Se han cumplido cinco meses desde que María Teresa Campos (79 años) se lanzase a la aventura con su proyecto profesional más autónomo y especial: su programa de YouTube, Enredados por María Teresa Campos. La comunicadora, después de no rubricar su renovación con la cadena Mediaset, probaba suerte en la red, enredándose con su gran amiga, Meli Camacho. Se habló de reinvención por su parte, y lo cierto es que la audiencia la respaldó.
El programa arrancó con un gran éxito. 100.584 visualizaciones obtuvo su primer capítulo, y los suscriptores, lo verdaderamente importante en las lides de YouTube, comenzaron a subir como la espuma. De mil en mil: Teresa Campos era rentable en la red. Las próximas entregas confirmaron la excelente acogida: entrevistas como la de David Broncano (34) -292.803 reproducciones-, la de Jorge Javier Vázquez (50) -276.856- y la de Toñi Moreno (47) -99.741- y Los Javis-102.531-, sellaron y certificaron el éxito. La Campos estaba imparable.
Pronto el programa comenzó a experimentar cambios, tanto visuales como internos. Teresa cambiaba el nombre de la cabecera y en vez de Enredadas en la red, de repente se llamaba Enredados por María Teresa Campos. Un sorprendente cambio que no fue el único: el espacio viró con entrevistas de Teresa y, ya al final, se incluye una pequeña sección con Meli Camacho. En cuestión de días, el espacio daba un vuelco sorprendente casi al mismo tiempo que ganaba suscriptores. O lo que es lo mismo, dinero, mucho dinero.
La publicidad comienza a llegar al programa de Campos, todo un fenómeno un YouTube. Nadie se podía imaginar el gran éxito que tendría Teresa. No obstante, la gran sorpresa para todos llegó con la emisión del tercer programa, donde la presentadora malagueña entrevistó a Toñi Moreno, y después charla con su amiga Meli. Pero ahí no estaba la noticia, sino en la cabecera nuevamente. Teresa fichó a su hija Carmen Borrego (53) como directora del programa y reducía la sección de Camacho en "colaboración especial". Sin embargo, el desinterés en la audiencia comenzó a hacerse más acuciante tras el verano.
Teresa cambió de productora. Y lo que parecía una inversión a lo grande, con una producción más profesionalizada, típica de cine, se ha traducido en desinterés por parte de la audiencia. Los programas de Campos ya no arrasan como antes, la publicidad ya no es la que era. Campos ha pasado, desde el verano a la actualidad, de registrar reproducciones que casi no bajaban de las 100.000 -y nunca de los 50.000-, a tener que contentarse con 16.000 visualizaciones, que son las que obtuvo la entrevista a Joaquín Reyes. No, algo está pasando con el espacio de Teresa.
Los suscriptores se estancaron en 27.900, una cantidad que, si bien es buena, no es tan sobresaliente teniendo en cuenta el perfil y poder de convocatoria de Teresa Campos, como explica un experto a JALEOS. Enredados por María Teresa Campos no vive su mejor momento, pese a que el perfil de los invitados es "más que aceptable", suelen ser personalidades de abolengo. La persona con la que este medio contacta explica que "puede que el espectador se haya cansado de la estructura del programa, que su mayor parte de emisión sea la entrevista".
También es posible que el interés se haya visto mermado "por las entrevistas en sí; no tanto por el personaje, sino por la forma de llevarlas a cabo". En esa línea, este medio ha podido conocer que la familia Campos, Teresa y su hija Carmen, son conscientes de la pérdida de visualizaciones y "están preocupadas, pero poniéndole remedio". Se explica que la decisión que se ha tomado al respecto es "perfeccionar a los invitados".
Se les ha aconsejado que "busquen el perfil polémico o telecinquero". Dicho de otra manera: la opción más viable es salvamizar el espacio. Buscar perfiles más interesantes para el público de Telecinco, el que siempre ha seguido con fervor a Campos. También se está buscando "mayor visualización de los programas en las televisiones". En la actualidad, ningún medio se hace eco semanal del contenido de Enredados.
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