“Vivimos la recuperación del sector”. Con estas palabras se ha presentado el nuevo y pasado ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, ante la comisión de cultura del Congreso de los Diputados, que se ha abanderado como el salvador de las industrias culturales.
El ministro llega a su cargo dispuesto a cumplir con una legislatura completa y no a jugar en los minutos de prórroga, para “dialogar”. De hecho, arranca su intervención con palabras de Antonio Machado: “Para dialogar, preguntad primero; después, escuchad”. Para llevar a cabo su proyecto, Plan 2020, propone escuchar las sugerencias de todos los grupos políticos y dirigir “una nueva etapa para la cultura con un trabajo en común”.
Entre las medidas más notables del propósito cultural del nuevo Gobierno figura recuperar la idea de la reforma de la Ley de Mecenazgo, proyecto fracasado en la era Wert-Lassalle del que ha dicho que “no fue suficiente” y que es necesario elaborar una ley oportuna.
Sobre el IVA cultural sigue negando su existencia, aunque reconoce que se ha comprometido a bajar el IVA de los espectáculos en directo “cuando se pueda”. La lucha contra la piratería también es un objetivo capital: “Queremos crear una Fiscalía para la lucha contra la piratería. La pasada legislatura no se pudo por falta de entendimiento con el Ministerio de Justicia”.
También se compromete a cuidar y salvaguardar a los creadores más veteranos que quieran seguir creando y cobrando su pensión de jubilación. Está dispuesto a convencer a Hacienda para que cobren el 100% de su jubilación.
Sobre la Filmoteca también asegura que inyectará más recursos para salvar la crítica situación en la que se halla. También desarrollará una Ley propia para el Museo Arqueológico Nacional. Sin concretar fechas ni cantidades, sin detallar lo que pasará con la partida cultural en los Presupuestos Generales del Estado, Méndez de Vigo desembarca con muchos sueños en el Congreso de los Diputados. Por delante quedan cuatro años para ver cuántos se cumplen.