La Real Academia de la Lengua (RAE) ha aceptado el uso de 'iros' como forma de imperativo de la segunda persona del plural del verbo ir, aunque asegura que la forma más recomendable en la lengua culta para este tiempo sigue siendo 'idos'. Así lo han confirmado fuentes de la RAE debido a la filtración de la noticia realizada por Arturo Pérez-Reverte en su cuenta personal de Twitter.
La Academia ha explicado que este cambio ha sido propuesto y aprobado por el pleno de la Academia de la Lengua, modificación que explicará en su página web, dentro del departamento de "Español al día", donde atiende consultas de los hispanohablantes, además de hacerlo también a través de Twitter. Según la RAE, "dada la extensión de la variante iros incluso entre hablantes cultos, se puede considerar válido su uso".
La Real Academia recuerda que las formas de imperativo de la segunda persona del plural correspondientes al pronombre vosotros pierden la -d final cuando se añade el pronombre enclítico os, como es el caso de amad (amaos); comed (comeos) o venid (veníos).
Sin embargo, señala la RAE, tal como se indica en la Nueva gramática de la lengua española (2009), "el escaso cuerpo fónico de la forma esperable íos -empleada en español antiguo- explica que, frente a lo que ocurre en el resto de verbos, se haya mantenido la d de id, dando lugar a la forma idos, única normativamente aceptada hasta ahora en la lengua culta".
El predominio de la forma iros en la lengua oral es el resultado de un proceso denominado "rotacismo" (la conversión en una r), que, dice la Academia, ha podido verse influido por la tendencia general que se percibe en el español europeo a insertar esta consonante en la segunda persona del plural de los imperativos: marcharos por marchaos o callaros por callaos.
No obstante, la RAE advierte de que la aceptación de iros no se debe extender a las formas de imperativo de otros verbos para las que lo adecuado es prescindir de la r. Así, es preferible decir ¡marchaos! o ¡sentaos! a ¡marcharos! o ¡sentaros!, señala la RAE que explica que el motivo de esta distinción es que muchos hablantes cultos que aceptan la forma iros rechazan, sin embargo, formas como marcharos.