Esta edición de MasterChef Celebrity tiene algo especial, algo potente, que te deja pegado más que otras al televisor. Y lo que tiene no es otra cosa que buenos ingredientes. O lo que es lo mismo en un programa de cocina: fantásticos concursantes. Cada uno en su línea. Hay de todo, desde el sabiondo y el competitivo y chupa cámara hasta el mojón al que ni se lo ve. De esta tanda última, hay varios. Por ejemplo, ¿ustedes sabían que participaba Melani Olivares (47)? Pues si no estaban al tanto, tranquilos: este martes ya la han expulsado. La pobre no se ha lucido nada.
Pero ya llegaremos a ella. Ahora vamos a detenernos en otras cuestiones. En la noche de este pasado martes, los concursantes debían enfrentarse a una de las elaboraciones con mayor tradición de nuestra gastronomía: el embuchado. Por parejas, tenían que hacer embutidos, con sus aderezos correspondientes para, posteriormente, realizar un plato con dicho producto. Nada más comenzar el percal, me he dado cuenta de varias cosas: Jesús Castro (27) va de malote, pero se queda en niño pillado en falta -ojo, que va de actor-, y no soporto ni a Josie (39) ni a Celia Villalobos (71). Me ponen de mal humor.
Pero así como Castro va de rudo y seriote en silencio, sin molestar a nadie, Josie es cansino, ¡muy cansino! La guindilla cojonera de esta edición. Es todo confeti a todas horas, alegría, estruendo. En cuanto lo he visto me he percatado de que está ahí para el show. Mucho show y poca cocina. Y, claro, para un rato guay, pero tanta pompa termina cansando. Como le ha pasado a Jordi Cruz (42), que después de la prueba de exteriores ha explotado contra él y su mundo, todo el día "mariposeando", en sus propias palabras. Era Josie el capitán y ha hecho de todo menos implicarse con su equipo. ¡A Gonzalo Miró (39) le lloraban los ojos sin parar y ha pasado de él! Mariposeando sin parar, de aquí para allá. "Bueno, eso me viene de fábrica", ha replicado el aludido, pero no era para tomárselo a gracia. "Es que ni te has manchado, tienes el cutis perfecto. ¿Tú has visto el cutis de Raquel? ¿Has visto su mandil? ¿Has visto el de Ainhoa? ¿Y el tuyo cómo está? Limpio", se le ha encarado de malas pulgas el chef. ¡Ese killer que lleva dentro!
Los nervios estaban a flor de piel en esta prueba de exteriores, que ha tenido lugar en el Autocine Madrid Race, donde las celebrities han tenido que elaborar dos menús al más puro estilo take away americano: smoothies, ensaladas, lobster roll y costillas braseadas son algunas de las recetas que han elaborado para 120 comensales. Y Jordi no ha podido más. Josie, en su mundo, y con los focos hacia su persona, seguía con el show pese a todo: "Pero, ¿cómo no voy a tener el cutis perfecto si ayer me dieron un masaje japonés dos horas? Nunca me vas a ver con mal cutis. No puedes valorar el trabajo por el cutis porque lo he dado todo. Es que parece que aquí solo se te valora si te has manchado. ¿Qué quieres que yo le haga si llevo una ducha incorporada?".
Y Jordi se cansó, de tanta tontería barata. "¡Cuando yo hable, te callas!", le ha terminado gritando de muy malos modos. El silencio se ha solidificado durante unos segundos. La cosa se ha puesto fea. "Por favor, seguid vosotros porque es imposible", ha pedido Jordi a sus compañeros jurado. Pero nada, Josie es muy cansino y ha ido dispuesto a no bajarse de su escenario particular. Se ha tirado toda la noche con sus expresiones y sus anécdotas. Que si no sofrío mucho porque tengo la obligación de mantenerme así hasta los 75 años, que si "yo lo único que puedo embutir es un guante en el antebrazo", o sus tonteos burdos con Jordi en el cocinado: "Solo te conozco de una noche de Navidad". Normal que los nostálgicos del programa se preguntaran que dónde quedó aquel espacio que se dedicaba a la cocina. No, ¡esto no es Sálvame!
Pero, esperen, porque salimos de Málaga y nos metemos en Malagón. Sinceramente, no sé qué es peor, si Josie o Celia Villalobos. Hasta este martes no tenía una opinión muy bien edificada de ella, pero ya sí: es una señora que reniega de la política, pero sabe que aún vive de ella. Que a nivel televisivo, solo vive de ella. Al menos, en Masterchef Celebrity. Es un poco agotadora con su mantra político a cuestas. Atiza al PP y a Mariano Rajoy (65) sin ningún sentido, y cuando los demás no hacen referencia a la corrupción y demás, ella se suma el tanto. "No quiero saber nada de nada de la política", dice. ¡JA! Aquí van las pruebas de que sí: "El chorizo en la cocina, la primera vez, pero he visto muchos", (Como si hablase con Rajoy, encarnado en Flo): "Has pasado por la política, pero no te has enterado de qué va".
Y sigue erre que erre: "Con los chorizos me llevo malamente, es lo que más odio, pero los de cantimpalo me encantan", "Cuando dije que los políticos tienen algo de actores, casi me excomulgan. ¡Cómo se pusieron conmigo!". Esto termina agotando y así están algunos espectadores del reality de ella: ¡hartos!
Bueno, pero no podemos pasar por alto uno de los grandes momentazos de la noche para mí, si no el que más. Cuando durante el cocinado del embutido a Melani Olivares y a La Terremoto de Alcorcón -personaje maravilloso que he descubierto aquí más en profundidad, y que quiero y deseo que sea mi amiga- se les cae al suelo un chorizo que, ni cortas ni perezosas, lavan y vuelven a colocar en la sartén de cocinado. ¿Hola?
Al principio creí que no estaba viendo bien, pero no: pasó tal cual, como prueba un vídeo que se colgó en la red. Samantha (50) diciéndoles que cuidado con la higiene, que hay que estar muy encima, más en estos momentos. "No se ha caído", sostenía en un principio Melani, luego reconoció que sí. Claro que para muchos en Twitter el programa no es el más indicado para hablar de higiene. Pasen y lean:
Cosas curiosas antes de cerrar este blog: me ha encantado conocer una parcela más personal de Ainhoa Arteta (55) -se llega, incluso, a enfadar con Jordi y lo manda a la mierda directamente-, Laura Sánchez (39) de momento no ha terminado de florecer para mí, como tampoco Raquel Sánchez Silva (47). No dan mucha carnaza, claro que mejor: ¿no estamos denunciando que el programa es de cocina y no un Sálvame? Más cosas: el momento en que Juanjo Ballesta (32) ha simulado -pactado- con el programa hacer un show yéndose al baño en mitad del cocinado me ha dado un poco de pena y vergüenza ajena; Lucía Dominguín (63) es una sabelotodo un poco insufrible, y muero de amor, caigo derretido con Nicolás Coronado (32). Qué mono es, qué lindo es, ¡qué más da que sea un sin sal!
Segunda expulsada: Melani Olivares
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