De galán en una serie juvenil como Un paso adelante a ser todo un experto en los fogones. Más de tres lustros después de triunfar como intérprete de un aspirante a bailarín, la vida profesional de Miguel Ángel Muñoz (37 años) sigue ligada a la pequeña pantalla, en esta ocasión gracias a Como sapiens, de Televisión Española.

Y es precisamente ahí, en el entorno culinario, donde el público se ha acostumbrado a ver a 'MAM', sobre todo después de su exitoso paso por MasterChef Celebrity. Eso sí, su cara ha aparecido también en la prensa rosa por su noviazgo con Ana Guerra (26) y su ruptura este pasado verano.

Esa ha sido una de las pocas ocasiones en la que se ha podido saber algo de la vida personal del actor madrileño, que siempre se ha mostrado reacio a airear determinados aspectos de su intimidad. Quizás por eso tuvo una repercusión mayor un asunto del que daba cuenta hace escasas semanas en su perfil de Instagram.

Miguel Ángel Muñoz presenta 'Como Sapiens' en La 1. RTVE

En la foto, Muñoz aparecía disfrutando de una de sus pasiones, el deporte, concretamente haciendo running. La foto en sí no suponía una gran novedad, pero lo que le daba una connotación especial era, sin duda, el texto que lo acompañaba: "¡Hoy es un gran día! Hace siete meses una contractura me empezó a hacer la vida imposible y debido al confinamiento no pude tratarme como debía", comenzó a exponer.

Precisamente, gracias a esta red social pudimos saber, meses atrás, que esa etapa del confinamiento la pasó en casa de su abuela, un aspecto que también recordó en este post: "El no poder salir de casa (de la de mi Tata) sumado al estrés del confinamiento, la responsabilidad y la falta de descanso derivaron en un diagnóstico el 24 de junio de dos hernias discales cervicales entre las vértebras C5-C6 y C6-C7", prosiguió.

Consecuencias

Cualquiera que haya sufrido a lo largo de su vida algún problema en la espalda sabe lo doloroso que es. Miguel Ángel Muñoz no es una excepción: "Una de esas hernias me tiene pinzado el nervio y aparte del dolor más grande que nunca había experimentado se llevó toda la fuerza de mi brazo izquierdo, incluyendo el tríceps y el pectoral", detalló el actor.

En estos casos, los médicos suelen optar por acudir al quirófano para reparar esas hernias, pero nuestro protagonista de hoy comenta que, en su columna, "con una artritis degenerativa y la cantidad de protusiones que tengo quizás no era la mejor idea".

Ante esta situación, los galenos optaron por un tratamiento conservador, basado en pinchazos para aliviar el dolor acompañados de unas sesiones intensivas de rehabilitación. "Hasta que no pasé por la unidad del dolor a que me pincharan no empecé a ver la luz y 111 días después de rehabilitación continua, 6 días de natación a la semana más entreno funcional y bicicleta otros cinco días, físico y quiropráctico, vuelvo a ver la luz", confesaba Miguel Ángel Muñoz, quien aseguraba que esa fotografía se correspondía con los primeros cuatro kilómetros que ha podido correr después de mucho tiempo, deseando, a su vez "volver a practicar el yoga", otra de sus grandes pasiones.

De todo este calvario vivido, parece que las hernias discales dejarán de ser un quebradero de cabeza para Miguel Ángel Muñoz quien, sin embargo, deberá seguir lidiando con la artritis reumatoide, una enfermedad inflamatoria crónica que, en algunos casos, puede derivar en limitaciones físicas y deteriorar la calidad de vida.

Uno de los aspectos en el que coinciden casi todos los especialistas es que es clave su detección precoz para evitar, en la medida de lo posible, el deterioro de ciertas articulaciones o estructuras óseas. Para su tratamiento se pueden usar antiinflamatorios no esteroideos, fármacos biológicos y fármacos modificadores de la enfermedad.

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