Cultura CÓMICS Cinco obras de Víctor Mora para el recuerdo El padre literario de El Capitán Trueno y El Jabato, entre otros, renovó el cómic español con héroes alejados de la pacatería de los sesenta. 18 agosto, 2016 11:50 guardar Literatura Cómic Literatura infantil Víctor Mora M.B. 1 de 11 Primer número de El Capitán Trueno, se publicó el ocho de junio. La serie comienza en el siglo XII durante la Tercera Cruzada, donde el Capitán es el jefe de un grupo de españoles que lucharán al lado de Ricardo Corazón de León. 2 de 11 Una de las primeras viñetas del Capitán. Comienza contextualizando a los lectores: En un campamento de los Cruzados frente al último bastión árabe en Palestina... 3 de 11 Recortables de El Capitán Trueno de 1960. Víctor Mora, padre literario del Capitán, comenzó la serie con la ilustración de Miguel Ambrosio, 'Ambrós', que dio forma a las aventura aunque la serie tuvo otros dibujantes como Ángel Pardo o Adolfo Buylla. 4 de 11 El Capitán Trueno y sus compañeros anuncian una sorpresa que sería la aparición de la publicación para jóvenes La Revista que nació en 1960. 5 de 11 Ejemplar de las primeras aventuras de El Jabato en 1958. En esta ocasión Víctor Mora firmaría bajo el pseudónimo R. Martín. 6 de 11 El Jabato vive en la época romana, aunque sin datar con exactitud porque hay ciertos anacronismos históricos. El protagonista vivía perseguido por los romanos, que lo consideraban un peligroso proscrito, por lo que El Jabato y sus compañeros lucharían al lado de los pueblos oprimidos por Roma. 7 de 11 El Cosaco Verde nació en 1960 con guion de Víctor Mora e ilustraciones de Fernando Costa. 8 de 11 Mora situó el cómic en Rusia y añadió el adjetivo 'verde' para evitar la censura. 9 de 11 El Sheriff King se editó en 1964 para la revista 'Pulgarcito' y terminaría en 1980. 10 de 11 Víctor Mora contó en esta ocasión con las ilustraciones de Francisco Díaz. 11 de 11 'Las Crónicas del Sin Nombre' se publicó por iniciativa de Goscinny en 1973 en la revista francesa Pilote. EL dibujante Luis García Mozos le llevó unos dibujos y el director de la publicación le propuso el proyecto a Mora que ya colaboraba con la casa.