El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha subido casi todos los impuestos en la última legislatura, pero si ha habido uno polémico, ése ha sido el IVA cultural. En septiembre de 2012 el IVA para el teatro, el cine y los conciertos subió al 21% que soportan todavía hoy, una subida que criticó con dureza todo el sector. Esta subida fue superior a la de la mayor parte de bienes y servicios, ya que además del incremento del tipo impositivo, la industria cultural pasó del tipo reducido (entonces en el 8%) al tipo general (que se puso en el 21%).

En este periodo, la industria cultural se ha visto obligada a congelar los precios, o incluso bajarlos en algunos casos, como muestran los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) publicados el viernes por el INE. Si se descuenta el efecto de la subida de los impuestos, los precios de los servicios culturales han caído casi un 1% desde entonces. En este grupo están incluidas las entradas, los teatros, el cine, los circos, la ópera o los parques nacionales o los museos (en el caso de los museos, se mantuvo el IVA reducido, por lo que pasaron del 8% al 10%).

La industria no asumió todo el efecto de la subida del IVA, sino que la mayor parte se trasladó a los clientes

El INE no desagrega todos ellos, pero sí pondera el peso de cada uno de ellos en función del gasto de las familias, por lo que la importancia de las entradas de cine es muy superior a la de la ópera, por ejemplo. Estos datos muestran que la reacción de la industria cultural a la subida del IVA fue congelar o bajar los precios para no disparar el coste de las entradas para el público. También demuestran que la industria no asumió todo el efecto de la subida del IVA, sino que la mayor parte se trasladó a los clientes.

El INE calcula el IPC sin los impuestos precisamente para valorar el impacto de los cambios tributarios sobre los precios. Sin embargo, si calcula la evolución de los precios de la cultura incluyendo la subida del IVA de septiembre de 2012, se observa que los servicios culturales cuestan ahora casi un 10% más. En otras palabras, el encarecimiento de estos productos se ha producido, en general, como resultado de la subida del impuesto.

La reacción inicial de la industria cultural fue bajar los precios en el momento en el que subió el IVA. En agosto de 2012, justo antes del incremento del impuesto, los precios de los servicios culturales subían a un ritmo superior al 2% interanual y al mes siguiente cayeron un 1,5% interanual y un 3% mensual. En los meses posteriores la fluctuación de los precios fue importante (en parte debido también a errores en la propia estadística debido a la magnitud del cambio de en los impuestos), pero a finales de año ya se estabiliza la estadística.

De momento, el incremento de la demanda no se está trasladando a un aumento de los precios

Desde entonces, la industria ha mantenido sus precios congelados, con algunas fases de recortes. En el último año, que ha sido positivo para la industria cultural, los precios antes de impuestos se han mantenido estables, lo que muestra que, de momento, el incremento de la demanda no se está trasladando a un aumento de los precios.

Deflación

El contexto económico ha influido claramente en la reacción de la industria cultural a la subida del IVA. España ha pasado dos años al borde de la deflación debido a la caída del precio del petróleo, que afectó al resto de bienes y servicios. En este contexto, ¿la caída de precios de los servicios culturales es mayor o menor al del resto de la economía? Mayor sin duda. Desde que se modificó el IVA el IPC en España ha subido casi un 1% a impuestos constantes, mientras que los servicios culturales cayeron cerca de un 1%. 

La industria editorial, con IVA superreducido del 4%, sí que ha subido los precios en este periodo

Además, si no se tiene en cuenta el efecto de la energía y los alimentos frescos, que representan los dos bienes más volátiles de la cesta de la compra, los precios de la economía subieron más. Este indicador, que se llama IPC subyacente, subió en este periodo casi un 3% a impuestos constantes. Otra parte de la industria cultural que no tuvo subida del IVA, como es la de los libros de entretenimiento (se mantuvo en el superreducido del 4%), sí que ha subido los precios en este periodo. En su caso, los incrementaron casi un 2%.

Sin embargo, si se compara la evolución de los precios de la cultura con el resto de la economía incorporando los impuestos, se observa claramente cómo se ha encarecido a un ritmo superior. El IPC general, esto es, de toda la cesta de la compra, ha subido un 3% desde la revisión el IVA, mientras que en los servicios culturales, este incremento alcanza el 10%. Cifra que muestra que la subida de impuestos fue especialmente intensa para el sector cultural.

Montoro y el cine

El Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, compareció la semana pasada ante la Comisión de Hacienda para explicar las líneas maestras de su estrategia para la presente legislatura. El ministro esbozó sus planes para reducir el déficit público al ritmo pactado con Bruselas, reducir el gasto público como porcentaje del PIB y bajar los impuestos a las familias (IRPF).

Montoro explicó que sus planes pasan por respetar el acuerdo firmado el pasado verano con Ciudadanos

El diputado de Unidos Podemos y coordinador general de Izquierda Unida, Alberto Garzón, preguntó al ministro si también pretendía bajar el IVA a la cultura, incluyendo al cine. Montoro explicó que sus planes pasan por respetar el acuerdo firmado el pasado verano con Ciudadanos. En este pacto, los dos partidos determinaron una rebaja del IVA para los espectáculos culturales en directo.

Montoro explica que la fiscalidad al cine no es tan fuerte como para frenar la taquilla

Una buena noticia para las personas que acudan a conciertos, representaciones teatrales y ópera. Sin embargo, el ministro rechazó bajar el IVA al cine. “Mire cómo sube la venta de entradas de cine y la taquilla del cine español, gracias a la recuperación económica”, reprochó Montoro, “no es cierto que la fiscalidad sea tan fuerte como para evitarlo”. El ministro aseguró que “pagar impuestos no nos gusta a nadie, pero es el rasgo de la sociedad moderna”.

Las reformas fiscales del Gobierno del Partido Popular han servido para recuperar la recaudación del Estado una vez que se hundieron los ingresos al final de la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. Esta subida de la recaudación ha permitido a las Administraciones Públicas destinar, por primera vez en la historia de España, más de 300.000 millones de euros a gasto social (Educación, Sanidad y protección social), como anunció el ministro la semana pasada en el Congreso.

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