El Consejo de Ministros ha dado hoy luz verde al Real Decreto que aprueba el nuevo Estatuto de la Biblioteca Nacional de España, destinado a mejorar la gestión interna, la búsqueda de patrocinios y el impulso a la investigación. Este Estatuto desarrolla la Ley 1/2015, de 24 de marzo, aprobada por el pleno del Congreso con el fin de dotar de autonomía a la Biblioteca Nacional, de forma similar a la que gozan ya el Museo del Prado o el Reina Sofía.
El ministro de Educación, Cultura y Deporte y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha asegurado en rueda de prensa que la nueva norma contribuirá a "agilizar notablemente la capacidad de actuación del organismo". La medida, que ha estado paralizada durante el periodo del Gobierno en funciones, llega en un contexto de reducción continuada de la partida presupuestaria destinada a la BNE en los últimos años, que ha pasado de 47,5 millones de euros en 2010 a 29,8 millones este año.
El nuevo Estatuto recoge un cambio en los órganos de gobierno de la institución, que a partir de 2017 incorporará al Real Patronato, hasta ahora consultivo, junto con la Presidencia (titular del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) y la Dirección de la Biblioteca. El Real Patronato, que preside Luis Alberto de Cuenca, "realizará una labor activa de captación de recursos propios, especialmente los derivados de aportaciones a título gratuito de entidades privadas y particulares, y de los ingresos recibidos como consecuencia del alquiler de espacios", ha detallado el ministerio en un comunicado.
Nuevas tecnologías
La BNE podrá participar en sociedades, fundaciones u otras entidades sin ánimo de lucro cuyo objeto sea acorde con sus fines. Corresponderá al Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, autorizar la adquisición de títulos representativos del capital de sociedades mercantiles. El Real Patronato tendrá dos órganos colegiados de gestión, el Pleno y la Comisión Permanente.
Entre las competencias del Pleno están el impulso de iniciativas de mejora y proyectos de colaboración e innovación, proponer el Plan Estratégico Plurianual, el Plan Anual de Objetivos o la participación en sociedades, fundaciones u otras entidades sin ánimo de lucro. En cuanto a la Comisión Permanente, sus competencias serán la aprobación de donativos de patrimonio bibliográfico y documental, salida de obras para préstamos externos, precios públicos, proyectos de investigación, futuros desarrollos normativos o el impulso de proyectos de colaboración en el ámbito nacional e internacional.
Con el fin de adaptarse a las nuevas tecnologías y a la demanda social, se crean dos nuevas divisiones específicas dedicadas a procesos y servicios digitales y a la actividad cultural
Por otro lado, y con el fin de adaptarse a las nuevas tecnologías y a la demanda social, se crean dos nuevas divisiones específicas dedicadas a procesos y servicios digitales y a la actividad cultural. Y para dar apoyo a la investigación se crea un comité científico que asesorará a la BNE en la participación de programas y proyectos de investigación, tanto nacionales como internacionales, destinados a proporcionar un mayor conocimiento sobre sus colecciones y a la innovación tecnológica.
Los miembros del Comité serán natos y designados. Los designados serán elegidos por la Comisión Permanente del Patronato entre personas pertenecientes a universidades y centros de investigación, nacionales o internacionales, atendiendo a criterios de competencia profesional y experiencia.
Según Ana Santos Aramburu, directora de la BNE, la constitución del Real Patronato como órgano de gestión era un paso "necesario" para marcar la política de la institución y para incrementar y gestionar ingresos propios y participar en sociedades y fundaciones. "Son muchos los retos que debe afrontar hoy la BNE: mejorar la gestión interna, racionalizar los procesos, prestar más y mejores servicios, favorecer la generación de conocimiento y abrir sus puertas a nuevos públicos", ha señalado Aramburu.