La polémica que envolvió al Teatro Real el 20 de septiembre ya forma parte del pasado. Las funciones vuelven a la normalidad y la música regresa para ser la verdadera protagonista de la noche. El Defensor del Pueblo, que abrió una investigación por los sucesos acaecidos en la función de Un ballo in maschera, ha archivado el caso según ha podido confirmar EL ESPAÑOL.
El Teatro Real en ningún momento había incumplido las normas de seguridad e higiene para hacer frente a la Covid-19. Así lo aseguraba Gregorio Marañón, presidente de la institución, en una rueda de prensa al día siguiente de la suspensión de la función: "Estamos comprometidos con hacer un lugar seguro y el Teatro Real ha cumplido todas esas normas". De la misma manera, el Ministro de Cultura y Deportes, José Manuel González Uribes, también ha querido recalcar este viernes en RNE que "el Teatro Real está haciendo bien las cosas".
De todas formas, la intención de Marañón en todo momento ha sido la de satisfacer todas las "sensibilidades" del público. Por ello, se ha endurecido el reglamento de seguridad e higiene. "Habrá que echarle imaginación y esfuerzo en próximas funciones, no solo para cumplir medidas, sino para empatizar con los que sienten prevención por el virus. A ver si conseguimos infundirles tranquilidad", comentó en la rueda de prensa.
En este sentido, el miércoles 23 de septiembre, tal y como estaba previsto, a las 20:00 horas arrancaba una nueva función de Un ballo in maschera, con dirección musical de Nicola Luisotti y ambientada en las luchas del siglo XIX entre el norte y sur en Estados Unidos, con la abolición de la esclavitud como telón de fondo. La función, esta vez sí, fue recibida entre aplausos y este mismo viernes se repite la obra de Giuseppe Verdi.
En todo momento, el Teatro ha extremado las medidas de precaución y ha aplicado las nuevas normas que anunció en un comunicado para prevenir cualquier tipo de contagio bajo su techo. Los espectadores de la última función ocuparon sus asientos hacia las 19:00 horas tras la recomendación del Teatro Real para evitar aglomeraciones. Asimismo, el coliseo madrileño ha decidido tomar la medida de limitar al 65% el aforo en cada una de sus zonas, lo que ha conllevado la reubicación de algunos abonos y la devolución de otros.
Una inversión de 500.000 euros
Y es que pese al incidente del 20 de septiembre, lo cierto es que el Teatro Real ha desplegado un protocolo ambicioso para mantener seguro a su público. "Contamos con un comité médico con cinco personas de referencia del mundo sanitario: está Santiago Moreno, el mayor epidemiólogo de España, que también pasó la Covid de forma muy dura, siendo un médico de tanto prestigio", relataba Ignacio García-Belenguer, director del Teatro Real, a este periódico.
"Hemos realizado una inversión de 500.000 euros en estos últimos meses de renovación de las instalaciones, de compra de sistemas detectores de temperatura, arcos, geles, más de 150.000 mascarillas…", añadía García-Belenguer.
Un ballo in maschera apunta nuevamente a ser recibido por un público que contará con todas las medidas para asegurar una función segura y agradable. La obra podrá disfrutarse hasta el 14 de octubre.