De 2.000 a 180 euros: así empobrece el Gobierno a los creadores españoles
La reforma del PP del canon digital arruina los derechos de los autores. Sólo cobran el 5% de la compensación por copia que recibían en 2011.
3 enero, 2017 01:59“Nos están expropiando sin compensarnos”. Al otro lado del teléfono contesta el pintor y escritor Antón Patiño (Monforte, Galicia, 1957), presidente de Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos (VEGAP.) La compensación por copia privada, el llamado canon digital, fue reducida de tal manera por el PP en 2011, que los autores han sido descapitalizados de sus derechos. “Copiar de manera privada es un derecho reconocido por ley, pero también su compensación. La intervención del PP fue arriesgada y torpe, porque fue una medida política lesiva que alteró el equilibrio de las reglas del juego”, añade.
El Gobierno de Mariano Rajoy decidió que pasarían de pagar 110 millones de euros a 5 millones de euros al año. ¿Cómo ha repercutido ese derecho en las cuentas de los creadores españoles? El cineasta Borja Cobeaga (San Sebastián, 1977), presidente de Derechos de Autor de Medios Audiovisuales (DAMA) y co-guionista de Ocho apellidos vascos, cuenta a este periódico que todos los años contaba con un fijo que ahora ha quedado tan mermado que casi no existe.
En una profesión como esta, con tantos altibajos, este pago era importante
En su caso, el último pago del sistema de compensación sin cargo a los Presupuestos Generales del Estado, sino a las empresas tecnológicas, ascendió a los 2.000 euros. Con la reforma del PP, el cobro ha sido de 180 euros. El reparto del canon se hace de manera equitativa entre todos los socios: “No creo que volvamos a alcanzar las cifras de las que veníamos, pero si cobras algo te das por satisfecho. En una profesión como esta, con tantos altibajos, este pago era importante”.
Sin embargo, lamenta la escasa conciencia de defensa de derechos que tiene cada autor. Tampoco cree que el ánimo del Gobierno fuera ideológico, “simplemente querían quitarse el problema de encima y se congratularon con un sector y pasaron del otro”. “Pero no esperaban tanta pelea de los autores”. De hecho, DAMA, EGEDA y VEGAP han sido las sociedades que han hecho pronunciarse a la Unión Europea y al Tribunal Supremo contra la medida del PP.
Lejos del canon
El artista José Manuel Ballester (Madrid, 1960), Premio Nacional de Fotografía 2010, se queja amargamente de las sociedades de gestión de derechos de autor y de su talante recaudatorio. “No sé ni lo que es el canon digital. Cobro por mi trabajo y me olvido de que haya otras fuentes de beneficio. Tendría que hacer un cursillo para enterarme de todo esto”. En esa línea, el músico Adriano Galante, cantante del grupo Seward, reconoce que la copia privada no es un tema de conversación de los músicos.
Jamás he recibido nada por copia privada y he publicado tres discos
“Jamás he recibido nada por copia privada y he publicado tres discos”, cuenta Galante. “De la SGAE obtengo muy pocos beneficios. Y la conversación sobre los derechos de la copia privada es muy ajena al músico. No lo hablan jamás, no somos conscientes de cómo podemos gestionar nuestros beneficios. Vivimos en una falta total de conciencia”, explica el artista, vinculado a la Unión Estatal de Sindicatos de músicos, intérpretes y compositoras.
Galante no es el único que lamenta la falta de voluntad y compromiso de los dueños de los derechos por cambiar las cosas. “Este desencanto ha aumentado con el sistema digital del todo gratis y la cultura de compartir”, asegura. “El canon digital se queda a años luz de las conversaciones de los músicos, quizá porque no se lo toman como un trabajo. Los editores sí, por eso tienen el control de la gestión de los derechos”, dice en alusión a la SGAE.
Este desencanto ha aumentado con el sistema digital del todo gratis y la cultura de compartir
Patiño hace alusión a otra partida que ha quedado arrasada con la decisión del Gobierno: el fondo destinado a la asistencia social de los creadores. Los seguros y la cobertura social ha quedado neutralizada. En VEGAP han tenido que llegar a acuerdos de patrocinio con empresas, para mantener las partidas. Javier Gutiérrez, Director general de VEGAP, asegura que la sociedad antes recibía más de 4 millones de euros anuales, ea repartir entre autores nacionales y extranjeros.
Cinco euros
“Ahora hemos llegado a pagar 5 euros al año por compensación de copia privada. El dinero que está pagando el Gobierno equivale al 3% de los que se cobraba antes, cuando se cobraba 25 veces más”, aclara Gutiérrez. VEGAP representa a 125.000 autores de 42 países. En España sólo tiene 3.000 afiliados, pero reconoce que la mayoría de los artistas españoles no viven de su trabajo.
Es importante subir la recaudación por reconocimiento del derecho: no te pueden expropiar sin compensación
Antonio Fernández, director general de la Asociación para el Desarrollo de la Propiedad Intelectual (ADEPI), negocia con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte la nueva ley para volver al antiguo modelo de compensación, y explica a este periódico que si bien las cuantías no son para tirar cohetes. “Pero si 2.000 euros no es una cantidad importante, imagina 180 euros. Si como autor no tienes la capacidad de autorizar una licencia, al menos que haya una compensación lo más alta posible.
"En Francia el canon está cifrado en 300 millones de compensación”, cuenta. En España, con el PP, pasó de 110 millones a 5 millones de euros. “Es importante subir la recaudación por reconocimiento del derecho: no te pueden expropiar sin compensación”. Y avisa de que hasta el uno de enero de 2018, como pronto, los autores no van a volver a cobrar.
Los legados artísticos hay que respetarlos. No se puede disfrutar de la obra ajena gratuitamente
El productor y ex director de FAPAE Eduardo Campoy (León, 1955) cuenta que los productores con más catálogo recaudan más, pero han pasado a recibir un 5% de lo que recibían antes de 2011. Menciona a uno de los grandes actores: si antes recibía por el canon 6.000 euros al año, ahora ha pasado a recibir 200 euros. “Tenemos un patrimonio que a los tres años no vale nada, porque todo el mundo lo usa de manera gratuita. Los legados artísticos hay que respetarlos. No se puede disfrutar de la obra ajena gratuitamente”.