El director de la Real Academia, Darío Villanueva, ha asegurado hoy que no ve en estos momentos la "más mínima posibilidad" de reformar nada en la Constitución, "no porque no haya cosas que se puedan reformar, cosas mucho más trascendentes que la lengua", sino porque no hay un clima político para ello.
Villanueva ha opinado así en una entrevista con Efe sobre la petición del Gobierno a la RAE para que esta institución realice un estudio del lenguaje de la Constitución con el objetivo de adecuarla a un lenguaje inclusivo para las mujeres, como anunció la ministra de Igualdad y vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.
"No hay clima político como para aprobar una reforma por dos tercios del Congreso y del Senado, que se disuelvan las Cámaras, se convoquen elecciones generales, se ratifique por el nuevo Parlamento y se convoque un referéndum" para que se pronuncien los ciudadanos, pasos que habría que seguir, según Villanueva, aunque sea para modificar "una coma" del texto constitucional.
Por eso, "no hay mimbres para este cesto", ha destacado el director de la RAE, que no cree que la española sea una Constitución "en masculino", tal y como sostuvo en el Congreso la vicepresidenta del Gobierno. "Es una Constitución escrita en español, y el español tiene una gramática que es la decantación de siglos de lengua" que la han dotado de dos géneros. Y como uno de los principios comunes a todas las lenguas románicas es el de economía del lenguaje, existe un género no marcado por el que el masculino incluye al femenino, ha dicho Villanueva.
Según el director de la RAE, en Francia ha habido un "brote de algo semejante" a la polémica desatada en España, pero, ha recordado, la Academia francesa se pronunció con claridad al respecto y el Gobierno inmediatamente asumió sus planteamientos, lo que ha calificado de "muy razonable".
Después de recibir la petición formal por parte del Gobierno para que realice el estudio de la lengua de la Constitución, Villanueva dispuso una agenda de trabajo y ha encargado la ponencia del informe al académico Ignacio Bosque, ponente también del informe "Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer", aprobado por la RAE en 2012.
El estudio será entregado por Bosque, autor también de la última gramática de la RAE, el próximo septiembre, tras lo que se convocará a la comisión delegada del pleno de la Real Academia y será votado en la reunión del pleno de octubre, ha explicado su director, que ha dicho que será entonces cuando lo remitan a la vicepresidenta del Gobierno.
"Que nadie espere grandes sorpresas", ha avanzado Darío Villanueva sobre el sentido de este informe, pues la doctrina de la Real Academia es "perfectamente conocida" y está contenida en ese informe de 2012 que criticaba varias guías sobre lenguaje no sexista elaboradas por comunidades autónomas, sindicatos y universidades. La Real Academia "no cambia de criterios sobre asuntos tan importantes que tocan la entraña del propio idioma", ha recalcado su máximo responsable.
Darío Villanueva, que dirige también la asociación que agrupa a las 23 Academias de la Lengua Española, ha destacado también la proyección panhispánica de la Real Academia y ha recordado que todos los trabajos sobre la lengua se realizan desde el consenso de todas ellas. "Y desde que comenzó a difundirse la noticia (de la solicitud del estudio para reformar la Constitución por parte del Gobierno), ya he empezado a recibir cartas de académicos hispanoamericanos preocupados por este asunto".
En esas cartas, los académicos hispanoamericanos recuerdan que los españoles "no podemos manejar la lengua por contingencias políticas como si fuésemos sus usufructuarios ni podemos jugar por circunstancias de urgencias políticas con algo que comparten 500 millones de personas" hispanohablantes, ha recalcado Villanueva. Aunque cree que el debate sobre el lenguaje inclusivo sí está en la calle, el director de la RAE ha considerado que hay que preguntarse si los españoles consideran este asunto de primera importancia y trascendencia.
Además, ha expresado su preocupación por el hecho de que en lugar de conmemorar los 40 años de la Constitución, "impulsora de los derechos de los españoles, masculinos y femeninos, en lugar de batir las campanas, nos dediquemos a calificarla en términos peyorativos".