El Drogas -Enrique Villareal, icono de Barricada durante treinta años- ha vuelto a convertirse, involuntariamente, en el centro del huracán; esta vez por presentar su disco Sólo quiero brujas en esta noche sin compañía (2019) en el Teatro Circo Price de Madrid en pasado viernes 22 de enero dentro de la programación del Inverfest.
Aunque por lo que puede verse en las imágenes, el evento cumplía las medidas de seguridad -el público está sentado y con mascarilla-, son muchos los que se han quejado de que en plena nueva ola de contagios se sigan celebrando encuentros así, de carácter numeroso. Otros, por su parte -especialmente los más sensibles con un sector tan golpeado como el cultural- recuerdan que "la cultura es segura".
Lo cierto es que en Madrid estos eventos tienen cabida dentro de la legalidad y mientras cumplan las medidas higiénicas exigidas por las instituciones. Sin embargo, El Drogas ha tenido que cancelar el concierto que iba a dar en Barcelona el 23 de enero, en Barts, y el del 11 de febrero en la Rambleta de Valencia -a raíz de la preocupación creciente por el rebrote de la Covid-19 y las nuevas restricciones de aforo y movilidad a las que ha obligado la pandemia en Cataluña y en la Comunidad Valenciana, respectivamente).
El precio de las entradas de ambas actuaciones será reembolsado automáticamente a través de sus canales de compra. Mientras tanto, en las redes sigue la reyerta por la idoneidad -o no- del concierto del viernes: "Idiotas es poco", escribe un usuario. "Me encanta el Drogas desde siempre, pero ahora no es el momento para eventos así", indica otra. "De Madriz al cielo", ironiza un tercero, al que le responden: "Al cielo o al infierno, pero están comprando pasajes a lo loco. Lo triste es que muchos los compran a nombre de otros: inocentes, ancianos, gente con patologías, etc".
"¿Las UCIS llenas y vosotros de concierto? Estais flipaos'", recrimina otra chica. Reino Unido: confinamiento. Alemania: cierre de la actividad no esencial. Francia: cierre de la actividad no esencial y toque de queda a las 18:00. Y Madrid así", indica otro, adjuntado el vídeo problemático. "Madrid limita a cuatro personas las reuniones y cierra bares a las 21.00 después de permitir conciertos de rock con miles de personas. Una estrategia sólida y coherente", opina el periodista Iñigo S. Ugarte. El debate está servido.
El Drogas, como Raphael en su día, se limita a hacer lo que le dicen las instituciones que puede hacer. Además, escribe poesía -lo llegó a hacer con pseudónimo de mujer, Eva Zanroi-, trabaja por la memoria histórica y colabora con asociaciones de jóvenes músicos con síndrome de Down. Sigue leyendo a Leopoldo María Panero, a César Vallejo, a Pablo Neruda, a Julio Ramón Ribeyro. Sigue siendo un yonqui, dice, pero de las librerías, del olor a papel, de la tinta, de los lapiceros.