto a ser noticia en los últimos días por la composición de su single Hoy, un himno vital en plena pandemia. Por su parte, Ana Peleteiro (24) ya sabe desde hace varias semanas que tendrá que esperar al 2021 para vivir uno de los momentos más destacados de su carrera: su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio.
El fin de semana ha dado para que Pablo Motos (54) conversara vía telefónica con muchos amigos y constatara "la sensación de que España está dividida por la política, aquí hay poco que hacer, y el enfado de la gente que cumple las normas con las que no las cumple". A partir de ahí se puso a explicar que, "en general todos creemos que cuando nos amenazan con algo vamos a cambiar de actitud. No es cierto. Por ejemplo, las imágenes de las cajetillas de tabaco, al principio tuvo efecto, pero después los fumadores se han habituado a ello y ya no tiene efecto. Se llama sesgo optimista. La pregunta es: ¿por qué no dejamos de luchar contra nuestro cerebro y partimos de lo que ya sabemos? Nuestra mente nos engaña y nos dice que una cosa tan grande como el coronavirus no se va a evitar con una mascarilla, distancia de seguridad y lavarse las manos".
El presentador de El Hormiguero también hizo una llamada a los medios de comunicación y, cómo no, a los políticos: "En las noticias se debería sacar más a los que sí cumplen las normas. Somos seres sociales y se tiende a hacer lo que hace la masa, como cuando al principio todo el mundo compraba papel higiénico. Un nuevo punto es que el cerebro se atora ante tanta ansiedad. Hace falta liderazgo político para ello. Por último, el cerebro es vago, muy vago: habría que tener mascarillas y geles más a manos".
Un gran salto
Sola y con sus mascotas en la casa de Guadalajara, ya que su pareja se quedó confinada en Portugal, Ana Peleteiro reconoció en la entrevista que "me ha tocado pasarlo solita, pero me ha venido bien estar conmigo misma. Nunca lo había probado. Muy orgullosa de los resultados. He perdido 4 kilos en este confinamiento, creo que soy de las pocas personas que lo ha hecho. Eso me va genial, mi entrenador está muy contento".
Preguntada sobre el aplazamiento de los Juegos Olímpicos que, en un principio, se iban a celebrar este verano, Peleteiro confesó que "me siento muy bien, creo que era lo más coherente que se debía hacer porque cuando empezaron a empeorar las cosas yo suplicaba que los aplazara, porque no tenía la cabeza para centrarme en la competición más importante de mi vida. Para mí era inviable centrarme en eso".
En el caso de que finalmente se celebre en 2021, esta gran cita servirá para que la saltadora gallega llegue más preparada: "Un año más, personalmente, me viene genial. Cuando empezó la cuarentena me estresé mucho, pero cuando cambiaron los JJOO lo vi como algo positivo: llegar más madura, cambiar algunas cosas de entrenamiento… Lo enfoqué como una posibilidad, no como una pérdida. Empecé a entrenar con más ganas".
Una de las cosas curiosas es que el comienzo de esta crisis mundial pilló a Peleteiro conviviendo con varios atletas chinos en Portugal: "Ellos nos avisababan y nosotros nos reíamos. El ser humano tiene la manía, y los españoles más, de que cuando algo pasa lejos no lo damos importancia. En enero celebramos el año chino con ellos y nos dijeron que eran unos afortunados porque sus familiares no podían hacerlo en su país natal. Llegaron al punto de que el Gobierno chino les ordenó volverse".
Dado que vive en Guadalajara, su rutina ya ha vuelto a la normalidad: "Ahora ya hemos retomado los entrenamientos con normalidad porque estamos en Fase 1. Desde hace una semana estamos entrenando unas seis veces por semana". En este sentido, las comparaciones son odiosas, y Pablo Motos quiso saber cómo había visto a sus rivales: "A mis rivales las he visto un poco mal. Soy muy afortunada, vivo en una casa con jardín y gimnasio, ellas viven en un piso con una movilidad muy reducida. Yo como he perdido peso y he mantenido los ejercicios de fuerza, estoy mejor de lo que estaba y ellas en cambio han perdido terreno, pero en breve se igualará todo. Yo siempre era la que estaba más gordita y veía a las demás con unos abdominales que rallaban queso y ahora se han cambiado las tornas".
En el lado más personal, Ana Peleteiro reveló una de sus aficiones: la pintura. "Hace un año mi prima siempre regalaba un cuadro a sus amigas por el amigo invisible. Decidí copiarla y de vez en cuando me pongo con ello. Las primeras semanas sí que me volqué con ello, pero ahora lo he dejado. En mi vida he dado una clase de pintura, pero me relaja mucho".
Buen rollo
Pocos minutos después le llegó el turno a Antonio Orozco. Fiel a su estilo, el artista comenzó vacilando a uno de los colaboradores, El Monaguillo (46). Tras ello, contó que "estoy en Sitges, estrenando la Fase 1. Hoy la gente está con una sonrisa. Espero que la cosa vaya por la buena dirección. Cuando sacaba al perro y te dabas cuenta de que la gente estaba muy estresada con la situación".
Tras hablar a nivel general, Orozco se abrió y contó detalles muy personales: "Tengo que decir que estos últimos cuatro años no han sido fáciles para mí, pero de las cosas peores hay que sacar lo mejor. Estos últimos años he tenido que reinventarme. Ahora estoy bien enfocado para trabajar en el disco más importante de mi carrera, que verá la luz cuando el Covid-19 lo permita".
Sobre su primer single, Hoy, contó que "el videoclip lo grabamos unas tres semanas antes del confinamiento. Casualmente, la canción tiene una cierta coincidencia: a veces hay que olvidar todo para empezar de nuevo. La gente tiene que sentir ese positivismo, todo lo que viene por delante va a ser muy bueno".
Motos desveló que le parecía curioso que Pablo López (36) siempre pidiera opinión a Orozco sobre sus trabajos y esa situación no se diera de forma recíproca. El barcelonés trató de explicarse: "A mí, Pablo López me puede pedir lo que quiera, menos dinero. No le pido opinión porque me acojona que me diga que está mal. Prefiero no saberlo. Hay mucha gente que cuando va a escuchar por primera vez la canción de alguien, prefiere que el artista no esté en la habitación. Cuando uno se encuentra de bruces con un 'no me gusta', siempre hay un miedo a enfrentarse a una opinión que es relativa, porque al final es el público el que te pone en tu sitio. Es retrasar la guillotina, es como cuando te escribe el del banco, siempre prefieres verlo más tarde".
Dejando a un lado sus proyectos profesionales, a estas alturas de la entrevista, Orozco sacó su faceta más emotiva al hablar de su hijo: "Mi niño es como la razón de ser. Si tuviese que buscar un sinónimo es el aire, tiene toda la belleza e inteligencia de su madre, ha venido a este mundo a rescatarme a mí y espero que a otras personas. Ha sido mi mejor compañero en muchos momentos. Hemos sabido encontrar un espacio en el que reunirnos durante este confinamiento y ha sido muy bonito. El ser humano es contradictorio, se pasa toda la vida pensando en el trabajo para sacar un minuto con la familia y ahora que tenemos tiempo pensamos en el trabajo. Por eso le digo a la gente que nos ve que vivan el momento presente".
Y en ese instante sucedió una pequeña sorpresa, con la aparición del hijo de Orozco en pleno directo: "Hemos hablado en este programa muchas veces de él y ahora está aquí. Es muy fan de vuestro programa y queremos daros las gracias por la entrega y la dedicación y no haber dejado a la gente sola. Sois muy buenos profesionales y mejores personas", finalizó el barcelonés.
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