Magallanes, Elcano y el resto de los intrépidos hombres que se embarcaron el 10 de agosto de 1519 rumbo a las Islas de la Especiería por una ruta desconocida, zarpando hacia el oeste, pronunciaron su juramento delante de la talla de la Virgen de la Victoria, en la iglesia de Santa Ana de Triana. Allí, a Sevilla, solo lograrían regresar 17 supervivientes, que nada más bajar de la nao Victoria y poner pie en tierra se arrodillaron delante la escultura de la virgen para dar gracias por haber sobrevivido a una odisea de tres años.
Este verano, cumpliéndose exactamente cinco siglos de la partida de la expedición que culminaría la primera vuelta al mundo, un grupo de aventureros y aventureras —aunque sin pasar por la iglesia de Santa Ana de Triana— izó las naves del Pros, su embarcación, para homenajear y emular la gesta del almirante portugués y del vasco que remataría el viaje. Se trata de una réplica geográfica y temporal de la primera circunnavegación, bautizada como 500 años después. A vela tras la estela de Juan Sebastián Elcano y organizada por la asociación Amigos de los Grandes Navegantes y Exploradores Españoles.
A pesar de que la aventura se presenta sumamente ardua, la tripulación de José Solá, presidente de AGNYEE, no tendrá que esquivar a enemigos marítimos y sus naves repletas de cañones, como sí les sucedió a Magallanes y Elcano —el rey portugués Manuel I dio orden de acabar con la flota española—, y contarán con muchas más facilidades que los marinos del siglo XVI, sobre todo en el aspecto de la navegación y su tecnología.
El velero Pros, tras partir de Sevilla y hacer parada en Sanlúcar de Barrameda, se encuentra actualmente en Las Palmas de Gran Canaria, donde ultima el equipamiento para iniciar la siguiente etapa, que ya discurrirá por la inmensidad del océano, con destino Río de Janeiro. "Noviembre es la mejor época para cruzar el Atlántico porque es cuando se entablan los vientos alisios. Aún no sabemos el día concreto, pero zarparemos seguramente a finales de octubre", explica José Solá a este periódico.
¿Pero cómo nace este proyecto? "La asociación la creamos hace poco más de tres años unos amigos recién jubilados. Acabamos nuestra vida profesional y había que hacer algo, y lo que nos unía era la afición por la náutica y el gusto por la historia", añade el presidente de AGNYEE. "Nos preguntamos cómo a un evento tan trascendente para el mundo se le ha dado tan poca trascendencia y nos dijimos que podíamos hacer lo mismo. Se lo presentamos al Instituto de Historia y Cultura Naval de la Armada y el proyecto ha salido adelante".
Proyecto medioambiental
La embarcación elegida para reeditar el periplo de la primera vuelta a la Tierra ha sido el Pros, un velero ketch de dos palos y 21 metros de eslora que tiene una capacidad de hasta diez tripulantes, dotado de la última tecnología: navegación por satélite, herramientas de comunicación, cartas electrónicas, piloto automático o un pequeño motor para realizar maniobras en puerto. Unas condiciones que contrastan con la nao Victoria capitaneada por Elcano, de 26m de largo y que acogió a unas 60 personas que tuvieron que sobrevivir y guiarse con unos medios muchísimo más precarios.
"La circunnavegación se ha dividido en seis etapas que a su vez se han subdividido en otras, lo que hace un total de 21 trayectos", explica Solá tras completar ya la distancia que separa Cádiz de las Islas Canarias. La dotación del barco la componen unos 120 tripulantes —habrá siempre entre 6 y 8 a bordo— que se irán rotando y que han superado un riguroso proceso de selección con cuestionarios psicotécnicos, entrevistas con un psicólogo y conocimientos para la navegación. Entre los marinos sobresale el nombre de un exministro: Juan Manuel Eguiagaray, titular de las carteras de Industria y Administraciones Públicas con Felipe González, quien también ha completado este tramo inicial.
"Es muy buen marino, y no es mal cocinero", guiña Solá. "Y eso es muy importante para el espíritu de a bordo", añade en relación a lo fundamental que es alimentarse bien en alta mar. El Pros está perfectamente equiparado para cocinar, pero todo dependerá de las condiciones climáticas: si las olas arrecian con intensidad no habrá otra que comerse un sándwich y beberse un caldito.
Además de homenajear y recordar la gesta de Magallanes y Elcano —se organizarán eventos culturales en los puertos en los que atraque el velero gracias a la ayuda del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Asociación Cultural Española—, la expedición de Amigos de los Grandes Navegantes y Exploradores Españoles esconde otras finalidades, como un proyecto medioambiental en colaboración con el Instituto Español de Oceanografía que consiste en un muestreo de la contaminación por microplásticos que flotan en los océanos.
Si todo va según lo previsto, el Pros, en el que viajan varios Pigaffetas que redactan un diario de bitácora, desembarcará el 8 de septiembre de 2022 en Sevilla, después de pasar por el Estrecho de Magallanes, Guam, Tidore o Cabo Verde. La misma jornada, 500 años después, de la culminación de la gesta de Elcano y el puñado de hombres que resistieron a su lado. "Pensamos mucho en ellos, sobre todo en la soledad de las guardias. Al estar navegando sin tierra a la vista y en memoria de esta aventura, no puedes evitar ponerte en su lugar", concluye Solá.